Hacia un Estado fiscalmente desarmado

Quien est¨¦ interesado en conocer con detalle el estado harapiento de la fiscalidad espa?ola no tiene m¨¢s que prestar atenci¨®n a dos informaciones recientes y unir la l¨ªnea de puntos. La primera expon¨ªa algo muy simple: la presi¨®n fiscal en Espa?a baj¨® por primera vez en 2016 desde que gobierna el PP (del 34,5% del PIB en 2015 al 34,1%). Es de suponer que tal descenso habr¨¢ producido gran alborozo en el PP y en Ciudadanos. El drama impl¨ªcito de la noticia es sencillo: los ingresos tributarios en Espa?a est¨¢n a 7,2 puntos de PIB de la media de la eurozona. En un pa¨ªs con un d¨¦ficit p¨²blico elevado, con un grado decreciente de protecci¨®n al desempleo, con un gasto social 4,3 puntos de PIB por debajo de la media europea, con un problema en ciernes con las pensiones y una carencia notable de infraestructuras, la ¨²nica receta universal que proponen PP y a C¡¯s es bajar impuestos.

S¨®lo con que la presi¨®n fiscal espa?ola, incluidas las cuotas de la Seguridad Social, se equiparase a la media de la eurozona, el Estado dispondr¨ªa de unos 80.500 millones m¨¢s. Que esa erosi¨®n fiscal voluntaria, buscada, limite la capacidad de acci¨®n del Estado, que lo ate de pies y manos durante una recesi¨®n y que desaparezca la funci¨®n redistributiva de la riqueza ¡ªahora que hasta el FMI reconoce que los impuestos son decisivos para combatir la desigualdad¡ª son factores secundarios para las fuerzas hostiles a la tributaci¨®n; el factor primario es la captaci¨®n de votos. Esta es la historia l¨²gubre (casi tan triste como la de Ford Madox Ford) de la fiscalidad espa?ola.

La segunda informaci¨®n, proclamada en un informe de Oxfam, nos dice que en los ¨²ltimos diez a?os la carga fiscal de las familias se ha disparado (del 73,8% en 2007 al 83,29% en 2016), mientras que el esfuerzo fiscal de las empresas ha ca¨ªdo (del 22,34% al 11,64%). Con las estad¨ªsticas de Hacienda en la mano, resulta que renta e IVA suman entre ambos 135.000 millones, mientras que sociedades recauda menos de 22.000. La recaudaci¨®n por sociedades no ha recuperado los 44.800 millones conseguidos antes de la crisis. ?Y por qu¨¦? Los beneficios han aumentado, seg¨²n nos cuentan los balances empresariales; por el contrario, los salarios est¨¢n deprimidos. Las razones se conocen: pr¨¢cticas fiscales agresivas, erosi¨®n de bases imponibles (empresa hay en Espa?a que dispone de hasta 59 empresas instrumentales en Holanda), cr¨¦ditos fiscales pendientes... La tasa nominal del IS es del 25%; pues bien, su tasa efectiva sobre el resultado de explotaci¨®n es del 10,7%. Y si se estrecha el foco, resulta que la tasa efectiva en las grandes empresas es del 7,3%, mientras que la de las peque?as y medianas es del 12,2%.

La crisis de 2007 ha producido dos efectos devastadores: precariedad laboral y un desplazamiento perverso de la tributaci¨®n hacia los impuestos indirectos y los que gravan las rentas familiares. Los hechos est¨¢n a la vista; y tambi¨¦n que la pol¨ªtica econ¨®mica de los gobiernos de Rajoy no s¨®lo ha contribuido a llegar a esta situaci¨®n (una loca carrera hacia el desarme fiscal del Estado), sino que est¨¢ contribuyendo a que se haga cr¨®nica.