El tridente romo

La victoria del bloque independentista en las elecciones del 21-D tuvo lugar, entre otras causas, porque enfrente no encontr¨® nada parecido. Los comentarios de prensa insistieron hasta la saciedad en que hab¨ªan existido dos bloques enfrentados, e incluso la estrategia de un grupo constitucionalista se bas¨® en su superaci¨®n, convirti¨¦ndose en el puente que hab¨ªa de evitar el choque.

Lo cierto es que intervinieron en las elecciones tres partidos constitucionalistas, contrarios a cualquier tipo de declaraci¨®n de independencia, solo que eso nunca signific¨® que los mismos establecieran un grado m¨ªnimo de entendimiento, habida cuenta de la gravedad de la situaci¨®n.

No se trataba de formar un muro de hierro; s¨ª de alcanzar una articulaci¨®n de estrategias, donde la competencia entre las formaciones fuese compatible con un denominador pol¨ªtico, en un espacio de debate com¨²n. Tan razonable aspiraci¨®n no se vio realizada, de manera que PP, PSC y Ciudadanos combatieron en formaci¨®n dispersa. Y seg¨²n pudo resaltar Borrell para el PSC, con el buenismo de marketing ocultando la exigencia de reconocer la realidad.

El resultado es sabido. Una organizaci¨®n se impuso a las otras dos, sustray¨¦ndolas votos. As¨ª, Ciudadanos alcanz¨® una amarga y por ahora in¨²til victoria, en tanto que PSC y PP acentuaron su crisis pol¨ªtica. Y los culpables de todo, de un callej¨®n sin salida pol¨ªtica, del hundimiento de la econom¨ªa catalana, de una fractura en la convivencia social, tan felices.

Despu¨¦s de la derrota nadie parece haber aprendido nada. Siguen ignor¨¢ndose en vez de buscar plataformas de debate conjunto para analizar lo ocurrido, y pensando ante todo en las futuras elecciones a nivel municipal y estatal. Lo m¨¢s importante es desgastar al competidor.

Transcurri¨® una semana hasta que PP y Ciudadanos se decidieran a entrevistarse, mientras por su parte el PSC-PSOE sigue encerrado con el solo juguete de que si fall¨® fue porque los bloques se encontraban ya consolidados y nada pudo hacer. Ciudadanos se convierte en blanco, a efectos de recuperar los votos perdidos.

Conviene advertir que, fuera del c¨ªrculo, la confusi¨®n no es menor: Ada Colau cuelga lazos amarillos por doquier y Podem se contenta con afirmar que nunca apoyar¨¢ a Ciudadanos, ya que la formaci¨®n de Arrimadas carece de ¡°agenda social¡±. Iglesias ignora a Bescansa. Consecuencia: los independentistas tienen todo su tiempo para continuar sus luchas de poder, sin que su hegemon¨ªa resulte afectada.

Ahora, el PSC recuerda que sus rivales constitucionalistas carec¨ªan de una soluci¨®n como la suya, en el sentido de una reforma federal de la Carta Magna. Pero es que ni ellos ni PP y Ciudadanos ofrecieron nada concreto frente al caos, y el castillo de mentiras soberanista sigui¨® siendo el ¨²nico bander¨ªn de reclutamiento.