Todo lo que una ¡®drag queen¡¯ le puede ense?ar a tu hijo
La carroza por la diversidad que desfilar¨¢ en la cabalgata de Reyes de Vallecas se ha convertido en la primera pol¨¦mica de 2018, pero en una tan vieja como la propia sociedad

En los ¨²ltimos tres a?os la pol¨¦mica se ha subido a la Cabalgata de Reyes?en Madrid. Si en 2015 la indignaci¨®n por parte de algunos ten¨ªa lugar despu¨¦s del desfile, debido a los innovadores atuendos que luc¨ªan los reyes magos, este a?o se ha adelantado debido a la presencia en la Cabalgata de Vallecas de una carroza por la diversidad en la que habr¨¢ una actriz, una cantante de hip hop y una cantante y drag queen, La Prohibida (C¨¢diz, 1971). La presencia de esta ¨²ltima ha llevado a asociaciones como?Liga Espa?ola Pro Derechos Humanos a?exigir que se impida la participaci¨®n de esta carroza a favor de la igualdad y los derechos LGTBI, una decisi¨®n que ha sido rechazada por el?Juzgado de lo Contencioso Administrativo n¨²mero 18 de Madrid.
Las redes ya se han apresurado a recordar a los defensores de la tradici¨®n que en la Cabalgata de Madrid y de otras ciudades es habitual desde hace a?os la presencia de personajes de series y pel¨ªculas y de carrozas que representan a empresas comerciales. "La Cabalgata de Reyes, m¨¢s all¨¢ de ser una tradici¨®n cat¨®lica, es un espect¨¢culo de artes esc¨¦nicas ¨Cexplica la psic¨®loga perinatal y neuropsic¨®loga cl¨ªnica?Violeta Alcocer¨C en el que muchas personas, independientemente de su orientaci¨®n o identidad sexual, asumen roles teatrales con el fin de darle vistosidad al espect¨¢culo. Para un ni?o o una ni?a que observe el desfile, tres personas (hombres o mujeres) maquilladas y disfrazadas no son m¨¢s que eso: personajes que podr¨ªan haber salido de un cuento. Tanto si el p¨²blico infantil sabe lo que es un travesti como si no lo sabe, la situaci¨®n va a ser interpretada y valorada por su impacto visual y esc¨¦nico, no por su significado sexual".
La visi¨®n de un 'travesti' no va a detonar en un ni?o ni deseos ni incertidumbres que no estuvieran ya ah¨ª; as¨ª que salvo que los peque?os manifiesten asombro o dudas, no es necesario ir m¨¢s all¨¢ del disfrute de un espect¨¢culo para todos los p¨²blicos, como tantos otros
Habr¨ªa que recordar, adem¨¢s, a aquellos que centran su indignaci¨®n en los ni?os que los actores y personajes que no se ci?en a los c¨®digos de vestimenta llevan d¨¦cadas instalados en productos audiovisuales dirigidos a ellos y es habitual que a personajes masculinos los doblen mujeres y a los femeninos los doblen hombres.
Dentro de Espinete estaba la actriz Chelo Vivares. A Bart en Los Simpson lleva treinta a?os d¨¢ndole voz una mujer, la actriz Sara Vivas. En Lilo & Stitch (tanto en la pel¨ªcula de 2002 como en la serie producida posteriormente por Walt Disney Television) hay un personaje llamado Peakley que es un agente de la Federaci¨®n Gal¨¢ctica que tiene pluma y a menudo se viste como una mujer y se pone pelucas. Dos de los malvados de la serie de dibujos animados Pokemon, que se empez¨® a emitir hace m¨¢s de 20 a?os, recurr¨ªan de forma constante al transformismo para confundir a sus enemigos. La web Pink News elabor¨® durante el verano de 2016, cuando la fama de la serie repunt¨® gracias a la c¨¦lebre aplicaci¨®n para tel¨¦fonos m¨®viles que arras¨® entonces, una lista de los 12 mejores momentos de transformismo?de James y Jessie, los personajes que conformaban ese equipo. El juego y la experimentaci¨®n con los g¨¦neros no es, por lo tanto, nueva para ning¨²n ni?o que haya visto productos audiovisuales as¨ª de populares.?
"Es una elecci¨®n muy personal aprovechar situaciones como esta para explicar a los hijos/as, con un lenguaje adaptado a su edad, ciertos conceptos relacionados con la diversidad, la tolerancia y el funcionamiento de nuestra sociedad (desde la diversidad racial o el respeto a los animales hasta las cuestiones de g¨¦nero) ¨Ccontin¨²a Alcocer¨C. No hay absolutamente nada peligroso o perjudicial en ofrecer a los peque?os informaci¨®n sobre cuestiones que les puedan generar curiosidad o inter¨¦s relacionadas con la sexualidad, el g¨¦nero o la identidad sexual. La visi¨®n de un travesti no va a detonar ni deseos ni incertidumbres que no estuvieran ya ah¨ª; as¨ª que salvo que los peque?os manifiesten asombro o dudas, no es necesario ir m¨¢s all¨¢ del disfrute de un espect¨¢culo para todos los p¨²blicos, como tantos otros".
