Viejo y nuevo M¨¦xico
Aunque elegido candidato a dedo, Meade es la mejor opci¨®n del PRI
Tras meses de especulaciones y de juegos de despiste, el presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, enga?¨® con la verdad y destap¨® el pasado lunes al favorito en las apuestas, el hasta ahora secretario de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Meade, como candidato presidencial del PRI en las elecciones de julio de 2018. Una elecci¨®n que ha sido criticada por el m¨¦todo ¡ªel dedazo presidencial propio de otros tiempos no democr¨¢ticos¡ª pero no por el hombre, un pol¨ªtico independiente, de perfil t¨¦cnico y con voluntad de consenso que apenas genera rechazo en el electorado en comparaci¨®n con otros aspirantes.
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Meade representa una gran novedad: es el primer candidato a la presidencia del PRI que no pertenece al hist¨®rico partido que ha gobernado M¨¦xico durante m¨¢s de 70 a?os. Por lo tanto, marca distancias con la pesada carga de impopularidad que representan el descontrol de la corrupci¨®n y la violencia en este sexenio. Pero tambi¨¦n su elecci¨®n es acorde con estos tiempos en los que domina la pol¨ªtica y no la ideolog¨ªa, los movimientos y no los partidos. As¨ª como, en un extremo, Donald Trump era un cuerpo extra?o a la tradici¨®n del Partido Republicano, tambi¨¦n el exministro Emmanuel Macron lleg¨® a la presidencia de Francia tras improvisar un movimiento, En Marcha, de dif¨ªcil concreci¨®n ideol¨®gica.
La candidatura de Meade ofrece al PRI la oportunidad de ocupar el centro pol¨ªtico atrayendo votos tanto de la derecha del PAN como de la izquierda moderada del PRD ¡ªenredados actualmente en una alianza electoral de incierto futuro¡ª, lo que ser¨¢ imprescindible para frenar al sempiterno candidato a la presidencia y el mejor situado en las encuestas, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Representa tambi¨¦n una garant¨ªa de seguridad para los inversores y la estabilidad econ¨®mica de M¨¦xico, as¨ª como de profundizaci¨®n en las reformas estructurales emprendidas durante el mandato del presidente saliente.
Pero tambi¨¦n entra?a desaf¨ªos, empezando por si ser¨¢ capaz de desembarazarse de la ret¨®rica, las complicidades y las ma?as del peor priismo y de encontrar un lenguaje pol¨ªtico eficaz para devolver la confianza a una sociedad devastada por la corrupci¨®n, la violencia, la impunidad, el abuso de poder, la desigualdad y las promesas mil veces incumplidas.
La decisi¨®n del presidente Pe?a Nieto supone el pistoletazo de salida de una largu¨ªsima campa?a electoral in¨¦dita en la reciente historia democr¨¢tica de M¨¦xico. A la hostilidad del vecino del Norte ¡ªel rumbo que tomen las negociaciones sobre el nuevo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canad¨¢ tendr¨¢ sin duda influencia en la campa?a¡ª se suma la fuerza cobrada por las redes sociales para generar la opini¨®n p¨²blica con sus secuelas de noticias falsas e injerencias extranjeras y, sobre todo, el fen¨®meno global de la brecha que separa a la clase pol¨ªtica de los ciudadanos. ¡°Hay que acabar con la idea de ellos y nosotros en la construcci¨®n de M¨¦xico¡±, afirm¨® Jos¨¦ Antonio Meade en una reciente entrevista con este peri¨®dico. Por algo se empieza.
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