La paradoja de Ir¨¢n
No hay ning¨²n pa¨ªs en el mundo que haya contribuido m¨¢s que Persia a la formaci¨®n de la autoconciencia occidental
El reciente resurgimiento de protestas populares en Ir¨¢n vuelve a poner en primer plano lo que muchos estudiosos, como Abbas Milani, denominan la paradoja de Persia. Es digna de atenci¨®n.
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Habiendo sido una de las mayores civilizaciones de la historia, y donde se origin¨® la primera revoluci¨®n democratizadora del mundo isl¨¢mico (la Revoluci¨®n Constitucional de 1905), Ir¨¢n es hoy uno de los pa¨ªses que hace padecer a su gente las mayores penurias econ¨®micas a pesar de ser una de las mayores reservas energ¨¦ticas del planeta.
Siendo uno de los muchos pa¨ªses conquistados por el islam, fue el ¨²nico que no adquiri¨® la lengua ¨¢rabe y conserv¨® su propio y ancestral idioma (el persa o farsi), de familia no sem¨ªtica, sino indoeuropea. En la ¨¦poca contempor¨¢nea ha sido uno de los ¨²nicos seis pa¨ªses del tercer mundo que no pudo ser colonizado.
A pesar de que en el siglo XIX alcanz¨® una de las mayores cotas de despotismo y decadencia, fue la cuna de una asombrosa reforma religiosa por parte del B¨¢b, que luego se esparci¨® como religi¨®n multicultural por todo el globo. Los estudiosos calculan que el progreso cient¨ªfico y social que hubiera experimentado Ir¨¢n y, por contagio, Oriente Medio, hubiera sido similar o mayor al provocado por la Reforma de Lutero en Occidente, si la dinast¨ªa Qajar la hubiera apoyado como lo hicieran los pr¨ªncipes alemanes en el caso de Lutero.
Un pa¨ªs donde se sigue oprimiendo a las mujeres ha dado al mundo muchas mujeres universales. Sherezade, la cuentacuentos m¨¢s c¨¦lebre de la historia, de Las mil y una noches. La hermosa doncella y profetisa jud¨ªa, Ester, de quien tenemos noticias por el Antiguo Testamento. La bella y arrobadora Tahereh, cuya vida y final tr¨¢gico ha sido novelado en Alianza Editorial: aquella fascinadora poetisa que inici¨® en la Conferencia de Badasht un movimiento universal para promover la igualdad de g¨¦nero dos a?os antes de la primera Convenci¨®n feminista de Occidente (Seneca Falls). Hoy, 150 a?os m¨¢s tarde, las mujeres iran¨ªes (universitarias en una gran parte) constituyen la vanguardia de la lucha por la modernidad y la democracia en Ir¨¢n.
Siendo uno de los reg¨ªmenes m¨¢s desp¨®ticos del mundo, tiene cuarenta millones de conectados a internet
A pesar de que la m¨²sica moderna se halla prohibida, los expertos dan noticia de que hay en marcha una aut¨¦ntica revoluci¨®n musical en ese pa¨ªs promovida, sobre todo, por ellas.
Su cultura y literatura ha sido objeto de veneraci¨®n por parte de grandes intelectuales occidentales. La figura de Avicena, el m¨¦dico, sigue causando sensaci¨®n en Occidente. Emerson, la quintaesencia del intelectual americano, se enamor¨® de Ir¨¢n y de sus escritores. Goethe, el m¨¢ximo exponente del romanticismo europeo, qued¨® hechizado por sus poetas y cultura. Omar Khayyam es uno de los orientales mejor y m¨¢s traducidos de todos los tiempos. Henry Corbin ha identificado a Ir¨¢n como la patria de las luces, por creerla depositaria de la sabidur¨ªa gn¨®stica auroral; una suerte de v¨ªa o linaje real que a¨²na secretamente raz¨®n y revelaci¨®n, desde Zoroastro hasta Bah¨¢¡¯u¡¯ll¨¢h, pasando por los sabios soberanos de la antigua Persia, la gesta de los h¨¦roes de la Epopeya de los Reyes y los plat¨®nicos de Persia. Nuestro gran Eugenio Tr¨ªas reivindic¨® el valor e inter¨¦s del ¡°misterioso Ir¨¢n por encerrar tantas riquezas intelectuales y por su gnosis m¨ªstica, el ¨²nico lugar de encuentro, hoy, de modernidad y sentido de la trascendencia¡±.
Siendo uno de los reg¨ªmenes m¨¢s desp¨®ticos y represores del mundo, tiene cuarenta millones de conectados a internet, cinco millones de suscriptores a Facebook a pesar de haber sido prohibido y el mayor n¨²mero de bloggers del planeta, s¨®lo superado por EEUU.
No hay ning¨²n pa¨ªs en el mundo que haya contribuido m¨¢s que Persia a la formaci¨®n de la autoconciencia occidental. Dos textos can¨®nicos as¨ª lo demuestran. Por un lado, Her¨®doto nos ha transmitido c¨®mo los griegos, alumbradores de la civilizaci¨®n occidental, comenzaron a verse diferentes de Oriente gracias a los persas. Por otro lado, en el Antiguo Testamento no hay ning¨²n pa¨ªs m¨¢s halagado (aparte de su propio Israel) que Persia, ni ning¨²n soberano m¨¢s venerado que Ciro el Grande, autor de la primera declaraci¨®n de los derechos humanos de la historia.
Por todo ello, Ir¨¢n est¨¢ llamado a ser puente entre civilizaciones. Ubicado geogr¨¢ficamente en el centro, es ¨Ccon Corbin¨C un mundo medio y mediador entre Oriente y Occidente. Un universo espiritual medianero, un hogar intermedio tanto por su posici¨®n geoestrat¨¦gica en el coraz¨®n de la Asia Central como desde el punto de vista cultural. Pues, situado entre la gran espiritualidad hind¨² y el mundo ¨¢rabe, nunca ha perdido su vocaci¨®n del imperio medio que fue, habiendo producido una de las simbiosis m¨¢s inveros¨ªmiles y formidables de la historia del esp¨ªritu: Sohravard¨ª, el esplendoroso sabio, ejecutado por Saladino en Alepo, que cre¨®, ocho siglos antes de la actual era global, un magn¨ªfico sistema aunando el imaginario espiritual de la primera civilizaci¨®n oriental (la antigua Persia) y el pensamiento de Grecia (cuna de Occidente).
?Arash Arjomandi es fil¨®sofo y profesor de la EUSS (UAB).
@ArashArjoma
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