El tema de La prohibida 'Zapatos de tac¨®n con patas de saltamonte' habla de un ni?o rebelde e incomprendido que sue?a con escapar de la rutina y ser otra persona.
Es m¨¢s, la experimentaci¨®n de los ni?os con ropa, juguetes y actitudes que no son los que la sociedad les ha impuesto por su g¨¦nero es algo que surge en ellos de forma natural. ?"A partir de los tres a?os aproximadamente casi todos los peque?os/as empiezan a explorar y disfrutar de la experimentaci¨®n con otros roles que no les han sido asignados por la sociedad: les gusta disfrazarse o vestirse con ropa del sexo opuesto, quieren probar a jugar con los juguetes que nunca jugaron, etc. Es como si insistieran en corregir una tendencia social que les encorseta en una identidad de g¨¦nero mucho antes de lo deseable y exigieran sentirse libres de escoger con qu¨¦ roles se identifican, mediante el juego y la experimentaci¨®n".
Hay muchos elementos en una drag queen que para un ni?o resultan vistosos, coloristas y est¨¦ticamente interesantes. Pero tambi¨¦n los hay que pueden enriquecer su educaci¨®n y su visi¨®n del mundo. Aqu¨ª, un repaso a algunos de ellos.
La imaginaci¨®n al poder
Virtualmente, nada de lo que hay en una drag queen es aut¨¦ntico. Ni el nombre, ni el pelo, ni el rostro, ni siquiera el cuerpo, modelado a trav¨¦s de la t¨¦cnica del relleno. Una drag lucha contra el determinismo. No eres quien te dicen que eres, sino quien t¨² quieres ser. Y puedes modelar hasta el ¨²ltimo rasgo.
La diversidad y el orgullo
La comunidad drag lleva tiempo haciendo gala de la diferencia, y poni¨¦ndola en alza. Hay drag queens altas y bajas, con cuerpo de modelo o m¨¢s curvil¨ªneas, que subrayan su origen ¨¦tnico o social y hacen gala de ¨¦l. Y todas comparten el mismo dominio de la escena y reciben aplausos por igual. En una ¨¦poca en que la cultura de entretenimiento reproduce hasta la saciedad los mismos c¨¢nones f¨ªsicos y est¨¦ticos, las drag queens demuestran que con actitud y seguridad no hace falta tener medidas perfectas. Y si no, no hay m¨¢s que fijarse en Latrice Royale, concursante del programa televisivo norteamericano RuPaul Drag Race: un hombre negro y con sobrepeso con un pasado marginal que se ha convertido en una estrella subrayando precisamente esas caracter¨ªsticas.

Las medias tintas existen?
Una drag queen no es un hombre cisg¨¦nero ni una mujer (aunque hay una escena de mujeres drag queens cada vez m¨¢s creciente). Tampoco es transexual (aunque en algunos casos coincidan). Las drags son mayoritariamente hombres homosexuales, pero este rasgo no es excluyente. Y su personalidad une con fluidez rasgos femeninos y masculinos, adultos e infantiles, con una flexibilidad que puede ense?ar a los peque?os de la casa a crecer libres de prejuicios. No en vano uno de los grandes ¨¦xitos de la literatura indie infantil espa?ola, Monstruo Rosa de Olga de Dios, tiene como protagonistas a un grupo de personajes que no encajan en definiciones preestablecidas. Si los ni?os lo aceptan con naturalidad, eso que llevan ganado.
La est¨¦tica implica ¨¦tica
Hay todo un sistema moral impl¨ªcito en la comunidad drag. El sarcasmo, la iron¨ªa o la groser¨ªa (que tambi¨¦n existe) tiene l¨ªmites bien trazados, principalmente porque detr¨¢s de muchas drags orgullosas hay historias de superaci¨®n y de cambio personal. La Prohibida, el centro de la discordia estos d¨ªas, interpreta en su ¨²ltimo ¨¢lbum un tema, Zapatos de tac¨®n con patas de saltamontes, que habla precisamente de eso: de un ni?o rebelde e incomprendido que sue?a con escapar de la rutina y ser otra persona.
Una drag no solo sabe hacer playback
Se considera que una drag profesional tiene que saber interpretar, improvisar, comunicar y sostener un personaje coherente. Y esos talentos se pueden expresar de muchas maneras. Desde este a?o, el programa Drag Queen Storytime invita a drag queens a ejercer como cuentacuentos en bibliotecas infantiles y escuelas primarias de Estados Unidos. La iniciativa, todo un ¨¦xito, introduce en las aulas un debate, el del g¨¦nero, que habitualmente no forma parte de los curr¨ªculos educativos. Y permite que los escolares encuentren referentes cercanos con los que sentirse identificados.
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