La biblioteca de todo bicho viviente

La mareante diversidad de la naturaleza no marea a todo el mundo. Hay gente que mantiene la cabeza fr¨ªa y piensa en la mejor forma de aprehenderla, de clasificarla y de entenderla. A cambio de explotarla, desde luego, pero de formas sutiles, deferentes y sostenibles. Y de alguna parte hay que sacar el dinero. Esta gente ya tiene un proyecto para secuenciar el genoma del mill¨®n y medio de especies avanzadas (eucariotas, en la jerga) que poblamos el planeta. Eso nos incluye a todos los animales, pero tambi¨¦n a las plantas, los hongos y los protistas (como la ameba y el paramecio). Si al genoma humano se le suele llamar el libro de la vida, lo de ahora es la biblioteca de todo bicho viviente, la bioteca,por as¨ª decir.

La principal idea no proviene de un cient¨ªfico, sino del empresario peruano Juan Carlos Castilla Rubio, que quiere aplicarla inicialmente a la cuenca del Amazonas. Y est¨¢ basada, curiosamente, en la blockchain, la ¡°cadena de bloques¡± que subyace al funcionamiento del bitcoin y las dem¨¢s monedas virtuales, o criptodivisas. La propiedad clave de la blockchain es que toda transacci¨®n deja autom¨¢ticamente su huella en la cadena y se aplicar¨ªa as¨ª en el caso amaz¨®nico: la biblioteca de genomas de todas las especies amaz¨®nicas ser¨ªa de libre acceso en la red, como ya lo es el genoma humano y los dem¨¢s que se han secuenciado. Pero la blockchain registrar¨¢ cualquier uso que se haga de esos datos y, cuando ese uso conduzca a un beneficio econ¨®mico, transferir¨¢ autom¨¢ticamente parte de ese dinero al pa¨ªs de origen de la especie biol¨®gica en cuesti¨®n. Castilla lo llama ABC (Amazon Bank of Codes, o banco de c¨®digos del Amazonas).

Otro proyecto m¨¢s ambicioso por su amplitud, pero menos desarrollado en sus detalles, se llama EBP (Earth Biogenome Project, o proyecto biogenoma de la Tierra), y se gest¨® en una reuni¨®n de la ¨¦lite de la biolog¨ªa en el Instituto Smithsonian de Washington. Este no se limita al Amazonas, sino que abarca todas las especies del mundo. Los dos proyectos han acordado apoyo mutuo en el reciente foro de Davos y ¡ªlo que es a¨²n m¨¢s importante en ese marco incomparable¡ª se han puesto a buscar dinero para financiarlo. No dice poco de las billeteras que se concentran all¨ª que el EBP ha conseguido ya 100 millones de los 500 que costar¨¢ su primera fase. Eso es aprovechar el tiempo.

La idea de fondo es que la informaci¨®n gen¨®mica no solo es un tesoro cient¨ªfico, pues permitir¨¢ entender la evoluci¨®n con una profundidad sin precedentes, sino tambi¨¦n un tesoro en sentido literal.