La ¡®regla de gasto¡¯ es injusta

Los Ayuntamientos espa?oles sufren de un mal cr¨®nico, que es una financiaci¨®n insuficiente. Por a?adidura, son los organismos p¨²blicos que han sufrido con m¨¢s intensidad los programas de ajuste a ultranza. Una proposici¨®n de ley de Podemos pretende flexibilizar la conocida como ¡°regla de gasto¡±, establecida en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que limita con rigor el presupuesto de gasto municipal: no se puede superar un l¨ªmite (1,7% de aumento en 2017), calculado por el Gobierno en funci¨®n del crecimiento del PIB, aunque tengan super¨¢vit. La proposici¨®n, que ser¨¢ debatida en el Congreso a partir de marzo y que contar¨¢ con el apoyo del PSOE y otros grupos de la oposici¨®n, quiere flexibilizar una norma cuya aplicaci¨®n actual parece r¨ªgida e inapropiada.

La ¡°regla de gasto¡± es injusta y debe ser cambiada por varias razones. Los Ayuntamientos han cumplido con las exigencias de austeridad con m¨¢s eficacia que otras Administraciones (por ejemplo, mejor que el Estado). Tienen que hacer frente adem¨¢s a gastos sociales ante el ciudadano y renovar infraestructuras gastadas, generalmente de coste medio o bajo. El mero hecho de que se imponga una restricci¨®n universal del gasto, tanto a los municipios con buena salud financiera como a los que han gestionado mal sus recursos y de que se impida una reinversi¨®n razonable de los super¨¢vit en aquellos que lo necesitan convierte la norma en injusta. Los Ayuntamientos cumplidores se?alan, no sin l¨®gica, una perversi¨®n de la norma: los recursos que consiguen ahorrar financian los d¨¦ficits de los municipios peor gestionados.

El Gobierno, encasillado en una austeridad que por ser de aplicaci¨®n inflexible resulta discriminatoria, debe dar marcha atr¨¢s en su rechazo frontal y negociar una nueva regla que sea m¨¢s matizada y ¨²til para los ciudadanos. El compromiso con el d¨¦ficit exige austeridad y no castigo financiero a los consistorios que merecen un reconocimiento por su buena gesti¨®n.