Dior reivindica en la pasarela de Par¨ªs el ¡®peace and love¡¯
Maria Grazia Chiuri revisa para la firma la herencia de Mayo del 68 en una colecci¨®n llena de gui?os nost¨¢lgicos
Los aniversarios de los grandes acontecimientos hist¨®ricos pueden ser la ocasi¨®n perfecta para plantearse qu¨¦ ha cambiado desde que tuvieron lugar. Para hacer un balance cr¨ªtico de su legado y sopesar si tendr¨ªa sentido darle continuidad en el contexto actual. O bien para limitarse a observarlos con la misma nostalgia de quien observa un viejo ¨¢lbum de fotograf¨ªas en tonos sepia. De esas tres opciones, la dise?adora Maria Grazia Chiuri pareci¨® escoger la ¨²ltima en el homenaje al Mayo del 68 que encierra su nueva colecci¨®n para Dior, presentada ayer en el marco de la semana de la moda que acaba de arrancar en Par¨ªs.
Hab¨ªa una gran curiosidad por descubrir qu¨¦ habr¨ªa ideado Chiuri en su primera colecci¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter desde la irrupci¨®n del movimiento #MeToo, puesto que la dise?adora italiana parece haber convertido el feminismo en leit motiv de su reflexi¨®n creativa al frente de la hist¨®rica marca francesa. El primer modelo del desfile respond¨ªa abiertamente a nuestro tiempo: un jersey de espaldas ca¨ªdas en el que luc¨ªa un lema ¡ª ¡°C'est non, non, non et non!¡±¡ª que parec¨ªa aludir al actual debate sobre el consentimiento sexual. Pero fue la ¨²nica excepci¨®n. El resto de la colecci¨®n opt¨® por una relectura excesivamente literal de aquellos lejanos sesenta, marcada por una exhibici¨®n constante de peace and love, flower power y otros tropos similares que careci¨® de magia y de garra. Se ech¨® en falta, en definitiva, aquella ¡°imaginaci¨®n al poder¡± que solicitaban los estudiantes parisinos del 68.
En las paredes del desfile, celebrado en el jard¨ªn del Museo Rodin de Par¨ªs, se observaban viejas pancartas del Mayo franc¨¦s y portadas de n¨²meros de revistas como Vogue, Harper's Bazaar o Elle publicadas a lo largo de aquel m¨ªtico a?o. Aparecieron superpuestas y rasgadas, como lo estar¨ªan en una valla publicitaria, t¨¦cnica parecida a la que utiliza el artista Jacques Villegl¨¦, jefe de filas del corriente franc¨¦s de los Nuevos Realistas. La escenograf¨ªa indicaba que los grandes cambios pol¨ªticos y la moda siempre han ido de la mano. En especial, en esa d¨¦cada a lo largo de la que las reglas de la moda quedaron transformadas, como rezaban las notas del desfile.
Sin embargo, esa reflexi¨®n pareci¨® circunscrita a un tiempo pret¨¦rito. Chiuri se limit¨® a reutilizar prendas y materiales de hace medio siglo. No las reinvent¨®, ni tampoco pareci¨® actualizarlas en exceso. Como mucho, logr¨® integrarlas en la silueta en la que lleva varias temporadas trabajando, en¨¦sima reinvenci¨®n del new look que el fundador de la marca, Christian Dior, dise?¨® en 1947. Se vieron pasar prendas en patchwork, estampados esot¨¦ricos, bandoleras de tintes ¨¦tnicos, gui?os a la moda space age y gorras que pudieron lucir Jane Birkin o Fran?oise Hardy. Tambi¨¦n numerosas prendas de punto contrastadas con faldas de ballet y, en una breve subcolecci¨®n de inspiraci¨®n brit¨¢nica, kilts en materiales inesperados y faldas plisadas vestidas con chaquetas de internado masculino. Pero todo pareci¨® demasiado previsible para resultar sorprendente.
Desde su nombramiento al frente de Dior en 2016 y el ¨¦xito de sus prohibitivas camisetas estampadas con mensajes feministas, se ha acusado a Chiuri de utilizar la lucha por la igualdad con oportunismo mercantil. En realidad, su labor al frente de Dior parece responder a una reflexi¨®n sincera sobre esta cuesti¨®n. Pese a la acogida desigual de sus colecciones, su trabajo de archivo es apasionante y logra indagar en ciclos tem¨¢ticos y momentos del pasado de la marca en los que sus antecesores nunca se adentraron. Por ejemplo, Chiuri recuper¨® ayer im¨¢genes de la manifestaci¨®n organizada en el exterior de la sede de Dior en 1966, cuando un grupo de feministas convoc¨® una concentraci¨®n para protestar contra la ausencia de minifaldas en las colecciones de Dior, pese a que la prenda se encontrara en su apogeo en Par¨ªs y en Londres. ¡°?Larga vida a la minifalda!¡±, gritaban las manifestantes en esta peculiar protesta con aires de happening. Se suele decir que el cap¨ªtulo termin¨® incitando al entonces director art¨ªstico de la marca, Marc Bohan, a crear la colecci¨®n Miss Dior, que rejuveneci¨® los c¨®digos est¨¦ticos del fundador.
La colecci¨®n presentada ayer no parece anunciar vientos de cambio. Como ya suced¨ªa en su ¨²ltima colecci¨®n, inspirada por el arte feminista de Niki de Saint Phalle y por las tesis transgresoras de la historiadora del arte Linda Nochlin, no hay nada en la ropa que traduzca las ambiciosas ideas pol¨ªticas que Chiuri parece invocar. Seg¨²n las notas del desfile, la dise?adora aspirar¨ªa a demostrar que ¡°el individuo prima sobre las diferencias de g¨¦nero¡± ¡ªen una concepci¨®n algo sui generis del feminismo¡ª y que ¡°la igualdad de derechos y deberes sigue siendo la gran conquista pendiente de nuestra ¨¦poca¡±. Chiuri afirma ser m¨¢s partidaria de la memoria que de la a?oranza. Esta vez se ha escudado, tal vez a su pesar, en lo segundo.
Jacquemus se pasa a la moda masculina
La semana de presentaciones de pr¨ºt-¨¤-porter para la pr¨®xima temporada oto?o-invierno en Par¨ªs fueron inauguradas en la noche del lunes con el desfile de Simon Porte Jacquemus, dise?ador de la firma que lleva su apellido. Este modisto ascendente, llamado a interpretar papeles protagonistas en un futuro pr¨®ximo, profundiz¨® en su nueva colecci¨®n en algunas de las ideas en las que ya lleva investigando un par de temporadas, cada vez m¨¢s lejos de la experimentaci¨®n y m¨¢s cerca de lo llevable. Titulada Le Souk (El zoco), sus modelos est¨¢n pensados para un "invierno c¨¢lido", en palabras del dise?ador, y se inspiran en las ciudades marroqu¨ªes y en la figura de su madre. Predominaron los drapeados, los colores mediterr¨¢neos y algunas pinceladas de azul el¨¦ctrico, adem¨¢s de pamelas sobredimensionadas y bolsos encogidos, convertidos en los mayores superventas de este dise?ador autodidacta, que lanz¨® su firma en 2009.
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