¡°Demandar a Alejandro Sanz ha sido lo m¨¢s triste de mi vida profesional¡±
Grandes ¨¦xitos pero tambi¨¦n dolorosas separaciones han jalonado los casi 40 a?os de carrera profesional de la agente musical Rosa Lagarrigue. Bajo su marca nacieron Miguel Bos¨¦, Mecano y Alejandro Sanz. Es respetada, temida y amada a partes iguales en este negocio. Y asegura que morir¨¢ con las botas puestas.
ROSA LAGARRIGUE (Santiago de Chile, 1955) ya enfila hacia los 40 a?os como la representante de artistas m¨¢s longeva y exitosa de la industria musical en espa?ol. En su caso, la monta?a rusa de ¨¦xitos (innumerables) y fracasos (no han faltado) solo le permite una respuesta: morir¨¢ con las botas puestas a no ser que, avisa, ¡°un d¨ªa me falte la pasi¨®n¡±.
La pasi¨®n la dedic¨® y la dedica a llevar con mano de seda y pu?o de hierro las carreras de cantantes y m¨²sicos. Raphael, Miguel Bos¨¦, Mecano, Alejandro Sanz, Mal¨², David DeMar¨ªa y Rozal¨¦n son tan solo algunas de las estrellas que han pasado por su regazo, el regazo de una empresaria respetada, temida, amada y seguramente odiada en la industria, una mujer de acero con suave acento chileno y dulce entonaci¨®n francesa, pero cuya reputaci¨®n de feroz, fr¨ªa e impasible sigue retumbando en las cuatro esquinas del ring musical en Espa?a y Latinoam¨¦rica. Lo menos que puede decirse de Rosa Lagarrigue es que es un personaje elusivo. ¡°Creo que esta es la tercera entrevista larga que concedo en 40 a?os¡±, confiesa.
No conseguir el regreso de Mecano es ¡°una espina¡± en el coraz¨®n. ?Divorcios? ¡°El de Alejandro Sanz y Miguel Bos¨¦¡±
?Los ¨¦xitos? Hacer de Mecano en los primeros ochenta una m¨¢quina de talento y dinero. Compartir 30 a?os de triunfos con su ¨ªntimo amigo Miguel Bos¨¦, paradigma de la estrella barroca y exuberante. Coger en 1991 a un chaval¨ªn de Moratalaz que tocaba la guitarra y convertirlo ni m¨¢s ni menos que en Alejandro Sanz, ejemplo de la estrella neocl¨¢sica y discreta. ?Los fracasos? No conseguir la reunificaci¨®n y regreso de Mecano, ¡°una espina clavada¡±. ?Los divorcios? Primero, Bos¨¦. Despu¨¦s, Alejandro Sanz. Dos muescas que siguen haciendo da?o.
Rosa Lagarrigue, al frente de su promotora RLM, recibi¨® recientemente el premio honor¨ªfico a la trayectoria en la gala de los Premios Fest, concedido por la Asociaci¨®n de Promotores Musicales ¡°por su excelente trabajo y su aportaci¨®n a la industria musical de nuestro pa¨ªs¡±. En el mensaje de agradecimiento que envi¨® desde M¨¦xico, donde se encontraba, dijo que a¨²n quedaban ¡°c¨®digos ¨¦ticos¡± en la industria musical.
Pero ?qu¨¦ c¨®digos?: ¡°Yo creo en la ¨¦tica, en decir las cosas. No estoy a favor de esa actitud sin escr¨²pulos que en general, es verdad, hay ahora. A veces, hoy en la industria musical te sientes rodeada de buitres, y eso yo no lo hab¨ªa vivido nunca en esta profesi¨®n. Sin embargo, hay un grupo de profesionales aqu¨ª y en Am¨¦rica que s¨ª se cuentan las cosas, que te dicen ¡®mira, que voy a ir a por este artista, pero quiero que lo sepas¡±.
