Campa?a tensa

La campa?a electoral catalana, que acaba de comenzar, lo hace en paralelo a la decisi¨®n judicial de mantener en prisi¨®n preventiva a cuatro protagonistas del proc¨¦s de secesi¨®n, tres de ellos candidatos para el 21-D.

El magistrado instructor del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, dej¨® ayer en libertad bajo fianza a seis de los exconsejeros del Govern de Carles Puigdemont, por considerar que ni destruir¨ªan pruebas ni reincidir¨ªan en sus presuntos delitos ni huir¨ªan de la? justicia. Pero confirm¨® la prisi¨®n para el exvicepresidente Oriol Junqueras, el exconsejero Joaquim Forn y los dos activistas conocidos como los Jordis.

Por supuesto que adem¨¢s de ser respetada y acatada, esta resoluci¨®n admite la discrepancia. Pero carecen de legitimidad para formularla quienes vienen denigrando a los tribunales espa?oles al negar su independencia.

El juez consider¨® que no hab¨ªa riesgo de destrucci¨®n de pruebas, aunque s¨ª alguno de fuga, ya difuminado. En cambio crey¨® poco las promesas de actuar legalmente de los cuatro presos, debido a su rol de direcci¨®n del proceso; su implicaci¨®n en la organizaci¨®n de des¨®rdenes; y su responsabilidad en el asedio ¡ªcalificado de violento¡ª del 20 de septiembre a la consejer¨ªa de Econom¨ªa.

Los cr¨ªticos bien intencionados reconocer¨¢n el detalle del auto, ni improvisado ni autom¨¢tico; la individualizaci¨®n de la implicaci¨®n de los diferentes part¨ªcipes; y la milimetrada construcci¨®n del caso desvanecen cualquier atisbo de banalidad judicial.

Con todo, habr¨¢ que perfilar el contenido de la acusaci¨®n de violencia; sus consecuencias personales o solo materiales; su deslinde con la intimidaci¨®n. Y actuar en consecuencia si, como el propio juez acepta, se constata que ¡°paulatinamente se vaya confirmando que el cambio de voluntad [hacia el respeto legal por parte de los procesados] es verdadero y real¡±.

Hay que respetar los distintos tempos y autonom¨ªa de la pol¨ªtica y la judicatura, incluso aunque una resoluci¨®n de esta naturaleza pueda involuntariamente complicar la campa?a electoral: la complica, no la mella. Los protagonistas sab¨ªan lo que hac¨ªan y pod¨ªan haber evitado estas consecuencias. Y peor ser¨ªa que presuntos delitos tan graves quedasen sin dirimir por mera comodidad del calendario.

La campa?a se abre con otros dos datos muy relevantes. Lo es la certificaci¨®n de que el proc¨¦s ha provocado que Catalu?a destruya puestos de trabajo mientras que el resto de Espa?a genera empleo neto. Novedad grave de la que deben responder los exgobernantes que proclamaron la non nata rep¨²blica independiente.

Y tambi¨¦n que, seg¨²n el sondeo publicado ayer por el CIS, este penoso estado de cosas est¨¦ empujando con fuerza la participaci¨®n y, por tanto, las posibilidades de triunfo de los partidos que quieren recuperar la normalidad pol¨ªtica, econ¨®mica y social perdida en la deriva secesionista. El soberanismo querr¨¢ hablar de prisiones, alimentar el victimismo e ignorar los da?os de su gesti¨®n. Pero parece que un n¨²mero cada vez mayor de ciudadanos tiene claro qui¨¦nes son las v¨ªctimas del proc¨¦s y la urgencia de ponerle fin.