¡°Cuando el grajo vuela bajo¡± y otros animales que s¨ª ¡®predicen¡¯ el tiempo

La marmota Phil es el animal m¨¢s conocido ¨Cal menos con nombre propio¨C por sus predicciones meteorol¨®gicas. Pero no es el ¨²nico: existe todo un rosario de refranes y tradiciones que vinculan el comportamiento de la fauna con la meteorolog¨ªa. Distinguir aquellos que tienen alg¨²n fundamento de las supersticiones y observaciones espurias no siempre es f¨¢cil.

¡°Las personas siempre hemos querido predecir el tiempo a largo plazo, que es algo imposible¡±, dice Jos¨¦ Miguel Vi?as, el vicepresidente de ACOMET (Asociaci¨®n de Comunicadores de Meteorolog¨ªa). Seg¨²n Vi?as, muchas correlaciones entre la actuaci¨®n de los animales y el tiempo atmosf¨¦rico tienen sus or¨ªgenes en antiguas sociedades rurales, donde toda la poblaci¨®n depend¨ªa de la agricultura y la incertidumbre pod¨ªa ser terrible.

¡°Siempre se intentaban buscar tretas para averiguar c¨®mo vendr¨ªa el invierno, o c¨®mo ser¨ªa el tiempo en las semanas venideras. Pero el fundamento cient¨ªfico es nulo¡±, afirma el meteor¨®logo. La propia predicci¨®n del D¨ªa de la Marmota es ¡°aleatoria¡±, dice, al depender completamente de la incidencia que pueda tener la luz del sol sobre un pueblo en EE UU (y el comportamiento de una marmota famosa) en la ma?ana del 2 de febrero.

M¨¢s razonable es asociar el avistamiento de ciertos animales con los cambios estacionales. Por ejemplo, en los bosques europeos, explica Vi?as, el canto del cuco era un heraldo fiable de la primavera. Por esto mismo las aves migratorias como las grullas o las golondrinas son s¨ªmbolos de cambio en muchas culturas. Durante sus primeros a?os, la Real Sociedad Meteorol¨®gica brit¨¢nica centr¨® su trabajo en el estudio de la fenolog¨ªa, que analiza variaciones en el clima gracias a los ciclos vitales de los seres vivos, y a d¨ªa de hoy esta disciplina es una herramienta poderosa para el estudio del cambio clim¨¢tico.

Durante sus primeros a?os, la Real Sociedad Meteorol¨®gica brit¨¢nica centr¨® su trabajo en el estudio de la fenolog¨ªa, que analiza variaciones en el clima gracias a los ciclos vitales de los seres vivos, y a d¨ªa de hoy esta disciplina es una herramienta poderosa para el estudio del cambio clim¨¢tico.

Sin embargo, el tiempo meteorol¨®gico var¨ªa mucho m¨¢s r¨¢pido que el clima. Para este tipo de predicciones los animales pueden darnos pistas, pero solo a corto plazo. Muchas especies son sensibles a cambios atmosf¨¦ricos locales, como un aumento de la humedad o de la presi¨®n, que preceden a los fen¨®menos percibidos por los humanos, como la lluvia o la tormenta.

Los zo¨®logos consideran que los insectos, y otros artr¨®podos como las ara?as, son especialmente susceptibles a estos cambios. Desde el punto de vista evolutivo, es razonable esperar que estos animales, por lo general peque?os, est¨¦n adaptados para evitar lluvias o temporales que puedan causarles lesiones o la muerte. Un estudio publicado en la revista cient¨ªfica PLoS One analiz¨® el comportamiento sexual de escarabajos, pulgones y polillas en varias condiciones de presi¨®n atmosf¨¦rica; aunque cada especie respondi¨® a los cambios de forma particular, todas modificaron su comportamiento con los cambios barom¨¦tricos, por ejemplo terminando de copular m¨¢s r¨¢pido ante el peligro de una tormenta inminente. Estas investigaciones podr¨ªan explicar observaciones m¨¢s tradicionales, como la asociaci¨®n del mal tiempo con el retorno de las abejas a la colmena, o con las telara?as vac¨ªas.

Otros estudios han documentado c¨®mo algunos tiburones se alejan de la costa en busca de aguas m¨¢s profundas antes de la llegada de un hurac¨¢n. Parece que los peces responden a cambios en la presi¨®n del agua de forma similar a la respuesta de animales terrestres ante cambios en la presi¨®n del aire.

Vi?as sostiene que tambi¨¦n tienen m¨¦rito algunos dichos populares que relacionan los animales con el tiempo. Es muy probable que ¡°cuando el grajo vuela bajo, hace un fr¨ªo del carajo¡±, ya que el aire fr¨ªo es denso y esto podr¨ªa dificultar el vuelo en altura. Pero tambi¨¦n hay muchas supersticiones. ¡°No todo lo que se dice por ah¨ª sobre los animales y el tiempo es cierto¡±, dice el meteor¨®logo. ¡°Hay mucho bulo. Tendr¨ªamos que ir caso por caso evaluando el fundamento de cada tradici¨®n¡±.