La rocambolesca vida de la voz de una generaci¨®n que decidi¨® dar un bofet¨®n al sistema
Lauryn Hill era la destinada a ocupar el trono de la m¨²sica pop, pero se rebel¨® contra los que quer¨ªan dirigir su arte
Ten¨ªa 23 a?os, acababa de vender 19 millones de ejemplares (y ganar cinco premios Grammy) del ¨²nico disco en solitario que ha editado en su carrera y su cuenta corriente exhib¨ªa 20 millones de euros. Se hab¨ªa quedado embarazada pocos meses antes y la compa?¨ªa de discos le hab¨ªa recomendado que abortase, para que este hecho no frenase su mete¨®rica carrera. Fue cuando Lauryn Hill (Nueva Jersey, 1975) dijo no y dio el bofet¨®n m¨¢s sonoro al voraz sistema, a una industria del entretenimiento acostumbrada a dominar y a tratar como s¨²bditos a los artistas. Esta es la historia de una mujer que ha decidido vivir como una hippy cuando su destino era asumir un trono.
Su autenticidad, su integridad y sus agallas acabaron con su carrera. ¡°Ella despreciaba en lo que Lauryn Hill se hab¨ªa convertido, despreciaba a esa superestrella mundial manufacturada. As¨ª que un d¨ªa dijo: 'Que os jodan¡±, recuerda un colaborador
Durante las entrevistas del que ser¨ªa su ¨²ltimo disco, I look to you (2009), Whitney Houston no ocult¨® que solo lo grab¨® por obligaci¨®n contractual. Houston fantaseaba con retirarse y abrir un puesto de fresas en Jamaica con su hija. La que parec¨ªa destinada a ser su heredera, Lauryn Hill, s¨ª le ha dado la espalda al sistema, y con ¨¦l a su puntualidad, a su declaraci¨®n de hacienda y a su contrato para lanzar un segundo disco.
Pero antes hay que hablar de su grupo, los Fugees. Eran tres. Wyclef Jean era el genio, Pras Michael su comparsa y Lauryn Hill la que daba la cara. Su pop-rap comprometido y antiviolento convirti¨® a los Fugees (dos discos en sus a?os en activo, de 1990 a 1997, con una breve resurrecci¨®n en 2004) en el producto id¨®neo para que el hip-hop fuese asimilado por el circuito comercial blanco. ¡°Queremos hacer algo positivo con la m¨²sica, porque parece que hoy solo funciona la negatividad. Basta con una gota de pureza para limpiar un pozo¡±, promet¨ªa Hill, la cara amable (hab¨ªa aparecido en Sister Act 2, de vuelta al convento) y ¡°una muchacha con un aspecto irresistiblemente adorable¡±, seg¨²n Newsweek. Pero esta canonizaci¨®n art¨ªstica qued¨® arruinada por algo tan mundano como el amor.
¡°?ramos como dos forajidos enamorados¡±, escribi¨® Wyclef Jean en su autobiograf¨ªa Purpose. Y a?ad¨ªa: ¡°Ten¨ªamos broncas enormes en aviones, ella se me lanzaba de un asiento a otro y el resto de pasajeros se cambiaba de sitio. Nunca nos arrestaron, pero estuvieron a punto varias veces en Europa¡±.
Lauryn Hill se qued¨® embaraza y, desoyendo los ejecutivos que le recomendaban abortar, dio a luz a Zion en 1997. Hasta el ¨²ltimo momento, Hill le hizo creer a?Wyclef Jean que el hijo era suyo (aunque ¨¦l se hab¨ªa casado con su actual esposa, Marie Claudinette, segu¨ªa manteniendo relaciones con Hill), pero result¨® ser descendiente de la realeza musical: el abuelo de Zion es Bob Marley. Lauryn Hill ha mantenido una relaci¨®n con Rohan Marley, hijo de Bob Marley, con quien ha tenido cinco hijos: Zion, de 20 a?os; Selah (19), Joshua (16), John (15) y Sarah (9). El sexto hijo de Hill, Micah, tiene 6 a?os y la identidad de su padre nunca ha sido revelada.
Y Hill se derrumb¨®, entre l¨¢grimas: "Estoy loca y desquiciada. Sol¨ªa vestirme para vosotros, pero ya no hago eso. Cre¨¦ aquel personaje p¨²blico, aquella ilusi¨®n p¨²blica, y me convert¨ª en su reh¨¦n"
En 1998, el disco The Miseducation Of Lauryn Hill (una referencia al ensayo The Mis-Education of the Negro, de Carter G. Woodson, sobre c¨®mo los afroamericanos eran adoctrinados a principios del siglo XX para depender de y buscar refugio en los blancos) convirti¨® a su autora en la voz de su generaci¨®n. Solo ten¨ªa 23 a?os. Un ¨¢lbum que nac¨ªa del orgullo (¡°Lauryn quer¨ªa triunfar para eclipsar a Wyclef y a los Fugees¡±, asegura un amigo de la cantante), pero tambi¨¦n enraizado en el desamor, el ¨¦xito, el fracaso, la fe, la maternidad, la comunidad negra y el feminismo.
