La teor¨ªa sueca del amor
Que el Estado sustituya a familia y amigos como red de protecci¨®n ha tenido un efecto inesperado: una plaga de soledad
No va de tatuados vikingos asolando los centros culturales de Europa, ya fueran los monasterios del siglo XI o las cafeter¨ªas hipsters del XXI. El documental La teor¨ªa sueca del amor narra otra epidemia n¨®rdica: la soledad.
Su director, Erik Gandini, lanza una hip¨®tesis provocadora. Viajemos a la Escandinavia de los a?os setenta: riqueza, pleno empleo, socialdem¨®cratas en el poder durante d¨¦cadas¡ El para¨ªso terrenal de los ateos progresistas.
Los Gobiernos n¨®rdicos aceleraron entonces una de las grandes operaciones de liberaci¨®n individual de la historia: que ninguna persona ¡ªmayor, joven o enferma¡ª tenga que depender de otra para subsistir. El Estado, a trav¨¦s de guarder¨ªas, residencias para mayores y todo tipo de ayudas, sustituye a la familia y los amigos como red de protecci¨®n.
Una idea inmaculada, pero que, seg¨²n esta teor¨ªa, tiene un efecto inesperado: una plaga de soledad. Al no necesitarlos, los n¨®rdicos se habr¨ªan ido aislando de parientes y amistades. El resultado ser¨ªa el elevado porcentaje de escandinavos que viven, y mueren, solos. Un problema grave, porque la soledad perjudica seriamente la salud. Altera el sue?o y el sistema inmunol¨®gico. Aumenta el riesgo de estr¨¦s e infarto. Sentirse solo es como fumar 15 cigarrillos al d¨ªa.
?No ser¨ªa, pues, m¨¢s sensato que los espa?oles evit¨¢ramos copiar las pol¨ªticas sociales de los pa¨ªses n¨®rdicos? No necesariamente, porque la soledad es una pandemia global. Si bien se ceba con los n¨®rdicos, los pa¨ªses occidentales con sistemas de bienestar menos desarrollados, como los anglosajones, tambi¨¦n la sufren con especial intensidad.
Los nueve millones de brit¨¢nicos que se sienten siempre, o a menudo, solos han forzado a Theresa May a nombrar a un ministro para atajar el problema de la soledad. Y, en Estados Unidos, los expertos advierten de los crecientes costes de la soledad sobre la salud nacional: de la diabetes al suicidio, pasando por el abuso de antidepresivos y la demencia.
En definitiva, quiz¨¢s los Estados m¨¢s solidarios crean, parad¨®jicamente, los ciudadanos m¨¢s individualistas. Pero las sociedades m¨¢s libres no parece que nos liberen. @VictorLapuente
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