Poder, ignorancia y abandono

Empec¨¦ a dudar de mi espa?olidad a los ocho a?os, en el internado, cuando vi por primera vez la televisi¨®n. Recuerdo la aparici¨®n estelar de una se?ora en¨¦rgica, Lola Flores, a quien presentaron como reina de la canci¨®n espa?ola. No me imaginaba que aquella m¨²sica era la espa?ola. Pocos d¨ªas m¨¢s tarde, en el fin del oto?o ¡ªcuando en Le¨®n hab¨ªa nevado varias veces¡ª TVE daba im¨¢genes de Madrid y anunciaba que la nieve hab¨ªa llegado a Espa?a¡­ me imagin¨¦ que Espa?a era el lugar donde estaban los locutores. Y el domingo, viendo el partido de f¨²tbol, descubr¨ª que cuando met¨ªa goles el equipo madrile?o los aficionados agitaban banderas rojigualdas. Entonces empec¨¦ a sospechar que Espa?a era realmente Madrid.

Fue as¨ª, a partir de mensajes sencillos, como empec¨¦ a pensar que yo no era un prototipo espa?ol, pese a que estudiaba Historia de Espa?a, Lengua Espa?ola, ve¨ªa Televisi¨®n Espa?ola y usaba monedas con la imagen de un se?or calvo caudillo de Espa?a por la gracia de Dios.

A quienes vivimos en la periferia, nos resulta mucho m¨¢s dif¨ªcil ser espa?ol, porque nuestra vida se asienta sobre el conocimiento de unas realidades que frecuentemente ignora el centro donde se emiten los mensajes y se toman las decisiones de poder. Y esa ignorancia genera enojo, muy especialmente cuando proviene de alguna autoridad. Hay una grave responsabilidad del centro en la tendencia centr¨ªpeta hispana.

Viene a colaci¨®n este introito por el cabreo colectivo que han causado las declaraciones de Mariano Rajoy realizadas con motivo de su visita (5/12/2017) a la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, donde otorg¨® a Reino Unido el t¨ªtulo de Cuna del Parlamentarismo, t¨ªtulo que la propia Unesco ha otorgado a Espa?a, al Reino de Le¨®n en concreto, por razones hist¨®ricas y documentadas. Tal incorrecci¨®n fue cometida primero en declaraciones a The Guardian y, luego, a los periodistas internacionales que cubrieron la visita.

El oeste espa?ol no necesita declaraciones ret¨®ricas. Necesita hechos, entre ellos la creaci¨®n de un eje ferroviario que una Algeciras con Gij¨®n

Ante el enfado general, el titular del Gobierno remiti¨® una Carta a los leoneses que es en realidad una nueva ofensa. Rajoy, recuerda en la misiva un texto de don Claudio S¨¢nchez Albornoz para explicar qui¨¦n fue Alfonso IX; intenta minimizar la torpeza afirmando que Le¨®n es la cuna del parlamentarismo, y anuncia que va a viajar en AVE a la esa "tierra cargada de futuro". Otra broma. ?D¨®nde est¨¢ el futuro de una tierra que pierde miles de habitantes cada a?o, que se ha transformado en el Finisterre de una comunidad aut¨®noma hecha de retales y regida con una ¨®ptica centralista, que permite la agon¨ªa de los pueblos, de la actividad econ¨®mica, la lengua aut¨®ctona y la propia historia?

La cita de un texto de don Claudio S¨¢nchez Albornoz, persona con la que compart¨ª amistad durante mi estancia en Argentina, es un nuevo escarnio. Si conoc¨ªa ese texto, ?c¨®mo se atrevi¨® Rajoy a decir a los brit¨¢nicos que ellos ten¨ªan la cuna del parlamentarismo? ?C¨®mo ignor¨® esa realidad hist¨®rica ratificada por la Unesco en su reuni¨®n de Corea del 18 de julio de 2013?

Viajar a Reino Unido y atribuirle las glorias propias es un acto lamentable. De poco puede servir una carta de rectificaci¨®n a los leoneses. Es a los ingleses a quienes tiene que explicar que los Decreta de Alfonso IX son el texto donde por primera vez en la historia un monarca anuncia el compromiso de gobernar consultando a una asamblea de representantes de los diversos estamentos, entre ellos los del pueblo llano, los cives electi de las ciudades del Reino.

En la carta de Rajoy a los leoneses reitera que el AVE convertir¨¢ a Le¨®n en el "centro log¨ªstico del oeste". Otra broma. El Estado tiene abandonado no solo a Le¨®n sino todo el oeste espa?ol. Entre 1996 y? 2016 ¡ªveinte a?os¡ª mientras Espa?a crec¨ªa en siete millones de habitantes, ese oeste evolucionaba as¨ª: Asturias perdi¨® 45.000 habitantes, Le¨®n perdi¨® 44.000 habitantes, Zamora perdi¨® 27.000 habitantes, Salamanca perdi¨® 18.000 habitantes, C¨¢ceres perdi¨® 10.000 habitantes. Badajoz perdi¨® 18.000 habitantes y Huelva perdi¨® 65.000 habitantes.

El oeste espa?ol no necesita declaraciones ret¨®ricas. Necesita hechos, entre ellos la creaci¨®n de un eje ferroviario que una Algeciras con Gij¨®n, articulando las comunicaciones de todo el oeste peninsular¡­Y planes de recuperaci¨®n econ¨®mica y demogr¨¢fica para esta franja olvidada en la que ¨²nicamente sobrevive Extremadura con alguna dignidad. La respuesta que necesita Le¨®n y el oeste son planteamientos de futuro e inversi¨®n.

Y respecto a la ofensa del parlamentarismo, la respuesta no es decir a Le¨®n por carta que esta es la Cuna del Parlamentarismo, hay que decirlo en Londres. La Ley Org¨¢nica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificaci¨®n, establece que la rectificaci¨®n se ha de emitir all¨ª donde se ofendi¨® o falt¨® a la verdad.

Tom¨¢s ?lvarez es escritor y periodista.