¡°He escrito canciones que me revuelven¡±, explicaba Hill, ¡°con la integridad del reggae, el impacto del hip-hop y la instrumentaci¨®n cruda del soul cl¨¢sico¡±. Largas sesiones en el estudio de grabaci¨®n con sus amigos (¡°es una bendici¨®n, no necesitamos firmar contratos¡±, contaba) forjaron una pieza musical que condensaba el pasado, el presente y el futuro de la m¨²sica negra en 69 minutos.
The Miseducation Of Lauryn Hill vendi¨® 19 millones de ejemplares, acumul¨® n¨²meros 1 -Doo Wop (That Thing), Ex-Factor, Can't Take My Eyes Off You- y bati¨® r¨¦cords en los Grammy: Hill se convirti¨® en la mujer con mayor n¨²mero de nominaciones en una sola edici¨®n (10) y mayor n¨²mero de galardones (5, incluido ?lbum del A?o).
Lauryn Hill embellec¨ªa portadas de revistas y denunciaba la marginaci¨®n negra. Era idolatrada como icono cultural, estrella del pop y producto empresarial. O como lamentar¨ªa la revista Rolling Stone a?os despu¨¦s, ¡°pod¨ªa haber sido una especie de Jennifer Lopez con sustancia pol¨ªtica¡±. Pero precisamente esa autenticidad, esa integridad y esas agallas acabaron con su carrera. ¡°Ella despreciaba en lo que Lauryn Hill se hab¨ªa convertido, despreciaba a esa superestrella mundial manufacturada, despreciaba a esa chica de portada. As¨ª que un d¨ªa dijo: 'Que os jodan¡±, recuerda un colaborador.
En 2000 Lauryn Hill comenz¨® a asistir a diario a sesiones de estudio de la Biblia con un tipo que se hac¨ªa llamar Brother Anthony. ¡°Esas clases eran una mierda enfermiza¡±, describe su compa?ero de Fugees Pras Michael, ¡°una mierda sectaria. 'Renuncia a todo tu dinero', dec¨ªan, 'el dinero no significa nada¡±. Hill despidi¨® a sus managers porque, tal y como le suger¨ªa su gur¨² de la secta, Brother Anthony, ¡°no le deb¨ªa nada a nadie, ni a sus fans¡±.
¡°La Lauryn Hill que conoc¨ªais era solo la que me permit¨ªan ser. Me sent¨ªa inc¨®moda sonriendo a gente que no me ca¨ªa bien o ni siquiera conoc¨ªa¡±, explicar¨ªa ella misma sobre esta reclusi¨®n. Durante ese retiro, Hill lanz¨® 'MTV Unplugged 2.0', un disco que, seg¨²n un ejecutivo de su discogr¨¢fica (Sony), ¡°habr¨ªa hecho que cualquier otro artista fuese asesinado¡±.
El ¨¢lbum, grabado en directo con el ¨²nico acompa?amiento de una guitarra que Hill todav¨ªa no dominaba (hay tres acordes en todo el repertorio), fue un fracaso comercial y una obra de culto inmediata. Se trataba de una artista derrumb¨¢ndose emocionalmente sobre un escenario. ¡°Estoy loca y desquiciada¡±, confesaba entre l¨¢grimas, ¡°sol¨ªa vestirme para vosotros, pero ya no hago eso. Cre¨¦ aquel personaje p¨²blico, aquella ilusi¨®n p¨²blica, y me convert¨ª en su reh¨¦n. En aquel momento, tuve que morir un poco¡±. Pero Lauryn Hill no solo se vio superada por su propia marca publicitaria, sino por el sistema legal estadounidense.
El triunfo de The Miseducation Of Lauryn Hill, que le report¨® a Hill m¨¢s de 20 millones de euros, llev¨® a su banda a denunciarla por los derechos intelectuales. La creaci¨®n del ¨¢lbum, sin contratos de por medio, hab¨ªa surgido de la colaboraci¨®n de Hill con el grupo musical New Ark, que aparec¨ªa acreditado en funciones menores como ¡°producci¨®n adicional¡±, ¡°arreglos¡± o ¡°programaci¨®n¡±. Sony presion¨® a la cantante para que firmase como autora absoluta del ¨¢lbum: ¡°Compuesto, producido, arreglado e interpretado por Lauryn Hill¡±. Hill se neg¨® a admitir la co-autor¨ªa de New Ark, pero Sony prefiri¨® llegar a un acuerdo econ¨®mico compensatorio para evitar ir a juicio. Ella se sinti¨®, una vez m¨¢s, traicionada por el sistema.
