?ngel Mar¨ªa Villar: ¡°En el f¨²tbol espa?ol apenas hay corrupci¨®n¡±
Ha sido el mandatario del f¨²tbol espa?ol durante tres decenios. Desde la vicepresidencia de la FIFA y de la UEFA, expandi¨® su poder global. Hasta que el pasado verano fue encarcelado bajo la acusaci¨®n, entre otros delitos, de corrupci¨®n y administraci¨®n desleal. En libertad bajo fianza, acaba de ser destituido como presidente de la federaci¨®n espa?ola. Asegura que seguir¨¢ luchando hasta el final por defender su inocencia.
LOS DOCE D?AS que ?ngel Mar¨ªa Villar Llona estuvo el pasado verano en la c¨¢rcel de Soto del Real devolvieron a la calle a un hombre afligido y humillado, herido de resentimiento y dispuesto a lanzar la bomba at¨®mica del posible veto de la FIFA a la participaci¨®n espa?ola en el Mundial de Rusia 2018. Creyente como es, convencido como est¨¢ de que el Alt¨ªsimo gu¨ªa sus pasos, Villar busca la revancha armado de la c¨®lera de Dios y de su influencia en los estamentos internacionales y nacionales del f¨²tbol. En libertad tras pagar los 300.000 euros de fianza que el juez Santiago Pedraz le impuso en el caso Soule ¡ªen el que tambi¨¦n est¨¢ implicado su hijo Gorka, quien pag¨® una fianza de 150.000 euros por salir de prisi¨®n¡ª, y reci¨¦n despojado de la presidencia de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) por el Tribunal Administrativo del Deporte, Villar puede parecer un boxeador sonado, tambaleante, con visi¨®n borrosa de la realidad. Pero no est¨¢ grogui ni acabado. ¡°Morir¨¢ matando¡±, vaticinan sus amigos y enemigos. ?Qui¨¦n es el hombre que rumia su vendetta por haber sido destronado tras reinar durante 29 a?os en el f¨²tbol espa?ol? ¡°Soy una persona sencilla, tenaz y trabajadora con vocaci¨®n de servicio a los dem¨¢s¡±, dice.
Si ?ngel Mar¨ªa Villar cierra los ojos y bucea en los primeros a?os de su infancia, encuentra siempre a un ni?o que sigue el partido del Athletic de Bilbao acodado en la ventana del dormitorio de sus padres, un tercer piso de la calle de Luis Bri?as desde el que se dominaba aquel San Mam¨¦s de gradas bajas. Nuestro hombre lleg¨® al mundo en esa misma estancia familiar el 21 de enero de 1950, as¨ª que puede decirse que naci¨® con vistas al campo del Athletic y animado por los rugidos de una afici¨®n que tres d¨ªas antes, bajo una intensa nevada, hab¨ªa asistido entre estupefacta e indignada a la estrepitosa derrota con el Valencia. Hay una imagen trist¨ªsima entreverada en esos recuerdos primigenios: ?ngel se ve caminando con sus padres, sus dos hermanos y hermana detr¨¢s de un carruaje tirado por caballos blancos que transporta el f¨¦retro de Ignacio, su hermano peque?o. El resto de las estampas infantiles repescadas de la memoria se reparten entre los partidillos diarios de f¨²tbol en las calles, entonces desiertas de coches, y las visitas a la iglesia.
¡°Todo el que no comulgaba con ¨¦l pasaba a ser un ¡®forrabolas¡¯. Era el ¡®conmigo o contra m¨ª¡±
Aquel ni?o activo, estudioso, sinti¨® muy pronto la llamada tel¨²rica del San Mam¨¦s de las grandes tardes de gloria. Fichar por el Athletic era un sue?o apenas declarado ¡ªpor inalcanzable¡ª, pero el peque?o de los Villar comenz¨® pronto a musitar para sus adentros a modo de sortilegio: ¡°Un d¨ªa jugar¨¦ ah¨ª¡±. Lo hac¨ªa con sus hermanos, varios a?os mayores que ¨¦l. Y con otros chicos de m¨¢s edad. As¨ª y todo, consegu¨ªa destacar. El d¨ªa que entr¨® en las categor¨ªas inferiores del Athletic qued¨® ya irremisiblemente abducido por el f¨²tbol. ¡°Coincid¨ª con ¨¦l en juveniles¡±, recuerda el ex seleccionador nacional Javier Clemente. ¡°Era un jugador muy t¨¦cnico, delgadito, muy fino, de mucha clase, jugaba delante; le llam¨¢bamos Chule, pero no porque fuera un chuleta ni nada de eso¡±.
