La Alemania que queremos
La Gran Coalici¨®n de dem¨®crata-cristianos y socialdem¨®cratas ha sido ben¨¦fica: crecimiento econ¨®mico a un ritmo del 2%; paro casi friccional, inflaci¨®n moderada y generosa acogida de inmigrantes
El fiasco de la coalici¨®n democristiana/liberal/verde en Alemania, la llamada f¨®rmula Jamaica,es una muy buena noticia para Europa, desde una perspectiva europe¨ªsta.
Sobre todo, porque los liberales de ahora no son los de siempre, semejantes a sus colegas brit¨¢nicos: han sustituido el europe¨ªsmo cosmopolita por el neonacionalismo; la tolerancia a lo social por un neoconservadurismo rampante; el punto de radicalidad democr¨¢tica por una afasia ante la inmigraci¨®n y el asilo.
Antes eran la tracci¨®n m¨¢s aperturista y moderna de la democracia cristiana; ahora ser¨ªan su lastre derechista y endog¨¢mico. Con ellos en posiciones decisivas de gobierno, se hace dif¨ªcil imaginar una legislatura que lleve a buen puerto el pacto de complicidad ya trabado entre la canciller Angela Merkel y el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron.
Esa nueva versi¨®n de la alianza de la locomotora europea es imprescindible. Permitir¨ªa culminar la uni¨®n econ¨®mica y monetaria (uni¨®n bancaria, Fondo Monetario, mercado digital...) con avances en la mutualizaci¨®n de responsabilidades fiscales/presupuestarias con respecto a toda la Uni¨®n, a las que Berl¨ªn siempre fue reticente. A cambio de que Francia y otros pa¨ªses gastones sean sobrios, controlando el d¨¦ficit nacional. Tambi¨¦n para otros proyectos que ya van andando casi por s¨ª solos, como el de la Defensa, el arranque a¨²n t¨ªmido de una nueva pol¨ªtica social...
Con la derecha de la derecha mandando, toda concesi¨®n a compartir nuevas competencias econ¨®micas ser¨ªa ardua.
Por eso, la posibilidad abierta en las ¨²ltimas horas de reeditar la Gran Coalici¨®n de dem¨®crata-cristianos y socialdem¨®cratas resulta estimulante. Ha sido ben¨¦fica: crecimiento econ¨®mico a un ritmo del 2%; paro casi friccional (5,5%), inflaci¨®n moderada (1,8%) generosa acogida de inmigrantes, europe¨ªsmo moderado...
El problema es que estos ¨¦xitos han ido acompa?ados de los peores resultados electorales para la socialdemocracia desde 1949. Reeditar la coalici¨®n exigir¨ªa darle m¨¢s papel, cuando le corresponder¨ªa menos. Pero Merkel debe redactar desde ahora su epitafio pol¨ªtico, glorioso o correctito, europeo o solo nacional. Y sabe y dice, que ¡°Europa necesita una Alemania fuerte¡±. Ojal¨¢.
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