En ca¨ªda libre
Rajoy es nuestro hombre de negro. Un registrador de la propiedad. Y de la realidad

Imaginemos la escena. Despacho de Mariano Rajoy, l¨ªder de la oposici¨®n, en G¨¦nova, 13. S¨¦ptima planta. A?o 2010. Final del invierno. Hablamos de todo un poco, del caso G¨¹rtel, de lo que puede haber en esas cajas sin abrir, de una amiga com¨²n con la que tuvo m¨¢s ¨¦xito ¨¦l que yo, de nuestros hijos que van al Brit¨¢nico y qu¨¦ tal te va Jorge, pues a mi muy bien Mariano, ?y a ti? Se recuesta sobre la silla parapetado por una moderna mesa, da una buena bocanada al puro y me se?ala un mont¨®n de diarios apilados a su izquierda y me suelta: ¡°si yo hiciese caso a estos (¡°estos¡± somos nosotros, los que escribimos en los peri¨®dicos) yo no estar¨ªa sentado aqu¨ª¡±. En esos momentos las cr¨ªticas al amado l¨ªder eran profundas y de calado, ven¨ªan del interior y del exterior. Y, por fin, me ofrece su teor¨ªa. El pol¨ªtico tiene que ser como un junco. Cuando arrecia el cicl¨®n te doblas y luego, cuando ha pasado, te vuelves a erguir.
Siguiente escena. 20 de noviembre de 2011. Mariano Rajoy, erguido, obtiene la mayor¨ªa absoluta en las elecciones al Congreso de los Diputados. Espa?a est¨¢ arruinada debido, principalmente, a la crisis bancaria y al Gobierno de Zapatero que la neg¨® m¨¢s all¨¢ de lo aceptable. Los hombres de negro amenazan con venir a Espa?a a poner orden en nuestras cuentas. Se estrena un nuevo Gobierno con Guindos y Montoro como estrellas que deben ordenar la maltrecha econom¨ªa. Primeros s¨ªntomas de que en Catalu?a algo se est¨¢ cociendo en ese r¨ªo revuelto que es nuestro pa¨ªs y que los herederos de Pujol piensan que puede ser ganancia de pescadores. La corrupci¨®n, un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, comienza a ser una pandemia en el PP. Mas, presidente de la Generalitat y en un ejercicio de traici¨®n sin precedentes, plantea que quieren m¨¢s dinero en el momento m¨¢s cr¨ªtico de la econom¨ªa espa?ola. Y el Gobierno, en lugar de salir y explicar la situaci¨®n, se enroca y calla. La corrupci¨®n acecha y el caso B¨¢rcenas estalla en toda su magnitud. Y Pujol descubre su pastel.
Tercera escena. En 2015 comienzan los brotes verdes de verdad. Parece que hemos salido de lo peor. Y sin necesidad de los hombres de negro. ?Por qu¨¦? Pues por algo tan sencillo como que Rajoy es nuestro hombre de negro. Un registrador de la propiedad. Y de la realidad. Hace lo que le dicen, ni una sola idea original. Pero salimos de la crisis. Eso nadie se lo podr¨¢ negar. Y agradecer. Aunque el nuestro es pa¨ªs escu¨¢lido en agradecimientos. Y entonces estalla el problema catal¨¢n en todo su resplandor. Ni una sola idea. Que lo resuelvan los jueces y el TC, que para eso est¨¢n.
Cuarta escena. Ahora nada. Pel¨ªcula muda. Como gran idea ese disparate de ampliar la prisi¨®n permanente revisable. El PP en ca¨ªda libre con el alud de Ciudadanos llev¨¢ndoselo por delante. Son m¨¢s listos, m¨¢s j¨®venes y m¨¢s guapos. Y dicen cosas, no solo hacen cosas, al fin y al cabo Rivera es catal¨¢n y Ciudadanos naci¨® en Barcelona. Fin de la historia. Desde Pi y Margall no ha habido un presidente catal¨¢n. Rivera puede ser el siguiente.
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