El momento decisivo de la izquierda italiana
La atomizaci¨®n ante las elecciones de marzo pr¨¢cticamente le asegura la derrota ante el centroderecha
Estamos a solo unas semanas de que se celebren nuevas elecciones generales en Italia (tendr¨¢n lugar el 4 de marzo) y la izquierda italiana vuelve a dar la en¨¦sima muestra de un elemento que siempre les ha diferenciado de la derecha y, por qu¨¦ no decirlo, perjudicado ampliamente: su tendencia a la divisi¨®n. Lo que resulta particularmente grave si tenemos en cuenta que la ley electoral con la que se van a celebrar estos comicios (la Rosatellum bis) premia a los partidos que se presentan en coalici¨®n en detrimento de los que lo hacen individualmente.
En ese sentido, resultaba previsible que el Partido Democr¨¢tico (PD) de Renzi y Gentiloni no formara coalici¨®n con el Articulo I-Movimiento Democratico y Progresista (MdP) de Bersani y D?Alema, a pesar de que Piero Fassino, presidente del PD, hizo importantes gestiones para tratar de buscar la convergencia entre ambos. M¨¢s all¨¢ de las declaradas enemistades personales (sobre todo en Renzi y D?Alema), la negociaci¨®n no tardaron en saltar por los aires cuando se puso encima de la mesa la reforma laboral (Jobs Act) aprobada bajo el Gobierno Renzi en las Navidades de 2014: para el pol¨ªtico toscano su vigencia era un tema innegociable, mientras para los otros su derogaci¨®n era igualmente innegociable, as¨ª que para finales de 2017 hab¨ªan finalizado las conversaciones entre antiguos compa?eros de partido.
Lo cierto es que Bersani y D?Alema ten¨ªan preparado un plan ¡°b¡±, que era unir sus fuerzas con el SEL de Nichi Vendola y Laura Boldrini y, bajo un nuevo nombre (Libres e iguales), lanzar una coalici¨®n de izquierda. El problema es que, mes y medio despu¨¦s de lanzar la candidatura (lo que se hizo en torno al 6 de diciembre), ninguna encuesta les da por encima del 8% de intenci¨®n de voto, cuando necesitan, como m¨ªnimo, un 10%. Cierto es que el 30-35% de indecisos que a¨²n hay les da margen para esperar que al final s¨ª puedan entrar en el Parlamento, pero tambi¨¦n cierto es que corran el riesgo de repetir el mismo desastre protagonizado por Fausto Bertinotti y su Sinistra Arcobalano en 2008: no quisieron coaligarse con el PD del entonces candidato Veltroni, y al final lo ¨²nico que lograron fue quedarse sin representaci¨®n parlamentaria. Y, por descontando, que Bertinotti se retirara definitivamente de la pol¨ªtica cuando hab¨ªa sido fundamental en los gobiernos de centroizquierda de los a?os 1996-2001.
Frente a ellos, un Renzi de momento en ca¨ªda libre en las encuestas (ha pasado de un 30% en intenci¨®n de voto al actual 23.1%), est¨¢ intentando cerrar su propia coalici¨®n a?adiendo a su partido la lista encabezada por la reconocida pol¨ªtica italiana Emma Bonino (heredera de los radicales de Marco Pannela, ya fallecido) y tambi¨¦n al nuevo partido formado por Beatrice Lorenzin, ministra de Sanidad en todos los gobiernos de la pasada legislatura. La baza que juega Renzi a su favor es, adem¨¢s de tener en su partido un valor en alza como es el a¨²n Primer Ministros Gentiloni, tener asegurada la entrada en el Parlamento al disponer una intenci¨®n de voto muy superior al 10%.
Lo cierto es que la cl¨¢sica divisi¨®n de la izquierda italiana est¨¢ llevando a que no puedan competir en igualdad de condiciones con la cl¨¢sica coalici¨®n del centroderecha italiano (la Forza Italia de Berlusconi, los Hermanos de Italia de Meloni y la Liga de Salvini), al que pr¨¢cticamente todas las encuestas dan un 35% de intenci¨®n de voto, quedando entre medias un Movimiento Cinco Estrellas que no es capaz de superar el 30% y que comienza a pensar en la posibilidad de pactar con Libres e Iguales, aunque conociendo a Beppe Grillo, que en el fondo es quien sigue mandando en el partido aunque el candidato sea Luigi Di Maio, parece dif¨ªcil que el partido ¡°anticasta¡± por excelencia sea capaz de hacer coalici¨®n con una lista (la de Libres e Iguales) donde est¨¢n nombres tan conocidos de la llamada ¡°casta¡± como el exprimer ministro D?Alema o el exministro Bersani. Lo ¨²nico cierto es que la izquierda vuelve a dar, una vez m¨¢s, muestras de su tendencia a la atomizaci¨®n, con lo que, tras haber controlado la presidencia del Consejo de Ministros durante toda la legislatura pasada, adem¨¢s de tener pr¨¢cticamente asegurada la derrota (una vez m¨¢s) ante el centroderecha, habr¨¢ de recurrir a este para formar una coalici¨®n de gobierno si es quieren seguir conservando el control del gobierno italiano o por lo menos formando parte del mismo.
Pablo Mart¨ªn de Santa Olalla Saludes es Profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Madrid
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.