La propuesta de Urkullu
El misterio es c¨®mo piensa el lehendakari consensuar su idea al tiempo que contenta a Bildu
La diferencia en las formas es m¨¢s que notable. Ibarretxe presentaba en 2004 su plan como un ejercicio del derecho de autodeterminaci¨®n que correspond¨ªa al ¡°pueblo vasco¡±, y que el Estado espa?ol deb¨ªa reconocer, abriendo paso a un Estado libre asociado, ¡°comunidad vasca libremente asociada al Estado espa?ol¡±. En cambio, Urkullu cuida bien las palabras, al insistir en que la reci¨¦n presentada Propuesta de bases y principios para la actualizaci¨®n del autogobierno vascoes algo que concierne a todos los grupos pol¨ªticos de Euskadi, y que por consiguiente, primero deber¨¢ ser discutida y consensuada. Sin olvidar ¡°que sea viable pol¨ªtica, legal y jur¨ªdicamente¡±, que tenga ¡°recorrido institucional¡±. Una actitud que responde a su cautela en el tratamiento de la crisis catalana. Y moderaci¨®n que, por otra parte, contrasta con las soflamas que en el pasado distinguieran a personajes como Erkoreka y Anasagasti, en la estela de Arzalluz, y que ahora son patrimonio del presidente del PNV. Ortuzar, quien, nada menos, afirma contemplar c¨®mo resurge en Espa?a ¡°el esp¨ªritu del Cid Campeador¡±.
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Es poco seguro, sin embargo, que el contenido de la propuesta sea susceptible de esa indolora adecuaci¨®n normativa que sugiere Urkullu. De entrada, no son tranquilizantes las referencias nacionalistas a que estamos ante una iniciativa de ¡°no ruptura¡± o, en palabras de Ortuzar, de ¡°permanencia condicionada¡±. El ¡°nuevo estatus¡±, tal como se presenta, llevar¨ªa a sustraer al Tribunal Constitucional toda la problem¨¢tica del autogobierno vasco, blindar una copiosa serie de competencias, acerca de las cuales en caso de conflicto decidir¨ªa una Comisi¨®n Mixta del Estado espa?ol con el ¡°estatus vasco¡±, y todo con el tel¨®n de fondo del ¡°derecho a decidir¡±, una autodeterminaci¨®n encubierta, que corresponde en exclusiva a la comunidad nacional vasca.
Para legitimar la construcci¨®n de este ¡°sujeto jur¨ªdico-pol¨ªtico¡± ¡ªid¨¦ntica terminolog¨ªa que en el Plan Ibarretxe¡ª, la Propuesta de bases y principios del PNV dice ampararse en la Constituci¨®n. Pero la propuesta se limita a insistir en que ¡°la Constituci¨®n reconoce y ampara los derechos hist¨®ricos¡± de los territorios forales. Olvida as¨ª, de modo consciente, que ello debe darse inexcusablemente ¡°en el marco legal de la Constituci¨®n y de los estatutos de autonom¨ªa¡±. Y ah¨ª no tienen entrada ni el derecho a decidir ni, en consecuencia, la capacidad de la actual comunidad aut¨®noma para dar un revolc¨®n a la legalidad vigente y afirmar de hecho la propia soberan¨ªa. No otra cosa es crear una nueva legalidad con el famoso ¡°estatus¡±, con la bilateralidad sim¨¦trica en las relaciones Euskadi-Espa?a como consecuencia inmediata. ¡°La relaci¨®n ser¨¢ de respeto mutuo y de no subordinaci¨®n¡±. Aqu¨ª las cosas claras.
Ser¨ªa una bilateralidad totalmente blindada, sin que el Estado pudiera vulnerarla. Responde as¨ª a su finalidad: frenar la recentralizaci¨®n supuestamente en curso por el Tribunal Constitucional. Para ir llenando de materias los contenidos propios exclusivos, en las Propuestas concretas reaparecen los fueros, a diferencia de lo que suced¨ªa al principio del texto, porque entonces podr¨ªa alguien aducir que no est¨¢bamos ante las leyes de independencia sabinianas, sino en un r¨¦gimen sometido a la Corona. Sirve para sumar incluso el Estatuto de 1936. Y por si no bastase, entra en juego a la hora de definir las relaciones, m¨¢s all¨¢ de la disposici¨®n adicional, ¡°el principio democr¨¢tico¡±, es decir, la voluntad del ¡°pueblo vasco¡±. Cl¨¢usula de cautela: ¡°El Estado espa?ol incorporar¨¢ los compromisos derivados del Estatuto Pol¨ªtico a su normativa interna, en orden a garantizar su reconocimiento y respeto¡±. Hacia el exterior, presencia e intervenci¨®n vascas se refuerzan al m¨¢ximo, culminando en la ¡°participaci¨®n directa en los ¨®rganos e instituciones de la Uni¨®n Europea¡± y en la capacidad para establecer ¡°acuerdos internacionales¡±.
El c¨ªrculo se cierra con el Concierto Econ¨®mico, del cual es ignorado su car¨¢cter de privilegio que impide racionalizar la financiaci¨®n auton¨®mica en el conjunto del Estado. Habr¨ªa que incrementar su ¡°contenido financiero¡±, propone el PNV. Su ¡°autonom¨ªa fiscal¡± se siente ¡°constre?ida¡±, y los dem¨¢s, dir¨ªamos, cegados por los n¨²meros que hablan de patente injusticia.
El misterio es c¨®mo piensa el PNV consensuar tal propuesta con los partidos constitucionales y, de paso, resistir las presiones de Bildu, que encuentran en ella sobrados argumentos. Los buenos modos no bastan.
Antonio Elorza es profesor de Ciencia Pol¨ªtica.
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