Mientras que Clemente ascendi¨® directamente al primer equipo del Athletic, Chule tuvo que pasar por el Galdakao y el Getxo antes de volver a pisar el c¨¦sped sagrado de San Mam¨¦s. Se estren¨® con derrota ante Las Palmas, pero el entrenador Artiaga vio que el joven Villar, que pesaba menos de 70 kilos ¡ª¡°de tanto correr para ganarme el puesto¡±, se?ala¡ª, pod¨ªa resultar un buen marcador. Gan¨® peso, envergadura y contundencia. Para asombro general, aquel habilidoso media punta, artista y goleador se metamorfose¨® en un medio defensivo luchador, f¨ªsico, sacrificado y disciplinado. El mejor secante de la ¨¦poca, seg¨²n Ladislao Kubala. Todo un especialista en anular a la figura del equipo contrario.
¡°Me transform¨¦ en un jugador opuesto a lo que hab¨ªa sido porque lo que yo quer¨ªa era jugar¡±, dice. ¡°Me adapt¨¦ a ese puesto como pod¨ªa haberme adaptado a cualquier otro. El que sabe jugar puede hacerlo en cualquier otra posici¨®n, excepto en la de portero o delantero centro¡±. Su trayectoria posterior como directivo confirm¨® que la capacidad de adaptaci¨®n constituye en ¨¦l un rasgo de personalidad que hay que sumar a la tenacidad y disposici¨®n a la brega. Hoy afronta un proceso judicial por administraci¨®n desleal, apropiaci¨®n indebida, estafa, falsedad documental y corrupci¨®n entre particulares. Unas acusaciones que desencadenaron su suspensi¨®n y posterior cese al frente de la RFEF y la dimisi¨®n como vicepresidente de la UEFA y de la FIFA, gigantes del f¨²tbol europeo y mundial, respectivamente.
Hasta llegar a la cumbre, aquel titular indiscutible durante 11 temporadas como centrocampista del Athletic empez¨® buscando protagonismo m¨¢s all¨¢ del campo. Se erigi¨® en representante de sus compa?eros en las negociaciones con la directiva ¡ª¡°ten¨ªa liderazgo y, aunque era discreto y reservado, disfrutaba con el ambiente del vestuario¡±, recuerda el exjugador Txema Noriega¡ª, pero descubri¨® que necesitaba formarse para poder cumplir esa funci¨®n y se matricul¨® en Derecho en la Universidad de Deusto. ¡°Iba a clase en el horario nocturno. Mi mujer, Ana Bollain, sol¨ªa venir a buscarme con Gorka, el mayor de mis tres hijos. Estudiando cuando pod¨ªa, como pod¨ªa, sacaba adelante un par de asignaturas por convocatoria y as¨ª termin¨¦ la carrera en seis a?os¡±.
¡°Tengo a Jes¨²s. El de arriba te da se?ales?y no pide explicaciones, siempre perdona¡±
Villar se labr¨® en ese tiempo una curiosa imagen de sindicalista y obrero del f¨²tbol que cultiv¨® posteriormente durante un corto periodo como abogado laboralista. Simpatizaba con Euskadiko Ezkerra, partido luego integrado en el PSE-PSOE, y le gustaba sacar a colaci¨®n a su abuelo, gallego de origen, que compagin¨® el estudio con el trabajo en los Astilleros Euskalduna. Su exacerbado sentido de la sobriedad le granje¨® ya entonces una reputaci¨®n de persona ahorrativa, lindante con la taca?er¨ªa, que se prestaba a la broma: ¡°Jo, Villar, este vino que sacas¡ Como se caiga una gota, agujerea el mantel¡±. Entre sus conocidos, sigue siendo un lugar com¨²n que todav¨ªa no se ha gastado su primer sueldo del Athletic. No andan desencaminados. ¡°Con cada nueva ficha del club me compraba un piso¡±, admite.
