Libros y monjas
Cuantos m¨¢s a?os lleva algo entre nosotros, m¨¢s porvenir tiene. Lo m¨¢s nuevo, en promedio, perece antes
Al cerrar el a?o, sentimos que todo va muy r¨¢pido. Los avances tecnol¨®gicos se pisotean. Los cambios sociales nos atropellan. Pero, en realidad, el mundo avanza despacio.
Mientras periodistas y analistas ponemos el foco en la mutante actualidad, acad¨¦micos e historiadores nos han vuelto a recordar este 2017 que los cambios de fondo son lentos. Por ejemplo, este a?o hemos descubierto que los humanos ten¨ªamos granjas 30.000 a?os antes de lo que hab¨ªamos estimado. Otros hallazgos arqueol¨®gicos apuntan en la misma direcci¨®n. La humanidad lleva haciendo las mismas cosas ¡ªcultivar, construir, rezar¡ª durante m¨¢s tiempo de lo que imagin¨¢bamos.
La Neol¨ªtica fue una evoluci¨®n. Y el Renacimiento no fue un repentino despertar mental tras siglos de oscura Edad Media, sino que ¨¦sta fue un periodo de continuos progresos intelectuales. Otras supuestas revoluciones, econ¨®micas o pol¨ªticas, son etiquetas que hemos inventado a posteriori, m¨¢s para glorificar a una generaci¨®n o naci¨®n concreta que para describir adecuadamente un cambio social.
Saber que el mundo va m¨¢s lento de lo que pens¨¢bamos deber¨ªa ayudar a corregir nuestro sesgo futurista. Cuando comparamos una cosa vieja y otra nueva ¡ªcomo un libro y una tableta; o una monja sentada junto a un neopunk en el metro¡ª, creemos que lo nuevo tiene m¨¢s futuro. Pero es lo contrario. Cuantos m¨¢s a?os lleva algo entre nosotros, m¨¢s porvenir tiene. Lo m¨¢s nuevo, en promedio, perece antes. Es m¨¢s probable que en el siglo XXII haya monjas y libros que neopunks y tabletas. En el futuro habr¨¢ sillas y mesas, pero quiz¨¢s no pantallas de plasma o tel¨¦fonos m¨®viles.
Muchas tendencias que vemos inevitables, del laicismo a las redes sociales, remitir¨¢n. Y viejas tradiciones que nos han acompa?ado desde tiempo inmemorial, de la poes¨ªa a la b¨²squeda de la espiritualidad, volver¨¢n. De hecho, cuando uno visita las naciones socioecon¨®micamente m¨¢s avanzadas del mundo, sorprende su respeto al pasado: de la monarqu¨ªa a los ritos sociales, pasando por la arquitectura o los tranv¨ªas vetustos. Cuanto m¨¢s aprecias lo antiguo, mejor eval¨²as el valor a?adido de lo moderno. @VictorLapuente
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