Estilo
Javier Mar¨ªas utiliza una sintaxis heterodoxa y chocante, parece imitar el balbuceo mental que somos dentro
Hace bastantes a?os, cuando comenzaba a asentarse el ¨¦xito entre los lectores de las novelas de Javier Mar¨ªas, recib¨ª una malencarada misiva procedente de una secta de autonombrados justicieros literarios. Ten¨ªa ese sonsonete perdonavidas que logra sublevarme hasta en mis momentos m¨¢s pl¨¢cidos. Se?alaba unas cuantas heterodoxias gramaticales y sem¨¢nticas del estilo de Javier, que lo convert¨ªa seg¨²n ellos en la ¨²ltima versi¨®n del abominable hombre de las letras y a m¨ª en su c¨®mplice no menos inmundo por haberle elogiado en varias ocasiones. Me conminaban a un acto de contrici¨®n perfecta y p¨²blica en nombre de la ¨¦tica que, indigno de m¨ª, mancillaba en mis clases. Como el ultim¨¢tum me hizo gracia y por entonces me preciaba de responder a cuantos me escrib¨ªan (vicio del que afortunadamente me he curado), les contest¨¦ risue?o que el achaque de incorrecci¨®n estil¨ªstica ha sido tambi¨¦n frecuente entre pedantes contra Cervantes o Dostoievski. ?Ah, blasfemia! A partir de entonces, en una hoja inquisitorial de un laborioso ingenio que ellos tomaban por desparpajo (La fiera literaria creo que la titulaban) dedicada a denigrar a Mar¨ªas y a casi todos los escritores que no lo merec¨ªan, se regodeaban repitiendo que yo comparaba a Javier nada menos que con Dostoievski y Cervantes... Meo culpa.
He recordado a esa torpe jaur¨ªa mientras disfrutaba con la admirable Berta Isla. En efecto, el estilo de Mar¨ªas tiene una sintaxis heterodoxa y chocante, parece imitar el balbuceo mental que somos dentro. Como si reprodujese el tapiz del lenguaje por el rev¨¦s, con sus nudos y groseros pespuntes. Pero as¨ª resalta m¨¢s eficazmente el misterio y a la par la sencillez de la trama hasta la fascinaci¨®n c¨®mplice del lector. O lo pillas o no, como los buenos chistes: no se puede explicar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.