Reservado y al¨¦rgico, refractario, a la prensa, Villar ha guardado hasta ahora como un misterio impenetrable las razones que le llevaron a soltarle un pu?etazo al jugador del Bar?a Johan Cruyff el 24 de marzo de 1974. Fue el suceso m¨¢s notorio de una dilatada carrera deportiva de 430 partidos jugados en el Athletic y 22 con la selecci¨®n espa?ola. ¡°Fui a recibir el saque de banda de un compa?ero y Cruyff me larg¨® tal patada que me rompi¨® las espinilleras de pl¨¢stico que me hab¨ªa comprado en Londres para sustituir a las habituales, de lona. En la siguiente jugada me golpe¨® con un hombro, sin pretenderlo seguramente, porque ¨¦l basculaba todo el cuerpo cuando iba a driblar. Pero yo estaba tan caliente que le solt¨¦ el pu?o. Me fui directamente al vestuario sin esperar a que el ¨¢rbitro me sacara la roja. Luego, a instancias de Ir¨ªbar, me disculp¨¦ con Cruyff. Era el jugador m¨¢s dif¨ªcil de marcar¡±.
La segunda metamorfosis de ?ngel Mar¨ªa Villar tuvo lugar cuando, ejerciendo como presidente de la federaci¨®n vizca¨ªna, fue aupado a la presidencia de la espa?ola en 1988. Un coro de voces atestigua que su llegada fue recibida como una brisa purificadora llamada a renovar la viciada atm¨®sfera de las estructuras administrativas del f¨²tbol espa?ol. ?l mismo enarbolaba la bandera de la lucha frontal contra las corruptelas, el amiguismo, el clientelismo, la casta de los presidentes territoriales y de los jerarcas de la UEFA y la FIFA. Su c¨®digo de valores estaba adobado en una concepci¨®n de la austeridad tan severa que el presidente del f¨²tbol espa?ol llegaba a la oficina en metro o autob¨²s y a mediod¨ªa se quedaba en el despacho trabajando y comiendo un bocadillo. Tard¨® mucho en incorporar los vocablos ¡°Espa?a¡± y ¡°espa?ol¡± a sus discursos. ¡°Eh, que yo tengo que volver all¨ª cuando deje de ser presidente¡±, dec¨ªa durante la etapa en la que no pensaba que su cargo pudiera ser vitalicio.
¡°Lleg¨® pleno de humildad y buenos principios, pero con los a?os fue adapt¨¢ndose al terreno¡±, dice uno de sus antiguos colaboradores. ¡°Empez¨® a crear sus propias reglas de juego y a embarrar el campo si le interesaba. El Audi con ch¨®feres y escolta ¡ªfichamos al polic¨ªa que nos puso Interior a ra¨ªz de unas pintadas amenazantes del Frente Atl¨¦tico¡ª sustituy¨® al metro y al bus, y el presidente pas¨® de ir al choque con las instituciones deportivas a mimetizarse con ellas y a erigirse en su m¨¢ximo valedor¡±. A decir de sus cr¨ªticos, el frecuentar los hoteles lujosos y los ambientes distinguidos, code¨¢ndose con magnates y millonarios del f¨²tbol, no le ha llevado a cultivar sus modales ni hacer comprensible su ingl¨¦s: ¡°Entr¨® en Deusto, pero Deusto no entr¨® en ¨¦l. Es zafio, ignora las normas de urbanidad hasta el punto de hacernos pasar verg¨¹enza ajena. No consigue escribir un p¨¢rrafo sin incurrir en faltas de sintaxis y ortograf¨ªa. Ha adquirido la costumbre de soltar sentencias, frases hechas pretendidamente inteligentes que, vengan o no a cuento, dejan a su interlocutor desconcertado¡±. As¨ª y todo, ?ngel Mar¨ªa Villar se desenvuelve perfectamente con los ejecutivos del mundillo futbol¨ªstico internacional.
