Los derechos civiles

Este a?o coincide la festividad del d¨ªa de Martin Luther King con su fecha de nacimiento, fue un 15 de enero de 1929. Esta particular onom¨¢stica se celebra en Estados Unidos el tercer lunes de enero y sirve para recordarnos a un santo del siglo XX que dio su vida por los derechos civiles. Se la arrebataron de un disparo, un 4 de abril de 1968, cuando ten¨ªa 39 a?os. Fue una vida llena de logros en una ¨¦poca en la que era impensable que los negros estadounidenses pudieran tener voz y sue?os. A los negros de aquel entonces, solo les quedaba la fe, y con ella dialogaban esperando un milagro o una revoluci¨®n.

Martin Luther King ten¨ªa el perfil de los l¨ªderes bondadosos que constru¨ªan un futuro con tenacidad, respeto y esperanza. Fue un activista de la no violencia y la desobediencia civil como mecanismos de presi¨®n. Busc¨® construir una sociedad igualitaria y m¨¢s justa. Sus esfuerzos llevaron su mensaje de reivindicaci¨®n de los derechos civiles a todos los rincones de Occidente. Por eso, en 1964, le dieron el Premio Nobel de la Paz. Reconoc¨ªan a un hombre joven, sabio y entregado que segu¨ªa las t¨¢cticas pacifistas de Gandhi, y nos obligaba a reflexionar sobre el dolor y la verg¨¹enza del racismo y la segregaci¨®n racial. Sus discursos educaban a las sociedades en la necesidad de entender que la defensa de la igualdad de todas las personas era un derecho en el que todos deb¨ªamos comprometernos.

Este a?o se cumplir¨¢ medio siglo de su asesinato y a su pa¨ªs le corresponde reivindicar m¨¢s que nunca su legado. El Museo de los Derechos Civiles, erigido en su memoria alrededor de las habitaciones del Motel Lorraine en Memphis donde lo mataron, est¨¢ lleno de documentos que constatan el horror que han padecido los afroamericanos. La historia no se puede cambiar, la esclavitud fue una instituci¨®n deleznable que consolid¨® la riqueza de los blancos. Fue un episodio nefasto lleno de aristas que durante siglos reprimi¨® y desintegr¨® a los negros. Una vez erradicada con una guerra civil, no se acept¨® sin embargo la igualdad de oportunidades en todos los Estados, y siguieron margin¨¢ndolos, aboc¨¢ndolos a la pobreza y el fracaso.

Estados Unidos tiene que asumir la responsabilidad multirracial de su cultura y analizar por qu¨¦ la realidad de los negros sigue siendo distinta y profundamente injusta. Por lo general son m¨¢s pobres, sufren discriminaci¨®n y mucha violencia. La excepci¨®n de grandes figuras como el expresidente Obama no ha podido cambiar las ra¨ªces racistas todav¨ªa arraigadas, y que Martin Luther King denunci¨® en su d¨ªa.