Para los venezolanos

La entrega ayer por parte del Parlamento Europeo del Premio S¨¢jarov de libertad de conciencia a la oposici¨®n venezolana env¨ªa un doble mensaje. Por una parte, que Europa respalda incondicionalmente a los pol¨ªticos venezolanos implicados en la democratizaci¨®n del pa¨ªs; en segundo t¨¦rmino, que la v¨ªa de salida de la dificil¨ªsima situaci¨®n de Venezuela pasa por respetar la legalidad, liberar a los presos pol¨ªticos, restaurar la Asamblea Nacional y convocar elecciones libres.

Resulta muy significativo que el premio fuera recogido por dos cargos pol¨ªticos arbitrariamente despojados de las atribuciones para las que fueron elegidos. Se trata de Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional ilegalmente degradada por una C¨¢mara constituyente elegida de forma irregular a voluntad del chavismo en unas elecciones sin garant¨ªas, y de Antonio Ledezma, alcalde de Caracas y preso pol¨ªtico que se exili¨® en noviembre despu¨¦s de lograr huir del arresto domiciliario al que hab¨ªa sido confinado tras su paso por prisi¨®n. Ambos son la prueba de que Maduro desprecia la voluntad popular cuando esta no se pliega a sus deseos.

Sin duda correr¨¢n mejor suerte los alcaldes elegidos en las municipales del pasado domingo en las que el chavismo obtuvo el 90% de las 335 alcald¨ªas del pa¨ªs. Unos comicios a medida del oficialismo boicoteados por la mayor parte de la oposici¨®n democr¨¢tica, con una participaci¨®n que apenas alcanz¨® el 47,5% del censo electoral.

En este contexto se produce la revelaci¨®n, hoy en EL PA?S, de un gran esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en el que est¨¢n presuntamente implicados dirigentes pol¨ªticos y directivos de la petrolera estatal PDVSA.

En el terrible marco pol¨ªtico, econ¨®mico y social de Venezuela, lo ¨²nico que se le ha ocurrido a Maduro es amenazar a la oposici¨®n con no permitir que se presente a las elecciones presidenciales de 2018. Su soluci¨®n a los problemas es preparar su reelecci¨®n sin candidatos opositores.