Como ejemplo de su p¨¦simo manejo de la iron¨ªa, cuentan que en el intento de congraciarse con el entonces presidente del Gobierno Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que hab¨ªa acudido a la ciudad deportiva de Las Rozas a despedir a la selecci¨®n nacional por su viaje a Portugal para participar en la Eurocopa de 2004, a ?ngel Mar¨ªa Villar no se le ocurri¨® nada mejor que preguntarle la edad y, obtenida la respuesta, apostillarle: ¡°Tan joven y ya ha enga?ado usted a tanta gente¡±. En el contacto directo, Villar exhibe una campechan¨ªa a prueba de formalidades ¡ªpuede combinar la corbata con botines de f¨²tbol¡ª y una actitud desenfadada, directa, incluso bronca si la conversaci¨®n deriva en discusi¨®n. Dice ¡°f¨²rbol¡± y ¡°¨¢lbitro¡±, tiende a pisar la palabra a su interlocutor, se excita argumentalmente e inquiere repetidamente: ¡°?Me ha entendido, me comprende?¡±. Le sienta mal que le lleven la contraria y no le gusta corregirse ni que le corrijan.
¡°En el f¨²tbol espa?ol apenas hay nada de corrupci¨®n. Y en la FIFA, pr¨¢cticamente nada¡±
Lo que nadie le ha negado nunca, tampoco ahora, es su enorme capacidad de trabajo. Durante su mandato, Villar pasaba la mitad del a?o viajando, asistiendo a las reuniones y eventos de la UEFA y la FIFA, y visitando a las federaciones y clubes de toda Espa?a, incluidos los m¨¢s modestos y remotos. Los periplos internacionales le granjearon el asiento de la vicepresidencia en los organismos que dirigen el f¨²tbol europeo y mundial. Las expediciones nacionales le permitieron tejer el entramado de relaciones personales forjado en los favores, intereses, compromisos y servidumbres que le han asegurado la reelecci¨®n durante 29 a?os. ¡°?Acaso el presidente del Gobierno no viaja tambi¨¦n?¡±, se pregunta Villar. ¡°Para optar a los puestos importantes de la UEFA y la FIFA necesitas estar muchos a?os. Estar es m¨¢s importante que hacer. Estar es la clave de la presidencia de la RFEF¡±. Estar, representar, ha sido, en efecto, su tarea primordial. Por encima de la gesti¨®n del d¨ªa a d¨ªa, reservada a los secretarios de la federaci¨®n y al vicepresidente econ¨®mico, Juan Padr¨®n, tambi¨¦n imputado en el caso Soule.
Por mucho que puedan dar de s¨ª tres d¨¦cadas al mando del f¨²tbol espa?ol, nadie le puede negar tampoco su manifiesta contribuci¨®n a los extraordinarios ¨¦xitos cosechados no solo por la selecci¨®n absoluta ¡ªun campeonato mundial, dos europeos¡ª, sino tambi¨¦n a los obtenidos en el resto de las categor¨ªas. Y la mejora de las infraestructuras, el apoyo a los ¨¢rbitros, los entrenadores, el f¨²tbol base¡ El ex seleccionador nacional Vicente del Bosque encuentra en el estilo de trabajo de Villar las mismas virtudes de la constancia, sacrificio y esfuerzo que le caracterizaron sobre el campo de f¨²tbol. ¡°En el centenar largo de partidos que dirig¨ª a la selecci¨®n espa?ola, Villar nunca pidi¨® conocer la alineaci¨®n¡±, afirma Del Bosque. ¡°Dicen que ¨¦l lleva demasiado tiempo, pero eso es porque vivimos en una efebocracia¡±.
Amigo de sus amigos, defensor de causas perdidas, bien dispuesto a recorrer media Espa?a para visitar a un enfermo o una persona en apuros, Villar ha cultivado cierta imagen de bonhom¨ªa, de persona franca ¡ªalgo brutal, si se quiere¡ª, pero de fondo bondadoso y guiada por la moral religiosa de servicio a los dem¨¢s. Es una versi¨®n aceptada por algunos de sus cr¨ªticos, aunque no por todos. ¡°Se declara ferviente cat¨®lico y se santigua en las comidas, pero es ego¨ªsta y no perdona nunca¡±, dice un exdirectivo. ¡°Si bien procura no dejar enemigos a sus espaldas. Es duro e ingrato con sus colaboradores cercanos, aplica la m¨¢xima de ¡®el sof¨¢ para los enemigos y la silla para los amigos¡±. Fuera del f¨²tbol no se le conocen amigos. Ni m¨¢s afici¨®n que la historia ¡ªantes de viajar al extranjero con la selecci¨®n espa?ola se empapaba de la historia del pa¨ªs de destino¡ª y la recolecci¨®n de setas. Madruga mucho. Desde que le implantaron una pr¨®tesis de rodilla, ha dejado de correr, pero da largos paseos por el monte en compa?¨ªa de su perro Lagun (amigo, en euskara).
