Cinco pel¨ªculas gay mejores que ¡®Call Me by Your Name¡¯
Con motivo de la nominaci¨®n al Oscar del filme de Luca Guadagnino, repasamos otros t¨ªtulos con tem¨¢tica homosexual fundamentales en el cine
El cine con protagonistas homosexuales est¨¢ recibiendo finalmente el reconocimiento que se le ha denegado durante d¨¦cadas, tanto por parte de la cr¨ªtica como del p¨²blico. El a?o pasado, Moonlight, un duro drama social ambientado en los suburbios de Miami, logr¨® el premio Oscar a mejor pel¨ªcula. Este a?o, Call Me by Your Name (Ll¨¢mame por tu nombre) ha sido nominada en cuatro categor¨ªas, incluyendo mejor pel¨ªcula. Se trata de un nost¨¢lgico ejercicio est¨¦tico que narra el despertar sexual de un joven que se enamora de un estudiante mayor que ¨¦l durante un largo verano en el norte de Italia.
El reconocimiento al subg¨¦nero de drama gay llega, sin embargo, bastante tarde. Ha habido mejores pel¨ªculas que han sido tratadas con injusticia, como Brokeback Mountain (En terreno vedado) o Maurice, que se atrevieron a contar historias de amor entre personas del mismo sexo cuando hacerlo era toda una provocaci¨®n y pod¨ªa arruinar carreras cinematogr¨¢ficas. Estas son cinco de ellas.
1. Maurice, James Ivory, 1987
Antes de que Downton Abbey sublimara el refinamiento brit¨¢nico a categor¨ªa de arte estaban las pel¨ªculas del d¨²o del productor Ismael Merchant y el director James Ivory. Dramas tan contundentes como callados como Lo que queda del d¨ªa o Regreso a Howards End son sus obras m¨¢s galardonadas y exitosas. Algunas de ellas, como la propia Howards End o Una habitaci¨®n con vistas, se basaron en novelas de Eward Morgan Forster, un prol¨ªfico escritor que escribi¨® una de las novelas m¨¢s revolucionarias en la literatura de tem¨¢tica gay. Se trata de Maurice, un ejercicio literario discreto que contiene un planteamiento hasta entonces impensable: una historia de amor entre dos hombres puede no acabar en tragedia. Algo que hoy parece sensato, hace apenas medio siglo era una locura, y Forster nunca public¨® la novelita, que qued¨® como obra p¨®stuma y se imprimi¨® en 1971, meses despu¨¦s de la muerte de su autor.
La factor¨ªa Ivory mostr¨® tambi¨¦n valent¨ªa al incluirla en su l¨ªnea de producci¨®n a mediados de los a?os 80. El virus del sida hac¨ªa estragos en todo el mundo y no estaban las pel¨ªculas o series para finales felices. El productor Ismail Merchant ofreci¨® los papeles principales a Hugh Grant y James Wilby, que asumieron sin duda un riesgo a la hora de interpretar su tortuoso amor ante las c¨¢maras. Dijo el a?o pasado el director, Ivory, que a¨²n a d¨ªa de hoy hay hombres que vieron este filme en los a?os 80, muchas veces a escondidas o a altas horas en televisi¨®n, y le confiesan que cambi¨® su vida, les dio esperanza. Ivory, por cierto, est¨¢ nominado al Oscar como ¨²nico guionista de Call Me by Your Name. En 1987, a Maurice s¨®lo la nominaron a mejor vestuario, y perdi¨®.
2. Mi Idaho privado, Gus van Sant, 1991
Este melanc¨®lico y ca¨®tico largometraje comienza con una imagen sin duda impactante: el objeto del deseo de toda una generaci¨®n de adolescentes se convierte en chapero, y queda capturado en el cl¨ªmax de uno de sus servicios. La imagen de artista maldito de River Phoenix qued¨® sublimada en esta pel¨ªcula. Morir¨ªa dos a?os despu¨¦s, de una sobredosis, a las puertas de una discoteca. Antes se hab¨ªan publicado p¨¢rrafos y p¨¢rrafos en el papel cuch¨¦ sobre su supuesta bisexualidad y su supuesta relaci¨®n con Keanu Reeves. Para provocar, se sum¨® a esta producci¨®n, donde ambos son prostitutos callejeros y uno se enamora del otro. El director Gus van Sant captura con maestr¨ªa las dudas, la amargura y la desaz¨®n de confesar un amor y verse rechazado, entre planos on¨ªricos de un gran viaje por la Am¨¦rica de las carreteras interestatales y los desiertos sin fin. Una de las grandes secuencias del cine de los 90 proyecta c¨®mo un grupo de chaperos cuenta con crudeza su iniciaci¨®n al sexo mientras de fondo suena Cherish, la canci¨®n m¨¢s ?o?a de Madonna.
