Capitalismo de emociones
El sistema econ¨®mico global est¨¢ mutando hacia una econom¨ªa del algoritmo y los datos
Tierra, trabajo, capital. La conversi¨®n de esos factores de producci¨®n en mercanc¨ªa ha hecho avanzar al capitalismo. Las leyes de cercamiento brit¨¢nicas (enclosures) arrebataron las tierras comunales a los campesinos y las entregaron a los terratenientes; el capital excedente se invirti¨® en la industrializaci¨®n; los campesinos se convirtieron en trabajadores fabriles; lleg¨® la revoluci¨®n industrial.
Cada mercantilizaci¨®n ha dado lugar a grandes disrupciones sociales y pol¨ªticas. Desplazamientos masivos de poblaci¨®n, desaparici¨®n de comunidades enteras, caos y desorden; tambi¨¦n la emergencia de nuevos mundos. Es la tesis de Karl Polanyi en La gran transformaci¨®n, una de las m¨¢s afiladas cr¨ªticas del liberalismo econ¨®mico.
Dejado a s¨ª mismo, constataba Polanyi, el capitalismo no crea una econom¨ªa de mercado, sino una sociedad de mercado donde todo lo que es b¨¢sico para la supervivencia se ha convertido en mercanc¨ªa, puesto precio y sometido a las leyes de mercado. En esa sociedad, la pol¨ªtica sostiene el sistema mediante leyes, polic¨ªas y tribunales que aseguran la propiedad privada y el buen funcionamiento del mercado.
Por fortuna, a trav¨¦s del caos y los ciclos de revoluci¨®n y represi¨®n, incluidos los descensos al totalitarismo, aquellas sociedades dickensianas de las leyes de pobres han terminado por encontrar un sistema pol¨ªtico, la democracia liberal, compatible con una econom¨ªa de mercado capitalista y, en ocasiones, con un Estado social.
Ese equilibrio, que tanto ha costado alcanzar, est¨¢ en entredicho. El sistema econ¨®mico global est¨¢ mutando hacia una econom¨ªa del algoritmo y los datos (big data) que supone, ya lo estamos viendo, una transformaci¨®n social tan disruptiva y profunda como la propia revoluci¨®n industrial.
La gran duda que tenemos es si a esa econom¨ªa le sirve o le estorba la democracia liberal. Como se?ala Byung-Chul Han en Psicopol¨ªtica, todav¨ªa no sabemos qu¨¦ forma pol¨ªtica se corresponde con una econom¨ªa basada en algoritmos. Con las redes sociales hemos liberalizado las emociones y creado un mercado de datos sobre ellas pero no tenemos ni idea de lo que va a pasar posteriormente. El capitalismo de emociones no tiene todav¨ªa un sistema pol¨ªtico que lo sostenga. ?Qu¨¦ aspecto tendr¨¢? @jitorreblanca
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