Represi¨®n
La Reforma Laboral y la Ley Mordaza salieron de la misma cabeza. Del mismo molde
Desde la censura resulta muy f¨¢cil deslizarse hacia la autocensura, que puede a su vez ser de dos clases: consciente e inconsciente. En la primera, uno advierte que est¨¢ escribiendo algo poco grato para el Gobierno, por ejemplo, y levanta con susto las manos del teclado. Dejemos esto, se dice, no vaya a ser que... En la segunda, en cambio, se reprime sin darse cuenta de que se reprime. Significa que ya no lleva el cors¨¦ por fuera, sino por dentro. La l¨ªnea que separa la represi¨®n de la autorrepresi¨®n es muy delgada, tanto que nadie percibe el paso del uno al otro lado. Lo cierto es que un lunes se evita hablar de esto, un martes de aquello y un mi¨¦rcoles, de esto y de aquello de forma simult¨¢nea. Antes de terminar la semana ya nos hemos convertido en unos tipos d¨®ciles, al servicio del BOE. La sumisi¨®n, a medio plazo, produce numerosos beneficios, y no solo de orden econ¨®mico. Las medallas, los premios oficiales, y las condecoraciones se reparten por lo general entre personas instaladas en la autocensura inconsciente. De ah¨ª que tampoco resulte muy dif¨ªcil autoconvencerse de los beneficios de la ley mordaza o de los de la reforma laboral.
La reforma laboral y la ley mordaza salieron de la misma cabeza. Del mismo molde, cabr¨ªa se?alar. Digamos que desde id¨¦nticas concepciones de la realidad. Cada una complementa a la otra, de modo que si protestas por la primera te pueden llevar a la c¨¢rcel por la segunda. En realidad, ahora mismo te pueden llevar a la c¨¢rcel por un qu¨ªtame all¨¢ esas pajas. Lo incre¨ªble es que esas dos leyes pudieran salir adelante en un pa¨ªs con sindicatos de clase y con oposici¨®n de izquierdas. Quiz¨¢ con sindicatos de clase y con oposici¨®n de izquierdas en estado de autocensura inconsciente.
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