?Qu¨¦ hacer?
Se est¨¢ produciendo un giro: explotar el resentimiento y la identidad siempre fue puro fascio. ?Ya no?
Que nuestra vida social es confusa, no hace falta decirlo. Comparada con los felices a?os ochenta del siglo pasado, tan socialdem¨®cratas y progresivos, se te cae el alma a los pies. Solo un ejemplo: el ciudadano va por la calle y le asaltan enormes carteles de mujeres casi desnudas que expresan lujuria y se le ofrecen si compra una colonia. Abre un diario o revista y brincan de sus p¨¢ginas unas hembras voluptuosas que le quieren devorar y vender un desodorante. Ahora bien, como se le ocurra al ciudadano mostrar lujuria y voluptuosidad es casi seguro que acaba en la c¨¢rcel. ?Qu¨¦ debo hacer, se pregunta el ciudadano? No puedo luchar contra la publicidad porque es la due?a invisible del poder pol¨ªtico, as¨ª que he de comprar el desodorante y taparme los ojos, o sea, reprimirme. Pero eso ?no era reaccionario?
Esta contradicci¨®n afecta a la totalidad de nuestras instituciones. Hace a?os los socialistas organizaron un sistema educativo europeo, una sanidad p¨²blica, una justicia soberana, y otras urgencias. En la actualidad se ocupan del asunto de los miembros y las miembras, las naciones de naciones o las izquierdas y los izquierdos. Los comunistas, a su vez, solo han sabido cambiar nombres de calles de gente desconocida por otros nombres a¨²n m¨¢s desconocidos. Y los progres catalanes abren embajadas y quitan camas de hospital.
Para orientarse en el caos recomiendo vivamente un agudo art¨ªculo de Jos¨¦ Luis Pardo en Letras Libres. Es de los escasos pensadores que analiza la actualidad con rigor. Se titula ¡°El insensato furor del resentimiento¡± y pregunta si la izquierda no se estar¨¢ convirtiendo, sin hacer ruido, en reaccionaria. Se est¨¢ produciendo un giro: explotar el resentimiento y la identidad siempre fue puro fascio. ?Ya no?
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