La agente que sigue llevando las carreras musicales de Raphael y de Alberto Iglesias, pero tambi¨¦n de artistas de nuevo cu?o como Rozal¨¦n, L¨¦rica, ?lvaro Soler o Brisa Fenoy, no esconde cierto deje de frustraci¨®n en la forma actual de hacer las cosas dentro de lo que pudiera llamarse el mundillo, en relaci¨®n con los tiempos en que ella empez¨®: ¡°Normalmente, un artista quiere hacer un equipo que le aporte negocio pero que le brinde tambi¨¦n carrera. Ahora noto que abundan los m¨²sicos que solo buscan el dinero r¨¢pido. Y as¨ª no se construyen las carreras¡±.
¡ª?Una cuesti¨®n de cortoplacismo, como tantas cosas en este pa¨ªs?
¡ªAbsolutamente. La gente que busca el corto plazo siempre existi¨® en la industria musical espa?ola, pero ahora hay m¨¢s, animada seguramente por esa subasta en la que se ha convertido el mundo de los conciertos en Espa?a, y que no sabemos el resultado que va a dar, porque es muy reciente. Esto hace tres a?os no pasaba. Yo no creo en esa subasta. Yo creo en trabajar tranquilamente y formando equipos.
Sin embargo, Lagarrigue considera que en algo ha mejorado la industria. Y sostiene que, pese a esa subasta de la que habla, el mundo de la contrataci¨®n en Espa?a ha cambiado¡ para mejor: ¡°A m¨ª eso de que los Ayuntamientos pagaran esos cach¨¦s sobredimensionados no me parec¨ªa normal¡ No, yo creo que hemos vuelto a la realidad. Y est¨¢ muy bien. El artista vale las entradas que vende. Una m¨¢s una, dos. Y eso es lo que hay. Y el artista tiene que entenderlo. Y si mete en una sala a 80 personas, bienvenidas sean¡ Si les gustas, hablar¨¢n de ti en las redes sociales e ir¨¢s creciendo y acabar¨¢s metiendo 10.000¡±.
Dicen quienes la conocen que es la personificaci¨®n de la manager a la antigua, en el mejor sentido de la expresi¨®n: una especie de ¨¢ngel de la guarda m¨¢s que una representante de artistas, una especie de Carmen Balcells del mundo de la m¨²sica en espa?ol. Pero un ¨¢ngel que guarda las distancias: ¡°Eso de la Balcells de la m¨²sica es un piropo, pero, en contra de lo que muchos creen, yo nunca he ido de mam¨¢. Yo no me voy de copas con los artistas, no voy de amiga de ellos, nunca lo he hecho. Se me ha visto as¨ª porque tengo mucho car¨¢cter y defiendo con u?as y dientes a un autor, o me he llegado a enfrentar con un cantante m¨ªo por una idea. Me gusta ser muy profesional, muy cuadrada. Un poco fr¨ªa. No me gusta mezclar y confundir las cosas. Y eso ha hecho que haya durado tantos a?os con los artistas¡±.
Lagarrigue dice que, en realidad, es ¡°una manager de perfil bajo¡±. ¡°Yo no soy la amiga de los m¨²sicos. No se me ocurre opinar de sus vidas privadas. Ni siquiera me meto en sus negocios. Yo intento hacerles ganar mucho dinero con la m¨²sica y despu¨¦s lo que hacen con ese dinero no me importa¡±.
Ella se inici¨® en un mundo en el que la tr¨ªada sexo, droga y rock and roll resultaba poco menos que innegociable, y aunque no puede decirse que aquella triple f¨®rmula no conserve sus vigencias, ella se muestra convencida de que el circo de la m¨²sica ha dado un vuelco brutal: ¡°A ver, las excentricidades y los excesos siguen existiendo¡±, admite, ¡°pero es verdad que todo ese mundo est¨¢ ya un poco demod¨¦. Si t¨² quieres de verdad ser una estrella, olv¨ªdate de todo eso porque esto es un trabajo muy duro y muy serio. En el mundo de la m¨²sica los excesos est¨¢n pasados de moda. Todo es m¨¢s profesional¡±.
