Piques que no se saben c¨®mo terminan
De repente ya no me encontraba en la discoteca, sino en un extra?o mercado medieval, encerrado en una jaula
Ernesto y yo est¨¢bamos en medio de la pista de la discoteca Puzle con todo el mundo pendiente de nosotros, como se suele decir en Albacete ¡°all eye an us¡±. Caras abotargadas, luces de colores, m¨²sica a todo volumen¡ bueno, m¨²sica¡ Maluma.
¡ª?A qu¨¦ no tienes g¨¹itos a tomarte de un trago este cubata de Beylis con Coca- Cola?, dijo Ernesto desplegando su sonrisa de mamarracho.
¡ª Par favar, respond¨ª yo poniendo los ojos en blanco.
¡ª ?Espera que no he terminado! ?Y despu¨¦s a darle una calada a este porro de hebras de pl¨¢tano?
¡ª Cierra el agujero que tienes en la cara, dije agarrando ambas cosas.
Los piques son como las pel¨ªculas de Julio Medem, se saben como empiezan pero no como terminan.
No hab¨ªa vuelta atr¨¢s: trago¡ calada¡ trago¡ calada¡ FUNDIDO A NEGRO.
De repente ya no me encontraba en la discoteca, sino en un extra?o mercado medieval, encerrado en una jaula. No era el ¨²nico, por todos lados hab¨ªa otros en la misma situaci¨®n. Lo curioso es que cada jaula ten¨ªa un letrero: ¡°Chica guapa perfecta para hacer de novia del protagonista¡±, rezaba uno. ¡°Actor fornido ideal para papel de chico problem¨¢tico¡±, me pareci¨® leer en otro, ¡°Actriz mayor con car¨¢cter, solo para hacer de portera de finca¡±¡ ?era horrible! Entonces paso un hombre con un l¨¢tigo.
¡ªSe?or, ?qu¨¦ es esto?, le pregunt¨¦ con la voz tr¨¦mula.
¡ª Es un mercado de actores, respondi¨® con la voz ronca.
Casi no me atrev¨ªa a preguntarlo:
¡ª?Qu¨¦ pone en mi cartel?
¡ª Ja, ja, ri¨® de forma sard¨®nica. En el tuyo pone: actor malete pero que cae simp¨¢tico.
?CHAS! ?CHAS! ?CHAS!
?Era el l¨¢tigo? No era mi mujer d¨¢ndome bofetadas con la mano abierta.
¡ª Tus amigachos te han tra¨ªdo en un taxi. Ma?ana hablamos.
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