?Realmente nos ponemos enfermos en cuanto nos vamos de vacaciones?
Todos esperamos ansiosos las vacaciones, pero ?verdad que parece que, en cuanto uno hace una pausa, se pone enfermo?

?Alguna vez le ha pasado que, cuando estaba deseando tener vacaciones o darse un descanso y lleg¨® el momento, se encontraba tan mal que no pudo disfrutarlo?
No es el ¨²nico.
En 2001, el investigador holand¨¦s Ad Vingerhoets acu?¨® el t¨¦rmino "enfermedad del ocio" para referirse a un supuesto estado en el que algunas personas, en particular las que trabajan bajo presi¨®n, caen enfermas en cuanto se dan un descanso. El estudio de Vingerhoet, para el que se entrevist¨® a casi 2.000 holandeses, hombres y mujeres, descubri¨® que alrededor del 3% declaraba que los fines de semana y en vacaciones se encontraba peor que los d¨ªas de trabajo normales.
Los s¨ªntomas mencionados con m¨¢s frecuencia eran dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular y n¨¢useas, as¨ª como las dolencias que se transmiten por v¨ªa a¨¦rea, como el resfriado y la gripe. El cient¨ªfico y su equipo concluyeron que la transici¨®n de trabajar a no trabajar era complicada, sobre todo para las personas que desempe?aban funciones sometidas a mucha presi¨®n.
Los s¨ªntomas mencionados con m¨¢s frecuencia eran dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular y n¨¢useas, as¨ª como las dolencias que se transmiten por v¨ªa a¨¦rea, como el resfriado y la gripe
Por lo visto, la descripci¨®n de la enfermedad del ocio de Vingerhoet dio en el clavo, y fue el pistoletazo de salida para toda una serie de nuevos art¨ªculos publicados en los a?os siguientes. Otros investigadores han propuesto que la enfermedad aparece a consecuencia de que el sistema inmunitario de la persona, que normalmente funciona a alto rendimiento, deja de trabajar al mismo tiempo que ella.
Pero los m¨¦dicos y los psic¨®logos afirman que estos estudios no son concluyentes. Seg¨²n Jane Gunn, directora del Departamento de Medicina General de la Universidad de Melbourne, muchos m¨¦dicos est¨¢n familiarizados con la enfermedad del ocio, al menos de manera anecd¨®tica. "Efectivamente, se trata de un fen¨®meno con el que la mayor¨ªa de los m¨¦dicos de medicina general se ha topado alguna vez, como ellos mismos reconocer¨ªan de inmediato, pero que probablemente se ha estudiado poco", opina.
?Gunn cuenta que, a lo largo de los a?os, ha visto a pacientes que se apresuraban a terminar el trabajo antes de las vacaciones y que se pasaban tanto de la raya que acababan reventados. "Y qui¨¦n lo iba a decir, se iban de vacaciones y no pod¨ªan disfrutarlas porque estaban agotados", explica.
Tambi¨¦n ha tenido pacientes que se quejaban de dolor muscular o de migra?as durante su tiempo de descanso, lo cual pod¨ªa deberse a la acumulaci¨®n relacionada con el aumento de la carga de trabajo y la preparaci¨®n de las vacaciones. Cristina Bryant, profesora adjunta y psic¨®loga cl¨ªnica del Royal Women's Hospital, afirma que est¨¢ demostrado que las emociones como el estr¨¦s y la ansiedad tienen efectos sobre el sistema inmunitario.
"Cuando est¨¢s estresado, el cuerpo libera adrenalina y cortisol, dos hormonas estrechamente relacionadas con la supresi¨®n del sistema inmune", explica Bryant. "No cabe duda de que existe una conexi¨®n con las emociones negativas de toda clase. La ira en particular es muy perjudicial para la salud, al igual que la ansiedad". Sin embargo, no est¨¢ tan convencida de que el sistema inmunitario d¨¦ una respuesta retardada a los agentes del estr¨¦s, como un gran volumen de trabajo. "El cortisol, por ejemplo, no tarda m¨¢s que unas horas en tener un importante efecto sobre el sistema inmunitario", afirma.
La enfermedad del ocio se podr¨ªa atribuir a factores diferentes del estr¨¦s, a?ade Gunn. En vacaciones es m¨¢s probable que la gente haga cosas que la expongan al contagio, como comer en el buf¨¦ de un crucero o sentarse al lado de una persona enferma en la cabina de un avi¨®n.
La directora del Departamento de Medicina General cuenta que ha conocido a gente que volv¨ªa de vacaciones con molestias y dolores provocados por un ejercicio ocasional que sus organismos no estaban acostumbrados a practicar. "A lo mejor se lesionaron la espalda montando la tienda de campa?a", cita a t¨ªtulo de ejemplo.
Bryant opina que el estudio de Vingerhoet se basa excesivamente en lo que uno recuerda. "Quiz¨¢ se trate m¨¢s de c¨®mo recordamos la enfermedad que de que esta aparezca realmente con m¨¢s frecuencia cuando estamos de vacaciones", matiza. "Ponerse enfermo en esas circunstancias cambia nuestra percepci¨®n de las vacaciones y ocupa un lugar m¨¢s destacado en la mente que si enfermamos una semana de trabajo cualquiera", a?ade.
La enfermedad del ocio se podr¨ªa atribuir a factores diferentes del estr¨¦s. En vacaciones es m¨¢s probable que la gente haga cosas que la expongan al contagio, como comer en el buf¨¦ de un crucero o sentarse al lado de una persona enferma en la cabina de un avi¨®n
En otras palabras, puede que uno haya ca¨ªdo enfermo antes de las vacaciones y que no se haya dado cuenta hasta que empieza a relajarse. O puede que se acuerde de que estuvo en la playa con un resfriado por el mero hecho de que eso estrope¨® sus expectativas de pasarlo bien.
Seg¨²n Bryant, un estudio prospectivo, en el que se hace un seguimiento de los individuos durante un periodo de tiempo, podr¨ªa ser m¨¢s indicativo de la existencia de una relaci¨®n real entre las vacaciones y la enfermedad. "En vez de pedir a la gente que piense en sus ¨²ltimas vacaciones y en c¨®mo se encontraba, que es algo que depende de los recuerdos e introduce el riesgo de sesgo, un estudio prospectivo incluir¨ªa a la persona en el momento actual y le pedir¨ªa que rellenase un cuestionario durante las vacaciones", dice. "No obstante, los efectos positivos de viajar parece que superan al impacto de los problemas de salud", a?ade. As¨ª que, por supuesto, m¨¢rchense y disfruten de sus vacaciones, recomienda Gunn. "A fin de cuentas, creo que hay m¨¢s base emp¨ªrica a favor de hacer las maletas que de la idea de que salir hace que enfermes" concluye, y a?ade:? "A lo mejor lo que hay que aprender es a aterrizar poco a poco en las vacaciones".
Kate Stanton es investigadora de la Universidad de Melbourne
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la web Pursuit.
Traducci¨®n de News Clips.
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