Una Galaxia cercana

Aprovechando un hueco en la noche electoral me fui a ver Los ¨²ltimos Jedi. La pel¨ªcula me ha gustado, oye. La realidad pol¨ªtica de la Galaxia (no tan) lejana me ha parecido como la de aqu¨ª: pasan much¨ªsimas cosas pero todo sigue igual. Hasta vuelve Yoda. Vamos por la octava entrega y no hay forma de conseguir un Gobierno estable. No voy a entrar en el que aparezcan un ex Jedi autoexiliado y majara y un l¨ªder supremo rematadamente in¨²til, obsesionado con aplicarle el 155 hasta a Chewbacca. Pero s¨ª he de manifestar mi asombro por los avances que se han producido en la serie en materia de paridad, algo siempre muy dif¨ªcil de observar cuando tienes tantas razas extraterrestres de sexualidad imprecisa.

En Los ¨²ltimos Jedi (seg¨²n el Libro de Estilo de La Guerra de las Galaxias, el plural de Jedi es Jedi y no Jedis: a m¨ª que me registren), las mujeres no solo tienen papeles de enorme relevancia ¡ªincluso entre las Tropas de Asalto imperiales, con la deslumbrante de tan cromada, Capit¨¢n (?capitana?) Phasma¡ª, sino que son m¨¢s resolutivas, inteligentes, emp¨¢ticas y valientes. No pongo guapas, que me pierdo. Ya en el inicio encontramos a la heroica artillera Paige Tico en su Lancaster gal¨¢ctico, pero es que tenemos a su hermana Rose que le afea la deserci¨®n a Finn, la sacrificada vicealmirante Holdo (Laura Dern) que le lee la cartilla y da sopas con honda en estrategia y verg¨¹enza torera al impulsivo Poe Dameron... Por no hablar de Leia Organa y Rey, la gran protagonista. De hecho los hombres quedamos como el g¨¦nero tonto y poco fiable, aparte de encarnar a los principales malos de la funci¨®n. Tambi¨¦n en esto, como en lo pol¨ªtico, la Galaxia parece m¨¢s cercana...