El broche de la princesa
La princesa de Kent es ese tipo de gran dama que le gusta un jaleo. Y disfruta si puede orientarlo a vocear sus creencias
Ma?ana se acaba 2017. Termina con varias tormentas, comunicados, robos de ordenadores en empresas vinculadas al expresidente de la Comunidad de Madrid. Y el regreso de los blackamoors, esos objetos de decoraci¨®n, originados en Venecia, que usaban testas de negros o moros a modo de honrar la belleza no europea sin ning¨²n sentido de lo pol¨ªticamente correcto. A la esposa del pr¨ªncipe Michael de Kent, un c¨¦lebre familiar pol¨ªtico de la reina de Inglaterra, se le ocurri¨® vestir un aparatoso broche con el busto de un negro para acudir al primer almuerzo de Navidad con Meghan Markle, que es biracial. Si no fue adrede tiene mucha malicia, que no es nada divertida.
La princesa de Kent llevaba tiempo sin asombrarnos. Es una vieja residente del palacio de Kensington, donde acumulan a todos los reales que no caben en Buckingham (incluyendo a la propia Meghan, cuando se case con el pr¨ªncipe Enrique) y, adem¨¢s, es ese tipo de gran dama que le gusta un jaleo. Y disfruta si puede orientarlo a vocear sus creencias. En ciertas esferas sociales ese tipo de se?oras gustan mucho porque se atreven a expresar lo que los dem¨¢s no pueden. Pero cuando meten la pata se quedan solas. Sin embargo, hay que intentar rescatar al blackamoor. Hubo un momento en los ochenta que los ve¨ªas en todos sitios, empezando por los salones de la princesa de Kent. La gente cre¨ªa que eran un objeto barroco, cuando es muy anterior, y se pon¨ªan al lado de ellos para sentirse Mar¨ªa Antonieta por un d¨ªa. En Caracas, los hab¨ªa por doquier, como si en realidad mi ciudad de origen hubiera sido una sucursal de Venecia. A veces muchos invitados cre¨ªan que los bustos eran de familiares de los anfitriones, demostrando que el racismo no es solo cosa de anglosajones sino tambi¨¦n de caribe?os. El racismo, una de esas cosas que no logramos superar. Durante mucho tiempo consigui¨® propagar su mensaje de odio a trav¨¦s de cosas aparentemente inofensivas. Como los broches en forma de blackamoor.
Siempre hay l¨ªos en las comidas de Nochebuena y listas de figuras importantes al cierre de cada a?o. ?Hola! consigui¨® reunirlos en un reportaje. El reparto es incre¨ªble, como si la revista hubiera querido ahorrar y mezclado la lista de los m¨¢s representativos con la de los m¨¢s elegantes. Nunca entender¨¦ porqu¨¦ ?Hola! abandon¨® su lista de los m¨¢s elegantes, estoy convencido de que las cosas empezaron a torcerse desde el momento en que dejaron de publicarla. Las listas son arbitrarias pero una tradici¨®n que lucha por permanecer entre nosotros. Como los robos en Navidad. Aparte del precio de ciertos comestibles, han desaparecido unos ordenadores en la sede de una empresa, Mercasa, investigada en una causa anticorrupci¨®n. ?Debe ser la cosa m¨¢s f¨¢cil del mundo sustraer un ordenador en Navidad! Abres con tu llave la empresa vac¨ªa y te llevas lo que necesites, por ejemplo. Me preocupa m¨¢s el robo de m¨¢s de 1.000 euros a Froil¨¢n durante una visita a Canoe, el casino madrile?o. Al parecer, el sobrino del Rey llevaba el dinero en un sobre. Y el sobre desapareci¨®. ?No aceptan Apple Pay en Canoe? Con todo lo millennial que es Pipe, a lo mejor es un mensaje que quiere transmitir: ciertas cosas le gustan en papel. Los billetes y espero que los libros tambi¨¦n.
Shakira no es de papel pero acaba de emitir un comunicado anunciando que retomar¨¢ su gira el 18 de junio. Tras estudiar su problema con las cuerdas vocales, concluye que necesita m¨¢s tiempo del que pensaba. Es probable que de esa manera descarte una operaci¨®n. O sea, que se va a pasar seis meses y 18 d¨ªas en silencio. Una prueba fort¨ªsima. Shakira, que la queremos tanto, ha atravesado un a?o donde la han separado de Piqu¨¦ con asiduidad. Era ponerse a llorar Piqu¨¦ por el conflicto independentista y acto seguido aparecer rumores de separaci¨®n. A lo mejor quer¨ªan volverlos la imagen del 155 pero ellos decretaron su solidez hasta aparecer esta Navidad pas¨¢ndolo muy bien en Nueva York, que es una de las capitales preferidas de los catalanes. Quiz¨¢s por ser biling¨¹es, los catalanes sienten m¨¢s cari?o por el ingl¨¦s que el resto de los espa?oles. Una de esas cosas que debemos estudiar en 2018. Igual que ese no se qu¨¦ de Catalunya para generar ¨ªdolos internacionales. Peret. Serrat. Dal¨ª. Mir¨®. Josep Pla. Todos ellos, ?por qu¨¦ no?, podr¨ªan posar para un blackamoor.
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