Defensores

?Qu¨¦ es m¨¢s grave, matar a alguien a prop¨®sito o violarle?

Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn, conocido como El Chicle, ha conseguido revolucionar a todo el pa¨ªs. Por supuesto, por el hecho, que ha reconocido, de haber quitado la vida ¡ª¨¦l dice que de manera accidental¡ª a Diana Quer. Pero ha revuelto muchas m¨¢s cosas, algunas de ellas profundamente arraigadas en la mentalidad de una sociedad que se ha mostrado, a causa de este asunto, m¨¢s reaccionaria de lo que parec¨ªa.

El abogado del presunto homicida, Enrique Sierra, ha tenido la involuntaria habilidad de resumir con su actuaci¨®n casi todos los aspectos pol¨¦micos de este caso en relaci¨®n con las garant¨ªas que una sociedad avanzada como la espa?ola tiene que ofrecer incluso a sus miembros m¨¢s repugnantes.

En primer lugar, el derecho a ser defendido. El abogado Sierra ha colocado ese derecho en un lugar inc¨®modo. Porque a un tipo tan abyecto como parece ser Abu¨ªn tambi¨¦n le corresponde el derecho a la defensa.

Sierra ha dicho que si hubiera habido ataque sexual, ¨¦l no actuar¨ªa como defensor. Y cabe preguntarle: ?y si hubiera sido por la patria? Entonces, se puede uno imaginar que s¨ª. Por ejemplo, los etarras que mataron ni?os en Vic. ?Eran m¨¢s respetables que Abu¨ªn? Su m¨®vil, la patria, parece ser que les hac¨ªa mejores que si hubieran mostrado alg¨²n grado de pederastia.

Pero podemos seguir: el anuncio de Sierra es contrario a toda decencia profesional, porque deja a su cliente desarmado en el caso de que tuviera que pasar a ser defendido por otro abogado. ¡°Es demasiado monstruoso para m¨ª¡±, parece querer decirnos. Como si ser abogado penalista dependiera de tener raz¨®n y no de un conocimiento t¨¦cnico de la ley. El siguiente abogado pasar¨ªa autom¨¢ticamente a ser un simpatizante del presunto asesino.

Espa?a ha fabricado estupendos abogados penalistas con apariencia de carecer de escr¨²pulos. Que yo creo que es como tienen que ser. El abogado de un reo no puede ser jam¨¢s parte de la acusaci¨®n, sino que debe fundamentar su defensa en los hechos que tiendan a anular las pruebas mal conseguidas o a amortiguar los efectos de la ley.

En ning¨²n caso el veredicto de un juicio debe basarse en la popularidad de una u otra decisi¨®n. Y es propio de una sociedad ultrarreaccionaria, la que representa un abogado como Sierra, considerar que es m¨¢s grave una violaci¨®n que un asesinato.

Yo creo que los padres de Diana preferir¨ªan siempre a su hija viva. Que est¨¦ muerta puede formar parte de esa tremenda ideolog¨ªa que no puede soportar la mancillaci¨®n. Antes muerta.