Judi Dench: ¡°Soy la persona menos majestuosa que te echas a la cara¡±
La octogenaria actriz, que est¨¢ perdiendo la vista debido a una degeneraci¨®n macular, no tiene planes de abandonar el cine y se encuentra en plena promoci¨®n de 'Asesinato en el Orient Express'
Desde hace unos a?os a Judi Dench (Reino Unido, 1934) le falla la vista. Tiene degeneraci¨®n macular y la octogenaria dama del cine dice que cada vez ve peor. Escribe menos cartas, un arte que le encantaba practicar, afirma que no puede leer y que ve menos pel¨ªculas. Se le nota inc¨®moda bajo la luz de los flashes que pide amablemente que dejen de apuntarla. Y el coche, ni tocarlo. ¡°Eso s¨ª que es un duro golpe porque tengo un BMW deportivo¡±, confiesa a EL PA?S con una cara que no puede ser m¨¢s p¨ªcara. Hasta ah¨ª las quejas. Tendr¨¢ 82 a?os, acaba de cumplir seis d¨¦cadas como actriz, est¨¢ perdiendo la vista y, a veces, conversando se nota un halo de ensimismamiento o quiz¨¢ un punto de sordera. Pero est¨¢ claro que nada detiene a la mujer que m¨¢s veces ha interpretado a una reina, a esta joya brit¨¢nica a la que nunca se le acaban las pilas. O la risa. ¡°Soy la persona menos majestuosa que te puedes echar a la cara¡±, resume con esa risa rasposa tan suya que empeque?ece sus ojos hasta convertirlos en l¨¢grimas de felicidad.
Su esp¨ªritu lo lleva tatuado en la mu?eca: Carpe Diem. ¡°Aprovecha el d¨ªa. No hay tiempo que perder. Me lo hice con mi hija cuando est¨¢bamos de compras. Ten¨ªa 80 a?os y de repente me dijo: '?Est¨¢s lista para tener un tatuaje?¡±, asegura ense?ando entre pulseras ese recordatorio de c¨®mo vivir la vida al l¨ªmite. Acaba de estrenar Asesinato en el Orient Express y est¨¢ haciendo las rondas t¨ªpicas de la temporada de premios con otro de sus trabajos reales, Victoria y Abdul, un nuevo retrato de la realeza brit¨¢nica que tantas veces ha interpretado. ¡°?C¨®mo me iba a negar? ¡ªse r¨ªe la primera que se subi¨® al tren para la nueva versi¨®n de la novela de Agatha Christie¡ª. Con esta creo que ya son 10 las veces que trabajo con Ken Branagh. Y el rodaje fue una reuni¨®n de colegas donde no tuve mucho m¨¢s que hacer que estar sentada con un vestuario maravilloso y dos perritos encantadores en un vag¨®n de tren lleno de amigos y sin apenas l¨ªneas de di¨¢logo que aprenderme¡±. Despu¨¦s de conseguir un Oscar como mejor actriz de reparto por el papel m¨¢s breve jam¨¢s galardonado en la historia de estos premios por su interpretaci¨®n en Shakespeare enamorado y otras seis nominaciones a la misma estatuilla por t¨ªtulos como Mrs. Brown, Iris o Notes of Scandal, su trabajo en Asesinato en el Orient Express no ser¨¢ el que quede en su obituario. Pero Dench no piensa en esas cosas. ¡°Solo pienso en la suerte que tengo. En lo incre¨ªblemente agradecida que estoy de que me ofrezcan trabajo¡±, asegura.
Dench ha hecho famosos otros tatuajes m¨¢s perecederos. El que dec¨ªa 007 en su espalda trazado con cristales de Swarovski para uno de los estrenos de James Bond, saga en la que inmortaliz¨® una nueva M. Y ese que se maquill¨® en el trasero como si fuera real para expresarle su agradecimiento a Harvey Weinstein, el hombre que apost¨® por su carrera. Nada m¨¢s conocerse las denuncias sexuales contra el magnate de Hollywood, la brit¨¢nica dej¨® claro su ¡°horror¡± ante los abusos cometidos por el que un d¨ªa llam¨® su amigo y no quiere hablar m¨¢s de ello. ¡°Hay veces en las que tienes que lidiar con bullies¡±, es lo ¨²nico que a?ade con pesar.
Su vida tiene otro tono. Para lo gamberra que aparenta ser, Dench lleva una vida muy organizada. Diez minutos de paseo todos los d¨ªas. ¡°A paso ligero, tengo poco de perezosa¡±, afirma. Tambi¨¦n a diario aprende una nueva palabra. La de hoy: ¡°Anatidafobia o miedo irracional a que te mire un pato¡±, se r¨ªe. Los martes pinta como lo hicieron su padre, su t¨ªo y sus hermanos. Le da igual estar perdiendo visi¨®n. ¡°Lo hago por m¨ª, no para que nadie lo vea. Es algo que me da placer¡±, admite. Y el placer es fundamental para alguien como ella, que no disfruta especialmente de su propia compa?¨ªa. Casada durante tres d¨¦cadas con el tambi¨¦n actor Michael Williams hasta su muerte, la actriz no oculta la felicidad que ha vuelto a encontrar junto a David Mills, un naturalista ocho a?os m¨¢s joven que ella. Dench no juzga, ni a sus personajes ni a ella misma. ¡°No pienso en cuesti¨®n de edad¡±, apostilla ri¨¦ndose de nuevo. ¡°Un amigo ¡ªcomo prefiere describir a su compa?ero¡ª no es m¨¢s que alguien que est¨¢ ah¨ª. Y ya te digo, yo no soy mi mejor compa?¨ªa. Si estuviera sola sin hacer nada me aburrir¨ªa soberanamente¡±.
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