Bitcoin, una mina a la deriva

El bitcoin, la moneda virtual m¨¢s conocida, presenta un riesgo grave de crash monetario a corto plazo. La criptomoneda ten¨ªa una cotizaci¨®n de apenas unos c¨¦ntimos en 2009; hoy se le atribuye un valor ligeramente superior a los 15.000 d¨®lares por unidad. En los dos ¨²ltimos a?os se ha revalorizado en un 2.500% ¡ªel 40%, en la ¨²ltima semana¡ª, un porcentaje que est¨¢ diez veces por encima del umbral que los analistas monetarios consideran definitorio de burbuja de riesgo; adem¨¢s, sufre oscilaciones de precios en el corto plazo que bien pueden definirse como volatilidad extrema. Existe un riesgo muy elevado de colapso del bitcoin que, seg¨²n muchos economistas, tiene un valor real de cero. El bitcoin es hoy una mina a la deriva y casi todos los reguladores financieros advierten contra ¨¦l.

Si finalmente se produce un crash ¡ªdescartado por los defensores de la moneda¡ª es necesario que los afectados acepten su responsabilidad y no recurran a los lamentos de rigor sobre la ausencia de avales o regulaci¨®n, porque ya est¨¢n advertidos. Para un inversor o ahorrador, los crecimientos especulativos desorbitados de un activo suelen constituir una advertencia; si adem¨¢s se producen peri¨®dicamente oscilaciones bruscas de precios, la advertencia se convierte en alarma. A pesar de tales indicios ¡ªy de que pocos de quienes mercadean con bitcoins conocen el fundamento de la moneda, la tecnolog¨ªa blockchain¡ª algunas cadenas comerciales y mercados parecen dispuestos a admitir el bitcoin como medio de pago e inversi¨®n.

No hay motivo alguno para rechazar que el medio de pago del futuro sea una moneda virtual. Si del metal se ha pasado al pl¨¢stico, bien puede pasarse ahora al bit. Pero cualquier sistema monetario debe contar con respaldo y regulaci¨®n. Alg¨²n d¨ªa las zonas monetarias emitir¨¢n su propia criptomoneda. Pero con cobertura de los Estados y garant¨ªa de los mercados. Ese no es el caso del bitcoin.