Mohamed vino a vivir y no a morir en la celda 41
El argelino Bouderbala ha muerto en el penal de Archidona, que no es c¨¢rcel ni CIE sino el limbo de Zoido
La reclusi¨®n de inmigrantes en la c¨¢rcel no inaugurada de Archidona es en s¨ª misma una bochornosa irregularidad, ya que la ley espa?ola proh¨ªbe el uso de espacios penitenciarios para estos fines. Pero adem¨¢s se est¨¢ convirtiendo en un c¨²mulo de ilegalidades y disfunciones con graves consecuencias que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, deber¨ªa explicar a los espa?oles con absoluta exactitud. Y que los partidos de la oposici¨®n, sin excepci¨®n, deber¨ªan exigir.
Mohamed Bouderbala, argelino de 36 a?os, se anim¨® en oto?o a saltar a una patera e intentar llegar a Espa?a en busca de trabajo. Consigui¨® llegar a la costa pero fue capturado y el 20 de noviembre, junto a varios centenares de inmigrantes, fue encerrado en Archidona. El 29 de diciembre, el hombre que en teor¨ªa no era un preso se suicid¨® en la celda 41 de lo que en teor¨ªa no era un penal. Su cuerpo fue descubierto al d¨ªa siguiente, colgado de una s¨¢bana, despu¨¦s de 15 horas sin ninguna revisi¨®n. Su familia le ha definido como alegre, enamorado de la vida y en ning¨²n caso deseoso de morir.
El Gobierno, a pesar de las advertencias de ilegalidad y carencias que han hecho el Defensor del Pueblo, numerosas ONG y algunos jueces, ha encerrado a cientos de inmigrantes llegados en patera en esta futura c¨¢rcel antes de proceder a su devoluci¨®n. Sin funcionarios policiales, sino con antidisturbios. Sin agua corriente (esa es la raz¨®n por la que la c¨¢rcel a¨²n no se ha inaugurado) y sin condiciones m¨ªnimas para que puedan vivir con dignidad. Indiferente a las cr¨ªticas, el Ejecutivo lleg¨® a tener a siete menores, con edades de entre 14 y 17 a?os, y ha mantenido esta situaci¨®n, que se ha deteriorado adem¨¢s con noticias de protestas en su interior hasta culminar con la muerte de Bouderbala.
Sin los protocolos penitenciarios adecuados que habr¨ªan evitado su aislamiento durante tantas horas, por ejemplo, y al mismo tiempo sin los medios con los que cuentan los CIES, Bouderbala muri¨® antes de que le tocara morir. En el limbo de Zoido, en el que la no c¨¢rcel tampoco es un CIE pero, morir, te puedes morir. Su familia abri¨® una causa al no creerse el suicidio, el juez la archiv¨® fulminantemente al confirmar que esa fue la causa de la muerte, la familia ha recurrido el archivo y algunas ONG denuncian que el Estado ha fallado en su deber de custodia de una persona a su cargo. Argelia reclama el cad¨¢ver y tambi¨¦n ha abierto una investigaci¨®n.
M¨¢s all¨¢ de las acciones judiciales, de si hay una responsabilidad penal en su muerte, hay una enorme responsabilidad moral en que un joven que ha atravesado el Estrecho para emprender otra vida arriesg¨¢ndolo todo termine muerto bajo la custodia de los antidisturbios de Interior. ?C¨®mo le trataron? ?C¨®mo le alimentaron? ?Le permitieron moverse, comunicarse, defenderse o, como han denunciado ellos y el propio Defensor del pueblo, que les visit¨® hace un mes, estaban en condiciones infames? Y no es que c¨¢rcel o CIE sean objetivos deseables, claro, pero peor es el limbo. En el de Zoido ser¨¢ dif¨ªcil investigar.
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