¡ªAunque no hay un vadem¨¦cum para casi nada en la vida¡, ?c¨®mo se fabrica una estrella? Mecano, por ejemplo, ?c¨®mo se fabric¨® Mecano?
¡ªPues Mecano es un buen ejemplo. Se parti¨® de una enorme capacidad. El talento tiene que estar, es la base. La suerte tambi¨¦n. Mecano ten¨ªa un ingenio enorme, brutal, y tambi¨¦n ambici¨®n. Sin ambici¨®n no se hace una estrella. Ellos vieron que yo hab¨ªa estado con Miguel Bos¨¦, y que Miguel Bos¨¦ hab¨ªa estado en Am¨¦rica, y en Italia, y en Francia, y entonces me vinieron a buscar. Ellos vinieron, yo no fui a buscar a Mecano. Y a partir de ah¨ª, trabajo, trabajo, trabajo. Inagotable, porque eso s¨ª: ellos eran inagotables. No ten¨ªan barreras.
¡ª?Por qu¨¦ se separaron?
¡ªBueno, en realidad ellos no hab¨ªan decidido separarse, sino tomarse un respiro y luego volver. Y de hecho, hay un disco por ah¨ª con temas in¨¦ditos. Est¨¢bamos a punto de hacer una gira y, de pronto, Jos¨¦ Mar¨ªa decidi¨® cortar. Y desde entonces no hemos sido capaces de armar el grupo. Es una frustraci¨®n personal, una espina clavada¡, pero sigo intent¨¢ndolo.
Distinto es el caso de Miguel Bos¨¦. Lagarrigue y ¨¦l se conocieron con 12 a?os en los pupitres del Liceo Franc¨¦s de Madrid. Adem¨¢s de una gran amistad, acabar¨ªan labrando una carrera de casi 30 a?os en com¨²n. Un matrimonio profesional que ya se acab¨®. ¡°Hubo interrupciones, cuando me fui a trabajar a Hispavox, cuando estuve con Mecano¡, as¨ª que no he estado siempre con Miguel. Mira, los artistas no pertenecen a nadie. Miguel, bueno, digamos que ten¨ªa otras necesidades, se mud¨® a Am¨¦rica, ten¨ªa ganas de cambiar¡±. Se ven muy de vez en cuando. ¡°No le echo de menos. Le recuerdo muy positivamente y tengo muy buenas an¨¦cdotas y vivencias, pero no, no le echo nada de menos¡±.
¡°Demandar a Alejandro Sanz es lo m¨¢s triste que he hecho en mi vida profesional. Tremendo¡±
Pero la ¨²ltima y m¨¢s dolorosa ruptura de Lagarrigue se llama Alejandro Sanz. Tras 25 a?os de amistad y negocio a partes iguales, la alianza m¨¢s productiva de la m¨²sica espa?ola toc¨® a su fin. ?Qu¨¦ pas¨®? ¡°Yo empec¨¦ con Alejandro desde cero cuando era un chaval de Moratalaz, y mira d¨®nde lleg¨®. Pero para m¨ª es complicado hablar porque hay problemas muy serios de por medio. Y tampoco tengo una explicaci¨®n. La ruptura fue completamente unilateral y con contrato vigente, es decir, que ni fue hablada ni consensuada. Lo que es muy doloroso, claro¡±.
Esos problemas son de orden legal y hablan de una separaci¨®n sin posibilidad de remisi¨®n, explica Lagarrigue, a quien se le nota demasiado la evidencia de un duro golpe en lo personal: ¡°Le he tenido que demandar, claro. S¨¦ que mucha gente piensa que ¨¦l me ha demandado a m¨ª, pero no. Le he demandado yo, y eso es lo m¨¢s triste que he hecho en toda mi vida profesional. Es tremendo, porque yo solo tengo recuerdos magn¨ªficos con Alejandro. Y es un artistazo. Pero hoy la situaci¨®n es otra. Y es muy triste, es lamentable, a m¨ª me mata¡±. Y zanja: ¡°Y no me gustar¨ªa hablar m¨¢s de este tema¡±. Sea.?
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