Gracias, Paco

El PP valenciano liderado por Francisco Camps fue determinante para que Rajoy sobreviviera al frente del PP nacional en 2008, cuando hab¨ªa perdido por segunda vez las elecciones frente a Zapatero y la oposici¨®n interna auspiciada por Esperanza Aguirre zarandeaba el suelo bajo sus pies. En el congreso organizado por Camps aquel a?o, su apoyo sin fisuras fue clave para frenar a los d¨ªscolos y apuntalar a un Rajoy en horas bajas. Si la derrota del PP de 2004 hab¨ªa sido colectiva tras el atentado del 11-M, la de 2008 era personal e intransferible y por ello Rajoy afrontaba el que ha sido su mayor desaf¨ªo interno.

Pronto empezaron las investigaciones por la trama G¨¹rtel, las acusaciones contra Camps por aceptar regalos y una sarta de di¨¢logos convertidos ya en iconos de la corrupci¨®n del PP: ?lvaro P¨¦rez y Camps eran ¡°amiguitos del alma¡± y se quer¨ªan ¡°un huevo¡±. Por el lado de Rajoy, escuchamos aquel proverbial: ¡°Siempre estar¨¦ detr¨¢s de ti, o delante o al lado, me es igual. Gracias, Paco¡±. Sin olvidar cuando dijo que no era ¡°una trama del PP, sino contra el PP¡±.

Aquello inaugur¨® la pol¨ªtica de Rajoy de apoyar p¨²blicamente a sus m¨¢s pr¨®ximos hasta que no ten¨ªa m¨¢s remedio que dejarles caer, intentando a la vez salir indemne. Pero la historia y la memoria nos deben recordar la alianza de supervivencia particular que ten¨ªa con Camps. Las vistas que se est¨¢n llevando a cabo en la Audiencia Nacional en la pieza separada del caso G¨¹rtel est¨¢n confirmando las peores sospechas de la fiscal¨ªa: primero fue el propio ?lvaro P¨¦rez; despu¨¦s nueve empresarios que pagaron en negro; y ayer ha sido el turno de Ricardo Costa, entonces secretario general del PP, quien apunt¨® directamente a Camps como responsable de la financiaci¨®n ilegal del PP valenciano. Costa reconoci¨® que pag¨® a Orange Market con dinero negro procedente de esas empresa. Libr¨® a Luis B¨¢rcenas y al PP nacional de cualquier responsabilidad, que adjudic¨® plenamente a Camps y otros altos cargos del Gobierno valenciano.

Camps neg¨® ayer la acusaci¨®n y habr¨¢ que esperar la decisi¨®n judicial. Pero la confirmaci¨®n por parte de nueve empresarios, de la trama y del secretario general del PP en esa ¨¦poca deja pocos resquicios de duda en la sede de la Audiencia Nacional.

Y el caso Camps no es un asunto cualquiera. Camps no solo fue un pilar para Rajoy. Tambi¨¦n lider¨® una comunidad convertida en zona cero de la corrupci¨®n de la Espa?a de la burbuja que estall¨® dram¨¢ticamente dejando al descubierto unas capas sociales que acud¨ªan a barracones convertidos en escuelas. El modelo valenciano fue un fracaso. Como lo es tambi¨¦n ¡ªun fracaso de la democracia espa?ola¡ª un modelo de financiaci¨®n irregular que empieza a llegar ahora al banquillo, que adulter¨® las cuentas del Partido Popular y la propia democracia. El rigor que intenta predicar el Gobierno ante la econom¨ªa sumergida, ante la evasi¨®n de impuestos o el dinero negro choca con las pr¨¢cticas de un partido que, en lugar de ejemplaridad, ha exhibido un envenenamiento de sus cuentas intolerable en una democracia europea. Rajoy gan¨® despu¨¦s, en 2011, frente a un PSOE agotado y err¨¢tico ante la crisis, pero hoy certificamos que lo hizo apoyado en un sistema de financiaci¨®n ilegal de cuya responsabilidad no queda exonerado por las posteriores victorias electorales.