Laura Dern: ¡°En EE UU no aprecian a las mujeres dif¨ªciles¡±
La actriz se despide de un a?o de ¨¦xitos profesionales que la reafirman como una de las grandes secundarias de Hollywood
Laura Dern est¨¢ viviendo su a?o. Los cincuenta y el a?o 2017 han tra¨ªdo a la actriz una de las mejores cosechas de su carrera, papeles complicados y diversos como los que le gustan, en pel¨ªculas independientes como Wilson o en grandes producciones como Star Wars: Los ¨²ltimos jedi. Tambi¨¦n en televisi¨®n, donde ha retomado su relaci¨®n con David Lynch en la nueva entrega de Twin Peaks y est¨¢ doblemente nominada, al Globo de Oro y al premio del Sindicato de Actores, por su trabajo en Big Little Lies. El medio siglo no mella la energ¨ªa o belleza de una int¨¦rprete a quien ¡°es imposible tomar una mala foto¡±, como la agasaja el realizador Rian Johnson, responsable de la ¨²ltima pel¨ªcula de La Guerra de las Galaxias. Iconoclasta y divertida, madre de dos adolescentes y todav¨ªa con tiempo para involucrarse con los planes de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood, Dern no se cree el a?o que ha vivido. ¡°Ha sido tan deliciosamente divertido que no tengo palabras. He recibido en un a?o el regalo de toda una vida¡±, confiesa la int¨¦rprete californiana a EL PA?S.
A ella nunca le ha faltado trabajo. La hija de los tambi¨¦n actores Diane Ladd y Bruce Dern comenz¨® su carrera junto a su madre cuando ten¨ªa apenas 7 a?os en Alicia ya no vive aqu¨ª (1974). Y ya no par¨®. ¡°Nunca tuve que servir mesas para ser actriz ¡ªdice d¨¢ndole raz¨®n a quienes critican lo que le aporta su linaje¡ª. Pero tambi¨¦n pas¨¦ los momentos m¨¢s vergonzosos de mi vida, de mi infancia, delante de todos porque es lo que pasa cuando tus padres son actores¡±. Para los 14 a?os ya recib¨ªa el extra?o honor de ser Miss Globo de Oro, premio que la Asociaci¨®n de la Prensa Extranjera concede a las segundas generaciones de actores ¡ªy al que este a?o le han cambiado el nombre por el de Embajadora de los Globos de Oro¡ª, y a los 16 Lynch la contrat¨® en Terciopelo azul (1986). ¡°Fui dos d¨ªas a la universidad. Literal. Lynch fue mis estudios superiores¡±, se r¨ªe agradecida al giro que dio su vida.
Tampoco cambi¨® tanto: la interpretaci¨®n fue siempre su vocaci¨®n. Aunque tambi¨¦n tiene otros amores, la moda, donde es tan variopinta como sus personajes, y dedica horas a la meditaci¨®n trascendental. Otra ense?anza del maestro Lynch que practica desde los 18 a?os. Pero como le dijo a su padre de ni?a, lo que siempre quiso hacer fue interpretar papeles complicados, interesantes y diversos. Como la mujer que lleva dentro. ¡°S¨¦ que no son los m¨¢s atractivos porque en Estados Unidos no aprecian a las mujeres dif¨ªciles. Ni en la pantalla ni fuera de ella. No nos dejan desmelenarnos, algo mucho m¨¢s com¨²n en otros pa¨ªses¡±, suspira pensando en las chicas Almod¨®var. Ella siempre lo intenta y en el caso de El precio de la ambici¨®n (1991) o Alma Salvaje (2014) logr¨® una candidatura al Oscar mientras que Coraz¨®n Salvaje (1990) o Parque Jur¨¢sico (1993) le dieron su propia fama. ¡°Eso es lo m¨¢s dif¨ªcil cuando eres ¡®hija de¡¯, salir de la sombra de tu familia¡±, a?ade.
Lo que no acaba de saber es su edad. Le viene de familia. No se quiere quitar a?os, es que su madre se los quit¨®. ¡°Mi madre dice que hay dos a?os de diferencia¡±, aventura quien podr¨ªa tener 50 seg¨²n las biograf¨ªas o 48 seg¨²n su familia. ¡°Es una situaci¨®n de risa¡±, a?ade culpando de nuevo a su madre. Como le dijo su madrina, la tambi¨¦n actriz Shelley Winters, un actor tiene la edad del personaje que interpreta. Eso es lo importante. ¡°Y yo me he dado cuenta de la suerte que he tenido de crecer entre mujeres con tanto poder¨ªo¡±, remata.
De sus hijos tiene clara la edad, Ellery y Jaya ¡ª¡°14 y 12¡±, dice¡ª, ambos fruto de su relaci¨®n con el que fue su marido, el cantante Ben Harper. ¡°Nadie como ellos me hacen sentir joven y est¨²pida a la vez. O me siento una jovencita aprendiendo con ellos alguna nueva app de la que nunca hab¨ªa o¨ªdo o me hacen sentir como una abuela porque digo que me gusta Nirvana¡±, se r¨ªe sin pudor, como con todo en la vida, de esta dualidad.
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