M¨¢s que una metamorfosis, en sentido estricto, lo que acarre¨® el desenlace del enfrentamiento de Villar con el Consejo Superior de Deportes (CSD) del Gobierno socialista del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en 2008 fue la explosi¨®n y generalizaci¨®n de un comportamiento personal hasta entonces solo larvado, subyacente. Comprometido con sus propias declaraciones en una entrevista radiof¨®nica ¡ª¡°Ser¨¦ un mal presidente si dentro de un a?o Villar sigue en el cargo¡±¡ª, Zapatero opt¨® por la asfixia econ¨®mica: congel¨® la subvenci¨®n gubernamental a la RFEF y le retir¨® los derechos televisivos con Televisi¨®n Espa?ola, al tiempo que public¨® una orden ministerial que obligaba a las federaciones nacionales a convocar elecciones antes de la participaci¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos. Lejos de arredrarse, Villar busc¨® alternativas privadas para la venta de los derechos televisivos. En aquel momento, como ahora ha vuelto a suceder, logr¨® que el entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, amenazara al Gobierno con expulsar al f¨²tbol espa?ol de las organizaciones internacionales. Villar gan¨® el pulso. ¡°A partir de entonces, se convirti¨® en una persona decididamente arrogante¡±, recuerda un directivo de aquella ¨¦poca. ¡°Se jactaba, voceando, de haberle ganado la partida al Gobierno. Dej¨® de escuchar a sus colaboradores. Sin darse cuenta, empez¨® a hablar a voz en grito. Ya no distingu¨ªa entre la lealtad y la sumisi¨®n. Todo el que no comulgaba con ¨¦l pasaba a ser un ¡®forrabolas¡¯, un manta, un mediocre. Era el ¡®conmigo o contra m¨ª¡¯. Se hizo m¨¢s presidencialista que nunca¡±.
En su despacho de la Federaci¨®n, Villar instaur¨® una especie de capilla con v¨ªrgenes y Jesucristo.
¡ªBueno, tengo a Jes¨²s. El de arriba te da se?ales y no pide explicaciones, siempre perdona sin pedir nada a cambio.
¡ª?La religi¨®n le da sentido a su vida?
¡ªMe ha dado la respuesta a la pregunta de qu¨¦ hago aqu¨ª y ad¨®nde voy. Porque hay otra vida, eso est¨¢ claro.
¡ª?Es usted practicante?
¡ªVoy a misa los domingos. Todos los d¨ªas, al levantarme, rezo un padrenuestro y un avemar¨ªa para dar gracias a Dios.
¡ª?Tambi¨¦n en la c¨¢rcel?
¡ªS¨ª, todas las ma?anas. Fui a misa all¨ª, y le aseguro que los presos comulgan m¨¢s que en cualquier parroquia de Madrid.
¡ª?Y no se resinti¨® su fe en esas circunstancias?
¡ªTuve momentos de duda, siempre superados.
¡ª?De qu¨¦ se arrepiente?
¡ªDe no haber hecho caso a mi mujer cuando, ante la virulencia de los ataques contra m¨ª, me aconsej¨® que lo dejara. Soy totalmente inocente. Todo esto es un montaje.
¡ªDe 1 a 10, ?cu¨¢nta corrupci¨®n hay en el f¨²tbol espa?ol?
¡ªApenas nada. Cero y pico.
¡ª?Y en la FIFA y la UEFA, con todos los esc¨¢ndalos que ha habido?
¡ªLo mismo. Nada, pr¨¢cticamente.
¡ª?A qu¨¦ tiene miedo?
¡ªA quedarme solo. Me he sentido apestado, como un leproso, traicionado por los que me hab¨ªan reelegido.
