Una causa de toda la sociedad
La campa?a contra el acoso sexual no es un hecho aislado, sino parte del avance del feminismo
Con una rapidez y una contundencia inusitadas, la campa?a #MeToo (#YoTambien en Espa?a) se ha extendido como un vendaval y todo indica que no va a ser un fen¨®meno pasajero. Ya ha provocado la destituci¨®n o la dimisi¨®n de muchos hombres con poder econ¨®mico o cargos p¨²blicos acusados de valerse de su posici¨®n para exigir favores sexuales. Otras muchas iniciativas colectivas han dado lugar a manifestaciones masivas como la convocada a principios de a?o en Washington contra la actitud machista del presidente Donald Trump o movimientos de gran alcance como La Primavera Feminista de Brasil. Todos tienen en com¨²n una nueva premisa: las mujeres dicen basta a una discriminaci¨®n de m¨²ltiples expresiones, desde la brecha salarial hasta la falta de representaci¨®n en los puestos de decisi¨®n; desde la violencia de baja intensidad del acoso verbal hasta la violaci¨®n y el asesinato.
Cuando parec¨ªa deca¨ªdo y sin posibilidad de hacer cumplir los postulados de igualdad que defiende, estas campa?as han puesto de manifiesto que el feminismo sigue muy vivo y que las mujeres no est¨¢n dispuestas a seguir soportando la humillaci¨®n del acoso, el sufrimiento de la violencia machista y el aplastamiento de la desigualdad. Como hemos visto en Espa?a en el juicio a La Manada por la violaci¨®n m¨²ltiple de una joven en Pamplona, el machismo est¨¢ muy incrustado en la cultura masculina. Pero ya no basta con exigir que las mujeres puedan acudir a las fiestas sin miedo y comportarse con libertad sin ser culpabilizadas.
Las consecuencias que las denuncias p¨²blicas de abuso est¨¢n teniendo indican que se ha producido un cambio sustancial en la percepci¨®n del acoso sexual. Estamos pasando de la tolerancia y la permisividad a que las propias empresas vigilen que esas conductas no se produzcan. No es suficiente con que los hombres interioricen aquello de ¡°NO es no¡±. Los hombres han de saber que ¡°Solo S¨ª es S¨ª", como reza una campa?a en Suecia. Afortunadamente, cada vez hay m¨¢s hombres feministas que as¨ª lo creen y acompa?an a las mujeres en una causa que no es solo de ellas sino de toda la sociedad.
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