¡°El machismo tiene bases biol¨®gicas¡±
La primat¨®loga alemana busca en los monos claves de la evoluci¨®n social humana
La alemana Julia Fischer recuerda con una sonrisa cuando aterriz¨® en Madrid, en 1985, para estudiar un curso de espa?ol. Ten¨ªa 19 a?os. ¡°Era el tiempo de la movida madrile?a y de las manifestaciones contra la OTAN. ?bamos de fiesta toda la noche y luego a estudiar a la universidad. Y por la tarde ¨ªbamos a ver una pel¨ªcula a la Filmoteca. En mi cocina, en Alemania, todav¨ªa tengo colgada una portada de la Gu¨ªa del Ocio de aquel a?o. Fue la mejor ¨¦poca de mi vida¡±, rememora.
La historia ha dado un giro desde entonces. La hero¨ªna acab¨® con muchos protagonistas de la movida, Espa?a confirm¨® su permanencia en la OTAN y Fischer, nacida en M¨²nich en 1966, volvi¨® a casa para estudiar Biolog¨ªa. Hoy ya no domina el espa?ol, pero a cambio dirige el Laboratorio de Etolog¨ªa Cognitiva del Centro Alem¨¢n de Primates, en Gotinga. Es una de las mayores expertas mundiales en el estudio de las capacidades mentales de los monos.
En las sabanas del Parque Nacional de Niokolo-Koba, en Senegal, Fischer y su equipo siguen desde 2007 a un grupo de unos 180 papiones de Guinea en libertad. Son monos de unos 15 kilogramos, con pelo rojo, rostro violeta y hocico de perro. Y su comportamiento social es peculiar: las hembras eligen a un macho de su gusto y ya no se aparean con ning¨²n otro. Mientras, los machos esperan a ser elegidos por una o varias hembras y copulan con todas ellas. Son, seg¨²n Fischer, ¡°un modelo intrigante para la reconstrucci¨®n de la evoluci¨®n social humana¡±.
En su libro Monkeytalk (Universidad de Chicago, 2017), la cient¨ªfica alemana defiende que el estudio de los primates servir¨¢ para comprender qu¨¦ comportamientos son exclusivamente humanos. Pero, subraya, no se dedica a la primatolog¨ªa solo por eso. A su juicio, la vida social de los monos es ¡°una magn¨ªfica ¨®pera¡±. De paso por Madrid para participar como jurado en los Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA, Fischer abre el tel¨®n.
Pregunta. Algunas hembras de papi¨®n de Guinea eligen un macho y est¨¢n con ¨¦l durante a?os, mientras que otras escogen a uno y lo desechan a las dos semanas. ?Por qu¨¦ ocurre esto?
Respuesta. Aparentemente, porque otro macho es mejor. Todav¨ªa no sabemos la respuesta, pero tenemos muchas preguntas. Quiz¨¢ hay que mirar tambi¨¦n c¨®mo se lleva la hembra con el resto de hembras del macho, si las tiene. Si son antip¨¢ticas con la nueva, esta se puede ir en busca de otro macho. Lo que tambi¨¦n vemos son hembras que eligen un nuevo macho y eso provoca la marcha de otra hembra que estuviese con ¨¦l. Es como una reacci¨®n en cadena.
"Para las hembras tiene sentido estar con el macho alfa, porque se aseguran de que defender¨¢ a sus cr¨ªas. Si te apareas con un macho solitario y endeble, ?puf!"
P. Las hembras tienen mucho poder a la hora de elegir al macho, en el caso de los papiones de Guinea.
R. S¨ª, es inusual.
P. ?Es inusual en los primates no humanos?
R. S¨ª, el macho alfa suele elegir, como en el caso de los papiones chacma del sur de ?frica. Para las hembras tambi¨¦n tiene sentido estar con el macho alfa, porque se aseguran de que defender¨¢ a sus cr¨ªas. Si te apareas con un macho solitario y endeble, ?puf! Son raros los casos en los que las hembras tienen tantas ventajas como las del papi¨®n de Guinea. Los machos no pelean por ellas ni intentan que las hembras no se vayan. Incluso cuando la hembra est¨¢ receptiva y puede aparearse, los machos est¨¢n tranquilos.
