PSC y Ciudadanos deben tomarse en serio Barcelona
Si de verdad Ciudadanos aspira a gobernar Espa?a no puede renunciar a hacerlo en Barcelona
En el tejido social y econ¨®mico barcelon¨¦s hay inquietud ante la batalla que se avecina. La alcaldesa Ada Colau cedi¨® a las presiones independentistas y ech¨® al PSC del Gobierno municipal poco antes de las elecciones del 21 de diciembre por apoyar la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n en la Generalitat, maniobra que auspiciaron sus lugartenientes, Gerardo Pisarello y Jaume Asens.
Pero a los comunes les fue mal en las urnas: quedaron quintos en Barcelona, retrocediendo en votos pese al aumento de la participaci¨®n. Expulsar a los socialistas tampoco le ha servido a la alcaldesa para aprobar los presupuestos municipales con el apoyo del PDeCAT o ERC y, en cambio, se ha pegado un ¡°tiro en el pie¡±, como dijo Joan Coscubiela.
Despu¨¦s de tres a?os, el colauismo no ha logrado consolidarse en la alcald¨ªa. Las pr¨®ximas municipales pintan muy abiertas con una sola cosa segura: el independentismo intentar¨¢ reconquistar la capital catalana, resarcirse de la derrota del convergente Xavier Trias.
La pregunta es si los constitucionalistas van a tomarse en serio Barcelona, particularmente Ciudadanos, que fue la fuerza m¨¢s votada el 21-D (25%), ganando en seis de los diez distritos. En las anteriores municipales, empat¨® con ERC (11%), quedando tercera, de manera que sus posibilidades de quedar primera en 2019 son altas si conserva parte de ese tir¨®n y si tanto comunes como neoconvergentes retroceden, entre otras razones porque ya no podr¨¢n polarizar la campa?a como sucedi¨® en 2015.
Si de verdad Ciudadanos aspira a gobernar Espa?a no puede renunciar a hacerlo en Barcelona, donde naci¨® como partido. Y eso exige, primero, un proyecto global de ciudad, m¨¢s all¨¢ de la confrontaci¨®n con el nacionalismo. Si quiere retener el voto en los barrios populares que se disputa con los comunes, tendr¨¢ que entrar a fondo en los temas sociales y urban¨ªsticos con un programa concreto y cre¨ªble, sobretodo en pol¨ªtica de vivienda. Segundo, no hay proyectos sin personas, y en Barcelona Ciudadanos no puede crecer m¨¢s por la derecha. En las municipales ¨²ltimas, su candidata, Carina Mej¨ªas, se comi¨® al PP del veterano Alberto Fern¨¢ndez, que ahora solo aspira a sobrevivir. Pero si la formaci¨®n naranja trata de sumar un electorado nuevo, m¨¢s acorde con la sociolog¨ªa liberalprogresista de la ciudad, necesitar¨ªa un/a alcaldable con un perfil m¨¢s adecuado.
En cuanto al PSC, hoy sus expectativas son algo mejores. Jaume Collboni repetir¨¢ como candidato porque ha tenido la suerte de que los comunes lo echaran del gobierno. ?l no se atrevi¨® a plantarlos cuando Colau se puso del lado de los alcaldes de la vara y apoy¨® la consulta del 1-O. Ahora, el concejal despechado, habla claro y es una voz fuerte en la oposici¨®n; a los socialistas les sigue avalando 32 a?os de alcald¨ªa, la mejor Barcelona. Pero al igual que Ciudadanos se lo tienen que tomar en serio.
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