Sobrevivir

La Navidad manda y nos han pedido que entreguemos nuestras columnas hoy, el d¨ªa siguiente a la cat¨¢strofe de Catalu?a. Esta es, adem¨¢s, mi ¨²ltima intervenci¨®n en el siniestro 2017. La siguiente columna ya estrenar¨¢ el 2018. Es, la atm¨®sfera as¨ª lo manda, una columna agobiada por la derrota y el acabamiento. Derrota ha sido que dos millones de fan¨¢ticos catalanes se entreguen de nuevo a la psicosis religiosa y el resentimiento. Saben muy bien que no tienen salida y que est¨¢n como ratones dando vueltas a una rueda, dentro de la jaula nacionalista. Saben lo nefasto que es el nacionalismo europeo que re¨²ne a toda la extrema derecha residual del continente. Saben que la separaci¨®n de Catalu?a supone su ruina, el aplastamiento econ¨®mico, la dependencia extrema. A pesar de lo cual, con tal de amargar la vida a los ¡°espa?oles¡± (como si ellos no lo fueran) est¨¢n dispuestos a morir. Es Numancia, es la gran tradici¨®n espa?ola del ¡°sostenella y no enmendalla¡±. Es lo peor de nuestros hispanof¨®bicos catalanes, que son inmensamente espa?oles, de los de antes, de los de Franco.

Por lo menos hemos visto el despegue de Ciudadanos. La esperanza es que este partido sustituya en el menor tiempo posible al de Rajoy, cuya torpeza ha sido colosal. No se combate a dos millones de fan¨¢ticos religiosos con buena voluntad y holganza. Como a los escolares que agreden con odio al profesor en clase, lo primero es ense?arles a estar en el aula. La pareja Rajoy/S¨¢nchez es incapaz de hacerlo, les tienen pavor.

La pr¨®xima columna estrenar¨¢ el 2018. No hay que permitir que esos creyentes, tan parecidos a los votantes agrarios de Trump, nos estropeen el a?o. Si no se reforma la ley electoral, hay que empezar a tramitar la independencia de Barcelona.