Desearte con todas sus consecuencias
La implicaci¨®n emocional impl¨ªcita en el sexo
Cada 4 de septiembre se celebra el D¨ªa Mundial de la Salud Sexual y este a?o, la Asociaci¨®n Mundial para la Salud Sexual (WAS en sus siglas en ingl¨¦s) quiso centrarse en el aspecto emocional que beneficia las relaciones sexuales
Definir el amor es de por s¨ª toda una odisea. Si nos ci?¨¦ramos al significado estricto de la palabra, encontrar¨ªamos quince definiciones con las que no siempre nos sentimos identificados. El amor no deja de ser un sentimiento inmensamente gratificante, pero a la vez personal e intransferible. Cuando hablamos de sexo ocurre exactamente lo mismo. Lo que nos cuenta la RAE poco tiene que ver con el concepto del ser humano hacia el sexo y la magna academia pide a gritos cambiar casi todas las definiciones respecto al sexo que mantiene en su diccionario, al menos por la parte que nos toca a todas las mujeres. Cuando gusten los miembros de la Academia, nos presentamos un grupito de mujeres a demostrarles por qu¨¦ no pueden seguir consider¨¢ndonos el sexo d¨¦bil. Con semejantes argumentos a la hora de definir el amor y el sexo es normal que tengamos el cacao mental que tenemos, pero ?es necesario unirlos? Seg¨²n la Asociaci¨®n Mundial para la Salud Sexual, s¨ª.
Si bien ya hemos demostrado con creces que tener pareja no implica estar enamorado, para los profesionales de la psicolog¨ªa y la sexualidad es importante reconocer los v¨ªnculos emocionales que nos unen a nuestros amantes. Carmela Cobo, psic¨®loga y sex¨®loga, miembro de la Asociaci¨®n de Especialistas en Sexolog¨ªa lo resume en una frase: "Estamos comprobando que el sexo por el sexo puede generar otros problemas psicol¨®gicos. Si se consume como un producto, puede provocar inconvenientes asociados al consumismo, incluyendo problemas de adicci¨®n al sexo." Hablamos de hipersexualidad, una de las versiones m¨¢s dolorosas de la sexualidad.
La adicci¨®n al sexo es una de las consecuencias del consumo del sexo como un producto m¨¢s. "El sexo sin implicaci¨®n emocional est¨¢ generando problemas en muchas personas que no deber¨ªan tener determinadas patolog¨ªas", prosigue Cobo, "y hablo de problemas tan graves como la disfunci¨®n er¨¦ctil en j¨®venes o la anorgasmia (ausencia de orgasmo) en mujeres". ?Por qu¨¦ se originan estos problemas? Porque al consumirlo como un producto, llegamos a convertirlo en una obligaci¨®n que puede condicionar y hasta angustiarnos. Nos vemos obligados a cumplir unos par¨¢metros que no siempre alcanzamos, como si estuvi¨¦ramos obligados a tener m¨¢s y m¨¢s sexo cada vez con un amante diferente. "El sexo debe de ser ¨²nico en cada uno. A los j¨®venes hay que decirles que no vale ir a una tienda y colocarse un traje de talla ¨²nica, sino que tienen que hacerse su traje a medida, si pretenden estar tan guapos como podr¨ªan estar. Para que ese traje encaje es indispensable que cada uno elija a la persona con la que quiere tener sexo de entre todas las dem¨¢s y que esa relaci¨®n sea ¨²nica y no extrapolable a cualquier otra." Diferenciar a nuestros amantes y diversificar los encuentros sexuales dependiendo de con qui¨¦n se tengan. Esa es la clave.
PROMISCUIDAD ?TICA
Puede que todo esto parezca solo factible en relaciones sexuales mon¨®gamas, pero no es as¨ª. Hasta el mayor de los putones est¨¢ obligado a mantener la ¨¦tica con cada uno de sus amantes.
Dossie Easton y Janet Hardy publicaron hace 20 a?os ?tica promiscua. En este libro se enumeran las responsabilidades que el ser humano tiene con los dem¨¢s cuando decide que su vida sexual sea promiscua e incluye, nada m¨¢s empezar, p¨¢rrafos tan apabullantes como este: ""La mayor¨ªa de nuestros criterios ¨¦ticos son bastante pragm¨¢ticos. ?Alguna persona est¨¢ siendo da?ada? ?Se corre alg¨²n riesgo? ?Son conscientes de esos riesgos todas las personas involucradas y est¨¢n haciendo lo que est¨¢ en su mano para minimizarlos?(...) Los putones con ¨¦tica son honestos, consigo mismos y con los dem¨¢s". Las autoras se presentan en el primer cap¨ªtulo como putones y diseccionan a lo largo de m¨¢s de 400 p¨¢ginas hasta qu¨¦ punto la ¨¦tica de esas relaciones promiscuas no puede perjudicar a ninguno de los implicados. En eso se basan las relaciones poliamorosas. No en vano el t¨¦rmino poliamor est¨¢ incluido en el Oxford English Dictionary y se traduce literalmente como "amar a muchos".
Nuestra sexualidad dice mucho de nosotros mismos y nos muestra tal y como somos. Se puede disfrutar del sexo sin amor, siempre y cuando tengamos ese sexo sin que exista el m¨¢s m¨ªnimo enga?o. "No somos mu?ecos, apunta Carmela Cobo, claro que se puede tener sexo sin amor con la persona que elijamos, pero si eso ocurre, hay que dejar bien claro que se trata de sexo sin m¨¢s, sin ninguna implicaci¨®n emocional que lo avale o lo amarre. La honestidad debe ser la clave de todas las relaciones sexuales, m¨¢xime si pretendemos llevarla a cabo sin el m¨¢s m¨ªnimo apunte de amor impl¨ªcito. Es la ¨²nica manera de evitar malentendidos y de que no hagamos da?o a los que puedan ser nuestros amantes".
Lo de dejar un reguero de cad¨¢veres entre nuestros amantes no solo es err¨®neo, es absolutamente mezquino. Y eso no solo nos desacredita como amantes, tambi¨¦n nos desprestigia como personas.
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