¡°A los hombres les gusta cuando cantas para ellos¡±, denunciar¨ªa Hill, ¡°pero si intentas zafarte y controlar t¨² misma la situaci¨®n, llegan las dudas. Esta industria es muy sexista. Nunca le conceder¨¢n el t¨ªtulo de 'genio' a una mujer negra¡±. Desde aquel incidente, Lauryn Hill apenas ha lanzado un pu?ado de canciones sin repercusi¨®n alguna, ha llegado tarde a todas partes y ha dado conciertos entre un extra?a mezcla de abucheos y devoci¨®n.
¡°Miserable y acabada¡±, fue la definici¨®n exacta de un representante del Vaticano despu¨¦s de que Hill, en pleno concierto en la capital de la Iglesia cat¨®lica, aclarase: ¡°No estoy aqu¨ª para celebrar, como vosotros, el nacimiento de Cristo, sino para preguntaros por qu¨¦ no est¨¢is de luto tras la muerte de este lugar. Dios ha tenido que presenciar la corrupci¨®n de nuestros l¨ªderes y la explotaci¨®n y los abusos del clero¡±.
En 2006, apareci¨® tres horas tarde en un festival en Londres. ¡°Me cuesta mucho decidir qu¨¦ ponerme, es una cosa de mujeres¡±, fue su ¨²nica explicaci¨®n. En 2009, arranc¨® una gira europea llegando m¨¢s de dos horas tarde y actuando durante escasos 40 minutos, culpando al tr¨¢fico primero y luego: "A la dificultad para alinear mi energ¨ªa con el tiempo, porque me importa profundamente el proceso art¨ªstico y soy una perfeccionista¡±. Aquella gira acabar¨ªa siendo cancelada tras desmayarse en el segundo concierto durante la segunda canci¨®n y negarse a devolver el dinero de la entrada.
Esa costumbre de llegar tarde (o ni siquiera aparecer) acabar¨ªa frustrando un segundo disco en solitario, en el que Sony invirti¨® dos millones de euros (le construyeron un estudio de grabaci¨®n en su casa de Miami porque Hill se neg¨® a caminar un kil¨®metro) pagando vuelos y alojamientos en hoteles de lujo para productores y m¨²sicos que, tras firmar un contrato mediante el cual ced¨ªan la autor¨ªa total a Hill y esperar durante d¨ªas su llamada, abandonaron toda esperanza de participar en el proyecto.
Lauryn Hill tambi¨¦n lleg¨® tarde a su declaraci¨®n de la renta. En 2012, el fisco le reclam¨® 1,5 millones de euros en concepto de impuestos que se saldaron con una reposici¨®n de la deuda y tres meses de c¨¢rcel. ¡°Rechazo el clima de hostilidad, manipulaci¨®n, prejuicio racial y sexismo de la cultura pop¡±, justific¨® Hill en su Tumblr. Y a?adi¨®: ¡°Cuando trabajaba sin parar y sin verme afectada por esas interferencias, pagaba mis impuestos. Solo dej¨¦ de hacerlo cuando sent¨ª la necesidad de retirarme de la sociedad para garantizar mi seguridad y mi bienestar y los de mi familia¡±.
Lauryn Hill, quien exige a todo el mundo que se dirija a ella como Miss Lauryn Hill (y as¨ª figura en sus redes sociales y en Spotify) y cobra por conceder entrevistas, ¡°tiende a culpar de sus problemas a aquellos que la rodean, quiere que sus empleados la teman, porque confunde el temor con el respeto¡±, seg¨²n un amigo cercano. Reconvertida en una criatura antisistema, Hill enarbola un discurso defensivo, autoafirmante y casi conspiranoico: ¡°He sufrido energ¨ªas negativas que han bloqueado mis proyectos personales¡±, ¡°vivo creando constantemente, escribo mucho, a veces guiones, me apasiona el dise?o de moda¡±, ¡°tuve que dominar mis demoniacos complejos de inferioridad, inseguridad y el miedo a ser negra, joven y talentosa en esta cultura Occidental que no entiende c¨®mo los conceptos 'mujer' y 'fortaleza' pueden funcionar juntos. O 'joven' y 'sabia'. O 'negra' y 'divina'¡±.
Su pareja intermitente, Rohan Marley, desvela: ¡°Lauryn escribe m¨²sica en el ba?o, en el papel higi¨¦nico, en la pared. Escribe en el espejo cuando se llena de vaho, esa mujer no duerme¡±. Pero el segundo ¨¢lbum no llega y han pasado 19 a?os desde que fue coronada como icono cultural, estrella del pop y producto empresarial: ni siquiera Lauryn Hill ha sido capaz de estar a la altura de las expectativas que el mundo cre¨® en torno a Lauryn Hill.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.