Profesores precarios

El sistema universitario y cient¨ªfico espa?ol se desangra sin que el Gobierno haga nada por evitarlo. La ca¨ªda de las inversiones en I+D y la precarizaci¨®n de las plantillas universitarias est¨¢n provocando una alarmante p¨¦rdida de competitividad y amenaza la calidad docente. La normativa que durante los a?os de la crisis ha impedido la reposici¨®n de las plazas que quedaban libres y los recortes en los presupuestos universitarios han generado la aparici¨®n de enormes bolsas de profesorado precario y mal pagado que recuerdan la situaci¨®n que se vivi¨® en los a?os setenta con la crisis de los PNN.

La precariedad se concentra en la categor¨ªa de los profesores asociados, una figura que fue creada para que profesionales de prestigio de diferentes campos pudieran aportar su experiencia a la Universidad. La congelaci¨®n de plantillas ha pervertido esta figura de manera que en muchos casos son en realidad falsos asociados, es decir, profesores que tienen en la Universidad su principal actividad y se ven obligados a darse de alta como aut¨®nomos para justificar una actividad externa. La remuneraci¨®n que perciben ¡ªde 350 a 680 euros mensuales¡ª es escandalosamente baja teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de ellos est¨¢n altamente cualificados y re¨²nen experiencia y m¨¦ritos suficientes para ocupar una plaza permamente.

Este sistema impide o retrasa el desarrollo de una verdadera carrera profesional. No es normal que casi la mitad de los profesores que acceden a una plaza de titular tenga m¨¢s de 50 a?os. Es obvio que un sistema tan precario no puede garantizar la calidad docente que es exigible a la Universidad p¨²blica y acaba beneficiando a las Universidades privadas, que no tienen cors¨¦s a la hora de contratar.

Esta situaci¨®n ha lastrado tambi¨¦n la actividad cient¨ªfica del sistema universitario. Las condiciones de precariedad han provocado un ¨¦xodo sin precedentes. En estos momentos hay m¨¢s de 37.000 investigadores espa?oles en el extranjero. Que los cient¨ªficos salgan en busca de experiencia internacional es positivo si al mismo tiempo el sistema universitario espa?ol es capaz de atraer talento extranjero. Pero la falta de recursos y las rigideces burocraticas lo impiden, de manera que ese viaje, que es solo de ida, se convierte en una forma de regalar talento y permitir que otros pa¨ªses capitalicen la inversi¨®n que como sociedad hemos hecho en su formaci¨®n.

Como han advertido dos informes de la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a y de la Fundaci¨®n Alternativas, esta descapitalizaci¨®n se traduce en un retroceso sin precedentes de nuestra capacidad de competir. El registro de patentes internacionales ha ca¨ªdo un 60% y cada vez estamos m¨¢s lejos de la media de la UE en I+D, cuando se ha demostrado que los pa¨ªses que m¨¢s invierten en educaci¨®n y ciencia son tambi¨¦n los que mejor sortean la crisis econ¨®mica y m¨¢s empleo crean. En lugar de impulsar el c¨ªrculo virtuoso del I+D+i, hemos vuelto a caer en un viejo c¨ªrculo vicioso que conduce al atraso.

La sociedad espa?ola no merece ni puede tolerar una gesti¨®n pol¨ªtica tan nefasta como la que ha conducido a una precarizaci¨®n tan atroz de profesores universitarios e investigadores, claves para la ciencia y el avance del pa¨ªs.