Alessandro Proto, ascenso y ca¨ªda de un farsante
El falso agente inmobiliario us¨® a George Clooney y a Cristiano Ronaldo
Durante a?os, el italiano Alessandro Proto se hizo pasar por el agente inmobiliario predilecto de las estrellas, desde actores de Hollywood, a deportistas internacionales, pasando por la familia real brit¨¢nica. Se vanaglori¨® de inspirar una pel¨ªcula biogr¨¢fica dirigida por Martin Scorsese y hasta de ser socio de Donald Trump. Pero nada de lo anterior era cierto, se trataba de pura fantas¨ªa. Un solo hombre detr¨¢s de un ordenador enviando suculentos comunicados de prensa con el nombre del personaje del momento al contacto adecuado hab¨ªa conseguido enga?ar a medio planeta. Un caim¨¢n de las noticias falsas antes de la era de las fake news.
Ahora acaba de sacar un libro donde cuenta su ascenso y ca¨ªda: Io sono l'impostore. Storia dell'uomo che ci ha fregati tutti (Yo soy el impostor. Historia del hombre que se la col¨® a todos, en castellano). Aunque a¨²n no se da por vencido. Recientemente consigui¨® difundir el bulo de que Cristiano Ronaldo iba a financiar a trav¨¦s de su empresa la construcci¨®n de un hospital infantil en Chile; algo que el agente del futbolista desminti¨® al d¨ªa siguiente.
Todo empez¨® en 2009. George Clooney quer¨ªa vender con discrecci¨®n su mansi¨®n del Lago de Como. Sus abogados desconfiaban del mercado italiano, as¨ª que se dedicaron a recorrer inmobiliarias en Suiza hasta que recalaron en la peque?a agencia de Proto, que les convenci¨® de que era su hombre. Acab¨® haciendo lo contrario a lo que le hab¨ªan encargado. En cuanto salieron de su despacho, envi¨® un comunicado con la noticia a un conocido diario italiano. Se public¨® al momento y su nombre y el de su compa?¨ªa empezaron a circular como la p¨®lvora. Publicidad gratuita.
Alessandro Proto cuenta a EL PA?S por tel¨¦fono desde Mil¨¢n que este episodio fue para ¨¦l una suerte de iluminaci¨®n. ¡°Tuve la intuici¨®n de difundir el suceso y desde ah¨ª empezaron a llegarme miles de correos y llamadas de personas que quer¨ªan trabajar conmigo, para m¨ª o hacer negocios con mi empresa¡±, recuerda.
Poco despu¨¦s cruz¨® la l¨ªnea. Para revalorizar la residencia, lanz¨® informaci¨®n completamente falsa: David Beckham, que en aquel momento viv¨ªa de alquiler en Mil¨¢n, estaba interesado en comprar la mansi¨®n de Clooney. Comprob¨® que propagar el rumor no fue tan dif¨ªcil como cre¨ªa. ¡°No hubo verificaciones, ni controles de ning¨²n tipo, nadie me pregunt¨® nada¡±, explica.
Entonces comenz¨® la vor¨¢gine: Una mansi¨®n para Madonna en la rivera del Lago Mayor, despu¨¦s de sacar un nuevo disco; un palacio en Termoli, junto al mar, para Mel Gibson, uno de los actores mejor pagados de Hollywood; En 2010 para Brad Pitt y Angelina Joli una lujosa residencia del siglo XVI en Valpolicella; Una villa en la Toscana para la luna de miel del pr¨ªncipe Guillermo y Kate Middleton; una mansi¨®n en Cannes como regalo de reconciliaci¨®n de Johny Depp a su ahora expareja, Vanessa Paradis y un largu¨ªsimo etc¨¦tera. Si alg¨²n medio se pon¨ªa en contacto con ¨¦l, simplemente recurr¨ªa a la f¨®rmula no comment (sin comentarios, en castellano). ¡°No consigo explicar c¨®mo fue posible llegar tan lejos. No creo que sea tan inteligente; probablemente el sistema de la informaci¨®n tiene grandes grietas y yo las he aprovechado¡±, dice.
Con este m¨¦todo, algunos clientes pagaron hasta 30.000 euros solo por poner a la venta una propiedad en su agencia.
El ocaso de su personaje
Cuando se cans¨® del negocio de las mansiones se pas¨® a las finanzas, con su mismo modus operandi y sin saberlo, comenz¨® el ocaso de su personaje. En 2013 acab¨® condenado por manipulaci¨®n del mercado financiero y pas¨® dos meses en prisi¨®n y un tiempo en arresto domiciliario. Entonces tuvo que confesarlo todo.
Inexplicablemente, sus delirios no terminaron ah¨ª. Encerrado en su casa de Mil¨¢n lanz¨® el bulo de que Martin Scorsese preparaba un biopic sobre su figura que llamar¨ªa El manipulador y se fabric¨® un falso reparto de lujo. Funcion¨® de nuevo. ¡°Fue fant¨¢stico, estaba arrestado y me aburr¨ªa, entonces pens¨¦ en qu¨¦ hacer. Eleg¨ª al mejor director del mundo y a los actores m¨¢s punteros; fue una locura, iba a?adiendo artistas poco a poco, grandes celebridades ¡ªChanning Tatum, Alessandra Ambrosio o el propio Clooney para un cameo¡ª, nadie se preguntaba nada, fue alucinante¡±, relata mientras r¨ªe. A¨²n hoy, la falsa pel¨ªcula contin¨²a en algunos cat¨¢logos de revistas de cr¨ªtica cinematogr¨¢fica.
Alessandro Proto puede ser un impostor, un personaje indescifrable o una especie de Peque?o Nicol¨¢s del celuloide y el papel cuch¨¦. Para Andrea Sceresini, periodista italiano y coautor del libro, es un ¡°adicto a la notoriedad¡± y va m¨¢s all¨¢: ¡°no es casualidad que Berlusconi sea su ¨ªdolo, ¨¦l so?aba con el mismo modelo de ¨¦xito en una sociedad italiana donde la apariencia cuenta mucho m¨¢s que la sustancia¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.