3. Muerte en Venecia, Luchino Visconti, 1971
De acuerdo: ha envejecido francamente mal, sobre todo por el abuso del zoom por parte del director. Pero nadie puede negarle a Muerte en Venecia el estatus de icono y referente del cine de autor. Solo un noble italiano comunista y abiertamente gay como Visconti pod¨ªa transformar el decadente relato de Thomas Mann en la pasi¨®n de un hombre maduro por un adolescente polaco. Es una pel¨ªcula enfermiza, estertor de otra ¨¦poca y epitafio de un mundo donde los instintos se reprim¨ªan. Dirk Bogarde, un tit¨¢n de la interpretaci¨®n, construye y destroza a su personaje, Gustav von Aschenbach, un estirado compositor y director de m¨²sica obsesionado con la idea de la belleza en su sentido plat¨®nico. Hasta que se encuentra en el sal¨®n de un hotel veneciano a Tadzio, un joven Bj?rn Andr¨¦sen de lacio pelo rubio y mirada perdida. En el relato, Tadzio no es m¨¢s que un boceto, una sombra. En el filme se convierte en la tentaci¨®n misma, la raz¨®n por la que Aschenbach lo lanza todo por la borda, se compra ropa nueva, se ti?e y se maquilla y decide pasar a la acci¨®n, con penosas consecuencias.
4. Brokeback Mountain, Ang Lee, 2005
Ocho palabras pronunciadas por Jake Gyllenhaal en este devastador drama han pasado a la historia del cine sobre homosexuales: ¡°I wish I knew how to quit you¡±. ¡°Ojal¨¢ supiera como desengancharme de ti¡±. La historia de Jack Twist y Ennis del Mar a lo largo de las d¨¦cadas tiene elementos que la hacen universal: dos amantes aislados del mundo en un lugar m¨¢gico, una realidad exterior opresiva que les obliga a llevar dobles vidas, el da?o irreparable que llevar una vida en secreto hace sobre la personalidad de ambos. En semejante caldo de cultivo solo se cocina la amargura, y Brokeback Mountain es una tragedia sobre todo amarga. La interpretaci¨®n es soberbia, y ayud¨® sobre todo a consagrar al malogrado Heath Ledger. La direcci¨®n es impecable, y le report¨® a Ang Lee un Oscar al mejor director. Sin duda el largometraje merec¨ªa el Oscar a la mejor pel¨ªcula, pero la Academia decidi¨® otorg¨¢rselo a Crash. La autora del relato en el que se inspir¨® el guion, Anne Proulx, critic¨® que la Academia est¨¢ ¡°fuera de contacto con el cambio cultural que se est¨¢ produciendo en Am¨¦rica¡±. Era 2006. Una d¨¦cada despu¨¦s la justicia norteamericana legaliz¨® el matrimonio gay.
5. Mi hermosa lavander¨ªa, Stephen Frears, 1985
De las muchas pieles que ha mudado Daniel Day Lewis en su larga y exitosa carrera, el de Johnny es una de las m¨¢s arriesgadas. En plena revoluci¨®n conservadora, este mat¨®n de poca monta y pasado fascista seduce a Omar, un joven paquistan¨ª, en los suburbios de Londres, y ambos comienzan un juego equ¨ªvoco de enredos y mentiras. La cuesti¨®n de fondo es en realidad social: ?Es menos brit¨¢nico alguien porque sus padres sean paquistan¨ªes? ?Ser homosexual convierte a alguien en ciudadano de segunda? ?Tiene sentido que el objetivo de la vida sea, como cantaron en la ¨¦poca los Pet Shop Boys, ¡°hacer mucho dinero¡±? El guionista y el director de esta brillante cinta, Hanif Kureishi y Gus van Sant respectivamente, se arriesgaron a plantear esas preguntas en el momento adecuado: cuando Margaret Thatcher se afianzaba s¨®lidamente en el poder. Fueron intelectuales irreverentes como ellos los que consiguieron mantener viva la llama de la disidencia y, sobre todo, la tolerancia.
*Todos los precios de compra incluidos en este art¨ªculo est¨¢n actualizados a fecha del 25 de enero de 2019.
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