Parece mentira

Kant ya atisb¨® que la paz perpetua, el fin de todos los conflictos, se conseguir¨ªa con una rep¨²blica mundial, pero esto es una utop¨ªa. Tambi¨¦n estableci¨® que deber¨ªa existir una federaci¨®n para la paz. En otras palabras, con una mayor cooperaci¨®n entre los Estados se va construyendo esa deseada paz mundial. Y los nacionalismos la rompen en pedazos. Parece mentira que, mientras m¨¢s de 5.000 europeos se unen a las filas terroristas para luchar por la yihad y se han producido 113 atentados en 2016, nos preocupemos por diferenciar entre v¨ªctimas ¡°catalanas¡± y ¡°espa?olas¡±. Parece mentira que mientras el 1% m¨¢s rico de la poblaci¨®n mundial posee m¨¢s riqueza que el resto del planeta, discutamos sobre qui¨¦n aporta m¨¢s dinero y qui¨¦n tiene m¨¢s econom¨ªa. Parece mentira que habiendo alcanzado 22,5 millones de refugiados no luchemos por un mundo m¨¢s integrador, sino que fragmentemos nuestra propia casa. Y esto no es culpa de solo ¡°un bando¡±, sino de ese odio generalizado, m¨¢s peligroso que cualquier nacionalismo.¡ª Soledad Robles. Madrid.