P. En el caso de las personas, ?cree que las mujeres tambi¨¦n tienen poder a la hora de elegir hombres?
R. S¨ª, las mujeres tienen mucho poder, aunque no siempre y no en todas las sociedades, por supuesto. Pero tambi¨¦n por eso pensamos que los papiones de Guinea son interesantes: porque quiz¨¢ tienen un sistema an¨¢logo al nuestro, en muchos aspectos. Por ejemplo, la manera en la que se organizan sus sociedades. Tienen amistades entre machos que no est¨¢n relacionados. En los humanos es similar: hay cooperaci¨®n entre machos no relacionados para defender el grupo o defender a las hembras. Cuando aparecen los leones, todos los papiones se unen.
"Si el macho intenta controlar a la hembra, la hembra puede intentar obtener mejores genes copulando a escondidas con otros machos"
P. Cuando una hembra de papi¨®n de Guinea elige a un macho, el 99% de las c¨®pulas las hace con ese macho. Eso es fidelidad.
R. S¨ª, es fidelidad. Tiene sentido desde la perspectiva de la hembra. Ella elige el mejor macho. ?Para qu¨¦ le va a ser infiel? Es su decisi¨®n. Y, por lo tanto, como el macho lo sabe, no tiene que correr detr¨¢s de ella y controlarla. ?l sabe que mientras ella est¨¦ con ¨¦l, solo se aparear¨¢ con ¨¦l. Es como una monogamia en serie. Pero si el macho intenta controlar a la hembra, la hembra puede intentar obtener mejores genes copulando a escondidas con otros machos. Pero no suele ser as¨ª. Es un sistema f¨¢cil y evita mucha violencia.
P. ?Y qu¨¦ pasa con la fidelidad de los machos?
R. Depende. Los machos tienen diferentes n¨²meros de hembras. Un macho joven puede tener una hembra o dos. Pero los mejores machos tienen cinco o seis hembras. Y, por supuesto, tienen que dividir su tiempo y aparearse con todas, pero no intentan robar las hembras de los dem¨¢s o aparearse con otras.
"Los hombres tienen mayor disposici¨®n para ser violentos que las mujeres"
P. Ahora hay grandes discusiones sobre en qu¨¦ medida las relaciones entre mujeres y hombres son m¨¢s culturales o m¨¢s biol¨®gicas. Tras estudiar durante tanto tiempo a los monos, ?qu¨¦ ha aprendido de las relaciones entre mujeres y hombres?
R. No se puede separar los componentes culturales y los biol¨®gicos. Creo que la naturaleza humana es muy adaptable. Hemos nacido en una sociedad y lo que aprendemos determinar¨¢ lo que seamos. Est¨¢ en nuestra naturaleza aprender c¨®mo comportarnos. En este sentido, hay mucha plasticidad. Podemos decir que somos como los gorilas, como los orangutanes o como los babuinos, pero no lo somos. Somos humanos. Y lo que intentamos entender es por qu¨¦ en unos casos los primates son m¨¢s tolerantes y en otros son m¨¢s violentos. ?Cu¨¢les son las condiciones que favorecen las sociedades violentas frente a las tolerantes? Podemos pensar sobre ello y mirar a nuestras propias sociedades: la importancia de los recursos, la importancia de las tradiciones. Si te fijas en el papel de las mujeres en la sociedad hace 40 a?os, ha cambiado por completo y podemos lidiar con ello.
P. ?Cree que el machismo tiene alguna base biol¨®gica?
R. Tal vez hasta cierto punto. Por supuesto, hay bases biol¨®gicas. Y, ciertamente, hay una disposici¨®n en los hombres para ser, quiz¨¢, un poco m¨¢s felices a la hora de asumir riesgos. Tambi¨¦n hay mayor disposici¨®n para ser violentos que las mujeres. ?Pero c¨®mo se transforma eso en nuestro comportamiento real? Ah¨ª entra nuestra cultura. Puede resultar que la mayor parte de los hombres sean muy calmados. O puede ocurrir que se cultiven estos rasgos y se exageren, dando lugar a sociedades muy machistas.
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