No son pocos, sin embargo, los directivos de f¨²tbol, amigos por lo general, pero tambi¨¦n adversarios y cr¨ªticos, que pondr¨ªan la mano en el fuego por que ?ngel Mar¨ªa Villar no se ha lucrado personalmente en el repertorio de actividades delictivas descrito por el juez del caso Soule. ¡°En la parte que me toca, como tesorero de la Federaci¨®n, puedo decir que no se ha llevado un duro de nadie de forma il¨ªcita¡±, afirma Juan Luis Larrea, actual presidente en funciones de la RFEF. ¡°Es posible que se haya confiado con algunas personas, pero las cuentas est¨¢n claras¡±. A Pedro Olabarri, antiguo presidente del Athletic de Bilbao, le parece inconcebible que pueda siquiera plantearse esa posibilidad. ¡°Me llevar¨ªa una sorpresa may¨²scula si se demostrara que se ha llevado dinero¡±, indica un antiguo contrincante. ¡°Quiz¨¢ se han exagerado los chanchullos¡±, suponen un par de presidentes de federaciones territoriales. ¡°No necesitaba lucrarse. Debe de tener una veintena de inmuebles en Espa?a y calculo que con los sueldos de la FIFA, la UEFA y la RFEF, y las pensiones y seguros, debe de ingresar entre 600.000 y 800.000 euros anuales¡±, se?ala un gran antagonista.
Hasta su descenso a los infiernos de la prisi¨®n, al abismo de la humillaci¨®n ¡ª¡°tener que hacer tus necesidades bajo la vigilancia de un guardia civil¡±¡ª, escarnio p¨²blico y pena del telediario, este hombre pod¨ªa manejarse con el aplomo del que hab¨ªa visto pasar a siete secretarios de Estado para el Deporte y sobrevivido a la fiscalizaci¨®n administrativa de un presupuesto que en 2016 ascendi¨® a 153,5 millones de euros. ¡°El mundo del f¨²tbol genera much¨ªsimo dinero¡±, dice un directivo. ¡°Hubo a?os en los que llegamos a cobrar hasta 20 pagas y no sab¨ªamos qu¨¦ hacer con tantos ingresos por subvenciones, publicidad, derechos de televisi¨®n¡ Entra dinero a espuertas¡±. M¨¢s que de robar para s¨ª, al expresidente de la RFEF se le acusa de haber generado un sistema clientelar del que se beneficiaban otros, incluido Gorka, su hijo mayor.
¡°Villar era plenamente consciente de que hab¨ªa un mont¨®n de gente que robaba a manos llenas a trav¨¦s de dietas ficticias, comisiones de patrocinadores y otras f¨®rmulas, pero lo consent¨ªa a cambio de los votos¡±, sostiene un ex secretario de Estado para el Deporte. ¡°Cuando el auditor le se?alaba las irregularidades, se inhib¨ªa o no contestaba¡±. Otro antiguo secretario de Estado para el Deporte apostilla: ¡°No se aten¨ªa a las reglas administrativas. Actuaba a rega?adientes a la hora de justificar gastos. Siempre estuvo confrontado a las autoridades deportivas. Ignoraba que, aunque la Federaci¨®n es un ente privado con funciones p¨²blicas delegadas, ¨¦l era la representaci¨®n internacional de Espa?a. Hubo momentos en los que, a falta de la invitaci¨®n de la Federaci¨®n, las autoridades deportivas tuvieron que integrarse en el s¨¦quito real para poder asistir a los partidos de la selecci¨®n nacional. Es un caso de endiosamiento. No creo que se lo haya llevado crudo, pero s¨ª que ha abusado de su posici¨®n, que se ha aprovechado de la opacidad instaurada en los organismos del f¨²tbol internacional por dirigentes que han creado bajo su largos mandatos una especie de Rep¨²blica Independiente del F¨²tbol. Al final, convirti¨® la Federaci¨®n en un cortijo¡±.
Mientras se reconcome en su despecho y lee y relee el sumario del caso Soule obsesivamente, ?ngel Mar¨ªa Villar proclama a todos los vientos su prop¨®sito de luchar hasta el final. Se pregunta por qu¨¦ no supo decir adi¨®s, por qu¨¦ crey¨® que tendr¨ªa un puente de plata permanentemente tendido. No ha olvidado el consejo que le dio un preso: ¡°Quema la ropa con la que te detuvieron y has llevado en la c¨¢rcel, pero lo que escribas aqu¨ª gu¨¢rdalo para siempre porque lo has escrito en tiempos dif¨ªciles¡±.
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