Una nueva ley electoral m¨¢s justa
El cambio no se propone para que gane un partido, sino para que gane la democracia
All¨¢ por 1977, una Ley de Reforma Pol¨ªtica pre-constitucional deleg¨® en el Gobierno no democr¨¢tico de Adolfo Su¨¢rez el dise?o del sistema electoral espa?ol con unos objetivos muy concretos: que fueran m¨¢s probables mayor¨ªas conservadoras.
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?C¨®mo se consigue esto? Seg¨²n Alfonso Osorio, vicepresidente de Adolfo Su¨¢rez, estableciendo la circunscripci¨®n provincial y eligiendo una f¨®rmula de asignaci¨®n de esca?os que sea m¨¢s o menos proporcional en las provincias m¨¢s pobladas pero que funcione como un sistema pr¨¢cticamente mayoritario en las provincias despobladas. Esta f¨®rmula se llama D¡¯Hondt y no solo aparece en el Real Decreto de 1977, tambi¨¦n es la opci¨®n elegida en la Ley Org¨¢nica 5/1985 del R¨¦gimen Electoral General; la vigente LOREG.
Pero ni siquiera hace falta la historia para comprender que la ley electoral es injusta. Nos basta con las matem¨¢ticas.
Dos datos que hablan por s¨ª solos: 1. En las elecciones generales del 26 de junio de 2016, el PP obtuvo aproximadamente el 33,0% de los votos y eso le dio el 39,1% de los esca?os en el Congreso de los Diputados; seis puntos m¨¢s. Mientras tanto, Ciudadanos obtuvo el 13,1% de los votos pero tan solo el 9,1% de los esca?os; cuatro puntos menos. 2. Un esca?o del Partido Popular cost¨® ¡ªen promedio¡ª unos 57.700 votos, mientras que Ciudadanos necesit¨® aproximadamente 97.600 votos para conseguir un diputado; casi el doble.
Se entiende el rechazo del PP a la propuesta, pero no el del PSOE
Esta importante diferencia choca con el principio de proporcionalidad consagrado en el art¨ªculo 68.3 de la Constituci¨®n Espa?ola y, desde Unidos Podemos, pensamos que se trata de una obvia injusticia democr¨¢tica. Por ello, hemos propuesto una manera muy sencilla y eficaz de repararla. Sin modificar el reparto de esca?os por provincia ni aumentar el tama?o de la C¨¢mara, bastar¨ªa con sustituir la f¨®rmula D¡¯Hondt por la f¨®rmula Sainte-Lagu?; una opci¨®n que se utiliza en varios pa¨ªses europeos como Alemania, Suecia o Dinamarca.
Lo que hace este cambio es conseguir que el sistema sea menos mayoritario y se vuelva m¨¢s plural. Las provincias de Teruel y Segovia son dos ejemplos paradigm¨¢ticos de esta mejora. Con la propuesta de Unidos Podemos, ambas habr¨ªan mantenido sus tres esca?os en el Congreso en 2016 y habr¨ªan dejado de estar hu¨¦rfanos de representaci¨®n 12.442 votantes turolenses de Unidos Podemos y 13.514 votantes segovianos de Ciudadanos.
Es importante destacar que este aumento de la pluralidad pol¨ªtica sin menoscabo de la representaci¨®n total se da especialmente en las provincias despobladas, y es importante hacerlo porque, en los ¨²ltimos d¨ªas, se han difundido falsedades a este respecto.
La actitud del PP es esperable si pensamos en el efecto global del cambio de D¡¯Hondt por Sainte-Lagu? en el conjunto de Espa?a. El ¨ªndice de Gallagher ¡ªun indicador que vale cero en el caso ideal de una proporcionalidad perfecta¡ª baja de 5,4 con D¡¯Hondt a 2,0 con Sainte-Lagu?. Esto quiere decir que nuestra democracia mejorar¨ªa objetiva y ostensiblemente con esta modificaci¨®n. Pero si nos empe?amos en ponernos las gafas del inter¨¦s partidista es cierto que Ciudadanos, al ser el partido m¨¢s perjudicado por la ley actual ¡ªsiempre pensando en los resultados de 2016¡ª, ser¨ªa el m¨¢s beneficiado con el cambio. Del mismo modo, el PP resultar¨ªa el m¨¢s perjudicado al restablecer la proporcionalidad.
En el caso del PSOE, su oposici¨®n a transitar hacia una ley electoral m¨¢s justa es mucho m¨¢s dif¨ªcil de comprender. Primero, porque lleva en su programa electoral un aumento de la proporcionalidad y, segundo, porque el cambio propuesto apenas le afecta.
Sea como sea, esto no va de cu¨¢nto gana o pierde cada formaci¨®n pol¨ªtica ¡ªlo cual, por otro lado, es imposible de saber sin conocer los resultados de las pr¨®ximas elecciones¡ª, sino de cu¨¢nto gana nuestra democracia. Solamente alguien que no es un verdadero dem¨®crata preferir¨ªa un sistema m¨¢s injusto porque le beneficia a ¨¦l.
Es hora de pasar p¨¢gina a una ley electoral caduca y dise?ada en tiempos preconstitucionales. La propuesta la hace Unidos Podemos, pero humildemente pensamos que es una demanda de la inmensa mayor¨ªa de la sociedad.
Pablo Echenique es secretario de Organizaci¨®n de Podemos.
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