Leila Guerriero: ¡°Si paso un mes sin escribir me entra malestar f¨ªsico¡±
Con 24 a?os, escribi¨® un relato y lo dej¨® en la recepci¨®n de un diario. As¨ª empez¨® la carrera de una de las m¨¢s brillantes periodistas de la actualidad
Bajo un pelo indomable con vida propia y una pluma sensible y certera, Leila Guerriero (Jun¨ªn, Argentina, 1967) firma semanalmente columnas en la ¨²ltima p¨¢gina de EL PA?S desde 2014, colabora con algunos de los diarios m¨¢s importantes de Latinoam¨¦rica y gan¨® el Premio Nuevo Periodismo Iberoamericano de 2010 por un reportaje sobre el trabajo de identificaci¨®n de restos humanos tras la dictadura militar, llevado a cabo por el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense.
Su f¨¦rrea curiosidad por las entra?as emocionales del ser humano y su compromiso con la historia contempor¨¢nea se muestra en cada uno de los trabajos de esta periodista vocacional que, parad¨®jicamente, prefiri¨® estudiar Turismo. Tras publicar diferentes libros de no ficci¨®n, ahora presenta su faceta como editora con Cuba en la encrucijada (Editorial Debate). ¡°Creo en la historia de aquel marinero de Cartago que dec¨ªa: ¡®Vivir no es necesario, navegar s¨ª¡¯. Para m¨ª, editar no es necesario, la escritura period¨ªstica, s¨ª. Cuando paso un mes sin escribir porque estoy viajando much¨ªsimo empiezo a sentir malestar f¨ªsico. Entro en un estado an¨ªmico de cierta irritaci¨®n, no melanc¨®lico, pero s¨ª como de algo que no drena¡±, dice riendo.
Guerriero juega con la ventaja de los que tienen buena memoria, la capacidad de introducir la cita adecuada en la conversaci¨®n y la honestidad del buen profesional. ¡°Uno no es distinto como periodista que como persona. Si alguien te pide que apagues la grabadora porque te va a contar algo en off y traicionas esa confianza, depende de ti. Tambi¨¦n depende de qui¨¦n lo haga. Si Rajoy me pide que apague la grabadora, aunque sea para contarme una historia terrible, es muy probable que yo le diga: ¡®No la apago, se?or¡±.
"Me produce mucha desaz¨®n ver en un restaurante perdido en una isla de Filipinas gente potencialmente interesante mirando su ¡®tablet¡¯ en vez de estar mirando el hurac¨¢n que se aproxima por el horizonte¡±
Esta lectora empedernida que afirma no salir nunca de casa sin, como m¨ªnimo, dos libros, afronta sus trabajos con mucho tiempo. ¡°Me entrevisto con las personas 20 veces. Hablo con sus familiares, amigos y enemigos para tratar de tener una visi¨®n lo m¨¢s poli¨¦drica posible. No me aferro a lo peor que me ha contado el tipo porque eso es lo que le va a provocar m¨¢s morbo al lector. No escribo para desagradar, pero tampoco para agradar a esa persona. Mi compromiso es con el texto. Contar su historia de la manera m¨¢s honesta, aunque s¨¦ que al final siempre va a ser algo subjetivo. Cuando se publica no estoy pendiente de c¨®mo le ha sentado a la persona en cuesti¨®n, aunque no me sentir¨ªa bien si me llenara el email con insultos. No me ha pasado nunca, pero supongo que me afectar¨ªa¡±, explica.
En el libro Cuba en la encrucijada, donde 12 autores (Leonardo Padura y Wendy Guerra, entre ellos) cuentan una historia real de la isla, Guerriero explica: ¡°Para unos, Cuba es un modelo de equidad y justicia y, para otros, una forma solapada de replicar las peores lacras de Occidente¡±. La argentina confiesa que solo ha visitado una vez ese pa¨ªs. ¡°Hab¨ªa terminado la facultad y fue el viaje de regalo de mis padres. Despu¨¦s de haber editado el libro desear¨ªa regresar pronto¡±.
Pero la realidad es que lleva a?os sin cogerse unas semanas de descanso. ¡°Las vacaciones para m¨ª son una vuelta al estado salvaje. Puedo llevarme 20 o 30 libros y los leo todos. Leo y viajo como un animal con una mochila al hombro, que nunca pesa m¨¢s de nueve o 10 kilos. Vivo con muy poca ropa y con muy poco champ¨²¡±, dice a carcajadas.
¡°En vacaciones me hago un reseteo. Aunque no tengo redes sociales, a?oro ese momento en el que la desconexi¨®n con el mundo era completa. Me produce mucha desaz¨®n ver en un restaurante perdido en una isla de Filipinas gente potencialmente interesante mirando su tablet en vez de estar mirando el hurac¨¢n que se aproxima por el horizonte. Me pregunto c¨®mo ser¨¢ su experiencia real porque yo en esos momentos siento que estoy viva. Aunque habr¨¢ gente que se sienta viva jugando a la Play Station. Y me parece bien¡±.
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