El dilema de la moda barcelonesa: seguir la tendencia o luchar contra ella
Cinco momentos clave de los primeros desfiles de 080 Barcelona Fashion
El conjunto de edificios del Recinto Modernista de Sant Pau, el imponente espacio que acoge 080 Barcelona Fashion, toma una manzana entera del barrio del Guinard¨®. En el lado norte hay varias salidas de urgencias hospitalarias: personas fumando, inquietud, paciencia a punto de acabarse, abrigos encima de lo primero que pillaron cuando pas¨® lo que sea que pasase.
Unos metros m¨¢s all¨¢ el panorama cambia radicalmente; en la entrada principal tambi¨¦n hay tabaco y nervios, pero de una ¨ªndole mucho m¨¢s benigna. La repetici¨®n de gorros de lana, gafas redondas de espejo, maquillaje y plataformas indican otro tipo de virus, contagioso pero inofensivo.
En la espera a los desfiles uno se entretiene con el viejo juego del repaso visual disimulado. Los looks hablan alto y claro. Del r¨¦cord de m¨¢s de mil medios y profesionales acreditados, unos 125 quedan bajo el ep¨ªgrafe de digital influencers. Esta temporada en las gradas hay mucho ch¨¢ndal caro, mucho Uniqlo (se nota el desembarco en la ciudad) y mucha deportiva edici¨®n limitada.
Pasadas ya las primeras horas de la cita, destacamos cinco momentos clave de estas dos primeras jornadas, lunes y martes, de la XXI edici¨®n de esta pasarela dedicada a mostrar nuevas colecciones de firmas afincadas en Catalu?a.
1. M¨¢s vale un guapo que un ¡®influencer¡¯
La moda siempre ha ido de n¨²meros. Antes, en los balances de cuentas anuales. Ahora tambi¨¦n en las audiencias, en ese Instagram todopoderoso creador de todo lo visible y lo invisible. Ze Garc¨ªa, cuyo desfile abri¨® esta edici¨®n del 080, reuni¨® a un grupo influencers (todas mujeres; la colecci¨®n era femenina) que sumaban m¨¢s de 10 millones de seguidores. Igual que ocurre con las modelos, ellas tienen m¨¢s tir¨®n medi¨¢tico. Con dos excepciones, a juzgar por la cantidad de fotos requeridas: Juan Betancourt (guapo cl¨¢sico) y el veterano Clement Chabernaud (guapo ilustrado).
2. Se lleva el clima extremo
De la comunidad inuit del norte de Canad¨¢ hasta Nueva York, pasando por Fargo, que queda a mitad de camino y donde estos d¨ªas disfrutan de la agradable temperatura de -17?C. Donde hay fr¨ªo hay tiempo para la soledad y la reflexi¨®n. Esa autosuficiencia orgullosa atrajo el inter¨¦s del colombiano Javier Gir¨®n, dise?ador de JNORIG, que a?os atr¨¢s trabaj¨® con alguien de est¨¦tica tan poco polar como Jeremy Scott.
El dise?ador confiesa debilidad por la dureza extrema de los climas polares y des¨¦rticos. En ¡°Un caracal blanco¡± apareci¨® esa est¨¦tica com¨²n a los territorios lim¨ªtrofes: grietas, geometr¨ªas, fractales, repetici¨®n, siluetas m¨ªnimas.
?Y Fargo a qu¨¦ ven¨ªa? Ah, s¨ª: la ciudad de North Dakota fue uno de los puntos geogr¨¢ficos clave pro-Trump, y de aquellos polvos vienen lodos como el lema ¡°Make America Great Again¡±, t¨ªtulo de la colecci¨®n de Mans Concept & Menswear. A pesar de la provocaci¨®n, el desfile fue una sobria lecci¨®n de sastrer¨ªa reinventada. Uniformes de adolescente de fraternidad pija, perfectos para toga parties pre-ex¨¢menes en una Ivy League: trajes-pijama, falsos botones en la espalda, camisas que muestran el ombligo¡
3. En la moda hay que divertirse
¡°Goals¡±, la colecci¨®n de Pablo Erroz iba de metas, entendidas m¨¢s al modo humanista que al modo Ajram. So?ar con ser mejores, recorrer un camino propio, admirar lo sencillo. Prendas sin g¨¦nero, ingenuas, c¨®modas, oversize, callejeras, que mezclaban tejidos antag¨®nicos (pana y nylon, seda y denim) y dejaron entrever uno de los fen¨®menos sociales preferidos de este dise?ador: la cultura de club. ¡°Goals¡± fue puro hedonismo Nitsa. Tambi¨¦n un poco Segundo Verano del Amor de Manchester. Como rezaban las camisetas pintadas a mano de otro de los dise?adores del martes, Oscar Leon: ¡°No place for hate¡±.
4. La audiencia es para quien la trabaja
Krizia Robustella es siempre uno de los desfiles m¨¢s llenos y aplaudidos, y ayer volvi¨® a suceder. La grada (con mucho m¨²sico y mucho chef, hago notar) ven¨ªa rendida a la propuesta de la barcelonesa antes de ver siquiera una sola prenda en la pasarela. Adoran el humor de Krizia, y ella les corresponde: su colecci¨®n AW18 se llama ¡°Trendy Flock¡± (el reba?o de las tendencias).
El trampantojo no es nada nuevo en la moda. Margiela, Moschino, Chanel o Gucci lo han empleado seg¨²n su discurso -con inteligencia, con humor, con picard¨ªa, con iron¨ªa. Robustella, ayudada por las ilustraciones de Susana L¨®pez, se r¨ªe de la fiebre streetwear y del ingenioso lenguaje de la imitaci¨®n. Su colecci¨®n no era tanto Dapper Dan como un gui?o a las geniales cutreces ochenteras de Selbok (por Reebok) o Paliboy (por Playboy). ¡°Trendy Flock¡± jug¨® al equ¨ªvoco punk con marcas como Kappa o The North Face.
5. Si es ¨²til, mucho mejor
Quienes ronden los 40 a?os lo recordar¨¢n: durante dos d¨¦cadas -los ochenta y los noventa-, ir de Toni Mir¨® significaba que te enterabas. Toni Mir¨® era La Seca de Flassaders, Santa & Cole, Vin?on, Nick Havana, Mariscal, el MACBA de Richard Meier, el disseny de Satu¨¦, Eskenazi o Colavidas. El uso sensato del color y la atenci¨®n obsesiva por el detalle. El entourage de Mir¨® sigue leal a lo que su nombre representa, lo que provoc¨® ayer tarde un overbooking algo descontrolado en las gradas del desfile.
Su colecci¨®n ¡°Trekking¡± homenaje¨® al ethos escolta y al lema mundial del movimiento scout: ¡°Siempre listo¡± (en ingl¨¦s ¡°Be Prepared¡±, iniciales del fundador Baden-Powell). Su equipaci¨®n de monta?a sirve para ir bien pertrechado para la vida diaria: jers¨¦is de cashmere, bolsos de tart¨¢n, pana intelectual, trenchs ligeros, capas mod, camisas le?ador, calcetines gruesos, mochilas con mantas¡ Atuendo vers¨¢til para un afterwork o un atasco de nieve en la AP-6.
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