Oriol espera
Junqueras, desde su celda de Estremera, dibuja el futuro oasis catal¨¢n
Los sondeos ya lo auguraban, y los resultados lo certifican: Catalu?a va a seguir viviendo en la inestabilidad, horrible palabra que define una situaci¨®n tambi¨¦n horrible.
Inestabilidad interna, pero tambi¨¦n de contexto, porque el embrollo catal¨¢n ha conseguido hacer que el todav¨ªa no llamado ¡°oasis espa?ol¡± se convierta en un pudridero. Las aguas tranquilas en Espa?a amenazan con ser aguas estancadas si Catalu?a no lo remedia.
De entrada, y casi de salida, hay un efecto catal¨¢n que va a tener enormes repercusiones: el partido del Gobierno en Espa?a no pinta nada en Catalu?a. Va a tener que arreglarse con otra fuerza pol¨ªtica para que represente su actuaci¨®n en el pa¨ªs.
El 155 no va a tener ya quien d¨¦ la cara por ¨¦l, porque m¨¢s all¨¢ del gran consenso obtenido en su aplicaci¨®n hay un Gobierno, sustentado en un partido, el PP, que lo ha puesto en marcha y lo sostiene. Y despu¨¦s de las elecciones de este mi¨¦rcoles, ese partido es casi un partido ¡°extranjero¡± en Catalu?a, una organizaci¨®n que domina Espa?a pero no pinta casi nada en ese territorio repleto de republicanos. El sue?o de Oriol Junqueras.
El hombre que reza solo en su celda, que medita en la prisi¨®n de Estremera, puede ver con serenidad pero tambi¨¦n con fruici¨®n, c¨®mo la Catalu?a con la que sue?a se acerca a la de verdad: sus rivales pol¨ªticos en el lado indepe, los seguidores de Puigdemont y los chalados de la CUP, van enchiqueci¨¦ndose poco a poco, y los enemigos espa?oles se identifican cada vez m¨¢s con la marca for¨¢nea y son, por tanto, m¨¢s f¨¢ciles de batir. Ciudadanos es un partido fuerte, pero hereda la condici¨®n de extranjero que le cede el PP.
Y el PSC ser¨¢ de f¨¢cil digesti¨®n, se piensa en el entorno del monje, mientras contin¨²e albergando en su alma la cercan¨ªa al catalanismo del extinto Maragall, autor del adeu a Espa?a.
En los sue?os, carlistas aunque republicanos, del entorno del Oriol de Estremera ya pueden tomar forma los proyectos de una gran insurrecci¨®n pac¨ªfica que agite las aguas sucias del oasis espa?ol: una gigantesca marea ciudadana portadora de lazos amarillos va a anegar Catalu?a cuando sea necesario, y toda Europa va a temblar ante esta fuerza avasalladora que no tiene prisa. Despu¨¦s de Catalu?a vendr¨¢n Padania y Baviera. La llamar¨¢n la rebeli¨®n de los ricos. ?Y qu¨¦?
Puigdemont acabar¨¢ siendo un don nadie de derechas en un rinc¨®n. Y esta vez no se cometer¨¢ el error de dejar libres a los violentos.
Junqueras, desde su celda de Estremera, dibuja el futuro oasis catal¨¢n.
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