Dudas en torno al 'caso Woody Allen'
Ser¨ªa recomendable respetar a aquellas personas que sencillamente han decidido no creer a Dylan
Como se sabe, Woody Allen, se encuentra actualmente en una complej¨ªsima y dura situaci¨®n. Las declaraciones de su hija Dylan, acus¨¢ndole de abusos sexuales cuando ella contaba siete a?os, amenazan con hundir no solo la imagen de este c¨¦lebre director sino su propia vida y el lugar que ocupa su obra cinematogr¨¢fica en el imaginario cultural. En realidad las declaraciones de Dylan Farrow ya se produjeron hace cuatro a?os, pero no recibieron la difusi¨®n lograda en la actualidad, integr¨¢ndose este asunto en la gran campa?a de denuncias de comportamientos vergonzosos contra las mujeres que supone el movimiento Me Too.
Pero los hechos denunciados ya salieron a la luz hace m¨¢s de veinticinco a?os, en medio de la separaci¨®n de Woody Allen y Mia Farrow as¨ª c¨®mo de su batalla legal por la custodia de los hijos de la pareja. Aquello en su d¨ªa ya se denomin¨® como ¡°el gran esc¨¢ndalo de Woody Allen¡±. De fondo, la infidelidad protagonizada por Allen y Soon Yi Previn, la hija adoptiva de Farrow. Fue en medio de aquella batalla jur¨ªdica fue cuando se produjo la acusaci¨®n de abusos sexuales, supuestamente cometidos por Allen contra su hija Dylan.
El juez Elliot Wilk, encargado del caso, decidi¨® no inculpar a Allen porque no hab¨ªa suficientes pruebas, aunque eso s¨ª, matiz¨® que ¡°probablemente nunca sepamos lo que ocurri¨® el 4 de Agosto de 1992¡± fecha en la que se produjeron los presuntos abusos. Creo que ah¨ª el magistrado ten¨ªa toda la raz¨®n: nunca lo sabremos con seguridad. Ahora bien, ante la masiva cr¨ªtica contra el cineasta, ante los anuncios de boicot y tambi¨¦n ante el supuesto derecho de Dylan Farrow a ¡°derribar¡± a Allen, creo que convendr¨ªa recordar algunas cosas.
Siguiendo la biograf¨ªa de Allen escrita por David Evanier, asistimos en varios cap¨ªtulos a los pormenores de la tormentosa separaci¨®n de Allen y Mia Farrow. El abuso denunciado se produjo en medio de la batalla, en una visita a la que Allen ten¨ªa derecho, con la presencia en la casa de Farrow de otros ni?os, as¨ª como de cuidadoras. Se hace referencia a unos tocamientos en una oscura buhardilla. La madre, Mia, no llam¨® a la polic¨ªa ni a los m¨¦dicos de inmediato. Lo que hizo fue grabar en video a la ni?a, desnuda y de pie en una ba?era, para que contara lo que le hizo Allen. La cinta, que fue estudiada por los jueces contiene muchos cortes, algo que en su d¨ªa dio que hablar a los investigadores, quienes pensaron que se deb¨ªan a que Farrow le estaba explicando lo que ten¨ªa que decir. Linda Fairstein, quien fuera directora de la Unidad de Delitos Sexuales de la Oficina del Fiscal del Distrito de Manhattan afirma que ¡°el relato no era coherente¡por eso hubo que parar la cinta varias veces, para que alguien pudiera apartar a la ni?a y decirle: as¨ª no, ?recuerdas lo que ten¨ªas que decir? Te tocaron aqu¨ª, no te tocaron all¨¢¡¡± Siguiendo el libro de Evanier nos encontramos con que el doctor John Leventhal, del Centro de Abusos a Menores Yale-New Haven, donde Dylan fue evaluada f¨ªsica y psicol¨®gicamente, afirm¨® que ¡°no hab¨ªa signo alguno de abuso f¨ªsico, lo que llev¨® a sugerir que, o la ni?a ten¨ªa problemas emocionales relacionados con uno o con ambos padres y con c¨®mo la hab¨ªa criado, o alguien la hab¨ªa estado guiando durante todo el proceso para que dijera lo que esa persona quer¨ªa o¨ªr¡±.
Es sabido que la reacci¨®n de Mia Farrow ante la traici¨®n de Allen con Soon Yi fue contundente, hasta el punto de establecer, como al menos denuncia Moses Allen, una atm¨®sfera de total rechazo y miedo ante la persona del cineasta. Moses afirm¨® hace unos a?os: ¡°Es obvio que Allen no viol¨® a mi hermana. Ella le quer¨ªa mucho y no ve¨ªa la hora de verle. Nunca se hab¨ªa escondido de ¨¦l hasta que nuestra madre cre¨® una atm¨®sfera de miedo y odio hacia ¨¦l¡±. En el libro de Evanier, se detalla, c¨®mo antes de algunas de las visitas de Allen a los ni?os, acordadas por los jueces, Farrow dejaba notas por la casa avisando ¡°que viene el pederastra¡±. Allen, entonces era denominado as¨ª por Farrow a ra¨ªz la relaci¨®n entre ¨¦l y Soon Yi Previn.
Cuento todo esto sencillamente para establecer un margen muy amplio de duda sobre lo que sucedi¨® entre Woody Allen y su hija Dylan, por m¨¢s que ¨¦sta lo haya comunicado con una claridad meridiana y por m¨¢s que medio Hollywood haya decidido creerla. Ser¨ªa recomendable respetar a aquellas personas que sencillamente han decidido no creer a Dylan, a pesar de todo, especialmente en unas circunstancias, las establecidas por los objetivos de una causa noble, que pueden impulsar, en determinados casos, a arramplar con todo, a no dar lugar a matices, a prescindir de la presunci¨®n de inocencia y a convertirlo todo en una batalla de trinchera y de lucha entre buenos y malos. Esto no contribuye a nada positivo ni para el movimiento Me Too ni para la causa feminista en general.
Ram¨®n Luque C¨®zar es profesor titular de Comunicaci¨®n en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid es? utor de los libros: En busca de Woody Allen: sexo, muerte y cultura (Editorial Ocho y Medio)y Todos somos Woody Allen (Editorial Signatura).
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